En la época estival el calor modifica nuestras costumbres gastronómicas, dado que las necesidades nutricionales del cuerpo varían. Se transpira más, las digestiones se hacen más pesadas con el calor, disminuye el apetito por el mismo motivo…
Por ello, es tradicional apelar a comidas más ligeras, a beber más agua, a aumentar el consumo de frutas y verduras frescas, a buscar menús que en vez de incrementar nuestro calor nos ayuden a disminuir las altas sensaciones térmicas, y que nos ayuden a rebajar la ingesta de calorías, para que podamos mostrar nuestros cuerpos en playas y piscinas lo más esbeltos posible.
Para ello, una deliciosa forma de alimentarnos de forma ligera y fresca son los sándwiches, de larga tradición en las cocinas anglosajonas, y que en todo el mundo son populares. Te proponemos diez posibilidades.
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