La crema de whisky es una bebida ideal para tomar después de una comida copiosa, pues ayuda a hacer la digestión, pero también a media tarde en una bonita cafetería de Madrid mientras observas pasar a la gente desde tu mesa.
Una de las marcas más conocidas y respetadas gracias a su sabor y calidad es Baileys. A día de hoy tienen una gran variedad de cremas en el mercado con diferentes aromas a cual más delicioso. El orange truffle, el coffe o el irish cream, son sólo algunas de ellas.
Pero, ¿de dónde procede la crema de whisky?
Se trata de una bebida irlandesa que vio por primera vez la luz allá por 1974. A su inventor, David Dan, se le ocurrió la genialidad de mezclar el whisky con la crema, con la intención de abrir las puertas de sus productos al mercado internacional. Quería que todo el mundo conociera los sabores tan exquisitos de sus whiskys y apreciase la grandeza de la cultura gastronómica de Irlanda, pero sabía que para conseguirlo sería necesario crear una receta que fuese del gusto de todo tipo de público y no solamente de los irlandeses, ya acostumbrados al sabor fuerte y seco de este licor. Por eso pensó que la forma de conseguirlo y no perder la esencia de su país, era hacer una mezcla cuyo sabor llamase la atención de todo el mundo. Y así fue como en la década de los 70 Baleys llegó al mundo y con ella vio la luz la crema de whisky.
Hoy día son muchas las recetas que han convertido a esta bebida en un ingrediente más para cocinar y obtener resultados verdaderamente espectaculares. Puedes preparar helado con ella, una bebida con café, ricos cócteles como el ruso blanco, e incluso usarla como base para tartas o salsas en tus guisos más atrevidos. Las posibilidades son infinitas.
Y hoy, además, estamos de enhorabuena, pues puedes preparar tú mismo la receta de este rico licor en tu propia casa ¡y en menos de 15 minutos! ¿Quieres saber cómo? Pues sólo necesitas leer el siguiente post. ¡Comencemos!
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