Cómo hacer waffles
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Los waffles, gofres, wafle o wafol, término proveniente de la palabra neerlandesa Wafel, es una especie de masa parecida a la de las galletas pero más espesa, que se cocina entre dos planchas. Estas dos planchas, con forma de rejilla se conocen con el nombre de gofrera. El particular aspecto de los gofres, con esos cuadraditos tan sabrosos, se lo da precisamente la forma de estas planchas.
Seguro que los habrás visto mil veces en las ferias, recubiertos con chocolate, con nata o con una buena bola de helado. Y seguro que has tomado cientos de ellos a lo largo de tu vida. Hay verdaderos amantes de esta singular masa que prefieren tomarla completamente sola para saborearla mejor.
¿Sabes de dónde vienen los waffles?
Pues este singular postre proviene de la Edad Media. Ya por aquel entonces se utilizaban dos placas de metal, los waffer, que se conectaban entre sí con unos brazos de madera y unas anillas. Este aparato era tan particular de cada gofrero que muchos aprovechaban este invento para grabar sus iniciales, sus blasones o paisajes con ellos. Es decir, que en vez de la clásica forma de rejilla que los waffles tienen en la actualidad, podía quedar grabado en el gofre el dibujo de un escudo de armas o de un paisaje. De esta forma se conseguían gran variedad de gofres con diseños y motivos muy diferentes y particulares.
La palabra waffle parece tener raíces etimológicas en la palabra waffer. Aquella utilizada en la Edad Media para referirse a las gofreras. En el año 1377 era una palabra común en Inglaterra. Los alemanes la adoptaron bajo el término wâfel.
Actualmente las palabras utilizadas para referirse a este postre son bastante similares. El holandés usa el término wafel, el francés Gaufre y el español gofre.
¿Hacer waflles es difícil?
Realmente hacer waflles no es difícil. La masa es sencilla de elaborar y el punto perfecto se obtiene con una buena gofrera. Eso sí, si careces de ella te costará un poquito más conseguir el sabor tan especial y particular que tiene este sabroso postre.
Hoy en día puedes comprar gofreras para casa a buenos precios, así que no pierdas la oportunidad si eres un auténtico amante de los waffles.
En este post vamos a enseñarte cómo hacer los waffles típicos de Norteamérica, los cuales son muy parecidos a los gofres de Francia.
Los primeros son muy sabrosos y puedes acompañarlos con mantequilla y diferentes tipos de mermeladas, como la mermelada de arándanos o el jarabe de arce.
Los segundos tienen una masa muy similar a la que tomamos en España, y son los clásicos que encontramos en las ferias. Una auténtica delicia si son acompañados de chocolate negro, de nata o de mermelada de frambuesa.
Estamos seguros de que muy pronto, y gracias a estos sencillos consejos, te convertirás en un auténtico chef de los waffles. Cuando esto suceda, no olvides dejarnos un comentario para que podamos disfrutar contigo de esta suculenta receta.
¿Que necesitas para hacer waffles?
Cómo hacer waffles con la receta americana original
- 3 huevos
- 350 ml de leche. Puedes usar la que más te guste: entera, desnatada, semi, de soja…
- 20 g de levadura en polvo tipo Royal. Esto equivale a 2 cucharadas soperas colmadas
- 210 g de harina de trigo
- 2 y ½ g de sal
- 120 g de mantequilla sin sal. Para que la receta salga perfecta es mejor que la mantequilla se encuentre a temperatura ambiente.
Instrucciones para hacer waffles
Cómo hacer waffles con la receta americana original
- Tamiza bien los ingredientes secos. Si quieres que tu waffle resulte esponjoso cuando lo muerdes, que esté suave y sea realmente delicioso, ¡tienes que tamizar los ingredientes secos! Este es un truco buenísimo en repostería. Todas tus masas de bizcochos quedarán increíblemente ricas si tamizas los ingredientes secos. Si no tienes un tamizador puedes comprar uno en grandes superficies, como Carrefour, por muy poco precio. Tamizar es muy sencillo. Solo necesitas un bol grande donde caerán los ingredientes tamizados y el tamizador. Coloca el tamizador encima del bol y ve añadiendo poco a poco los ingredientes en el tamizador. Muévelo suavemente a uno y otro lado para que los ingredientes secos vayan colándose por sus rejillas y queden tamizados. Verás cómo tanto la harina, como la levadura y la sal quedan con un aspecto muy fino y suave sobre tu bol.
- Vierte la mantequilla en un cuenco de buen tamaño, preferiblemente de cristal. Lo ideal para la repostería es que la mantequilla se encuentre a temperatura ambiente, incluso un poquito líquida. Si acabas de sacar la mantequilla de la nevera, viértela en un bol de cristal de buen tamaño y caliéntala en el microondas durante unos cuantos segundos para que se derrita. Es preferible que este cuenco tenga un buen tamaño, pues vamos a utilizarlo para mezclar más ingredientes. Cuando ya esté, retira el bol del microondas y remueve toda la mantequilla con una cuchara para que se ablande al completo. Reserva.
- Separa las yemas de las claras. Una forma muy sencilla de separar las yemas de las claras es utilizar la propia cáscara del huevo. Cáscalo a la mitad y pasa de una mitad a otra la yema, dejando que la clara vaya escurriendo en un recipiente. Por ejemplo, en un bol de tamaño medio. Cuando ya hayas separado perfectamente la clara de la yema, y solo te quede yema en una de las mitades de la cáscara, viértela en el cuenco o bol de cristal que has utilizado para la mantequilla. Procede igual con el resto de los huevos. Es decir, separa la yema de la clara y vierte la yema en el bol de la mantequilla. Reserva la clara. Es el momento de trabajar con las yemas.
- Vamos a batir. Para hacer bien este paso es importante que dispongas de una batidora de mano eléctrica. Usa el adaptador con forma de varillas. Posiciónala en la velocidad lenta y comienza a batir suavemente la mantequilla y las yemas. Una vez que hayas conseguido que ambos ingredientes se mezclen, puedes empezar a añadir poco a poco la mezcla de harina, sal y levadura que hemos tamizado previamente. Ve echándola suavemente y alternando con la leche. Es decir, echa un poco de leche, un poco de ingredientes secos. Así hasta que ambos queden completamente mezclados en tu bol de cristal. Reserva.
- Bate las claras a punto de nieve. Para que los gofres sean todavía más jugosos, otro de los trucos de repostería clásicos es batir las claras a punto de nieve. Aunque parezca algo complicado, batir a punto de nieve es verdaderamente sencillo. La forma más rápida y efectiva de hacerlo es utilizar una batidora de mano con el adaptador de varillas. El mismo que hemos usado para batir los ingredientes secos con la mantequilla y las yemas. Friégalo antes de usarlo para batir las claras a punto de nieve. Para que te quede bien y resulte sencillo pon la batidora a velocidad media – baja y comienza a batir suavemente las claras. A los tres o cuatro minutos más o menos de batir las claras, verás cómo estas comienzan a adquirir una forma esponjosa. Bátelas durante unos seis minutos o hasta que notes que las claras han quedado bien prietas.
- Incorpora las claras a punto de nieve al resto de ingredientes. Es el momento de mezclar las claras a punto de nieve con el resto de ingredientes previamente casados. Lo mejor es que vayas echando poco a poco las claras en el bol donde has mezclado la mantequilla, las yemas y los ingredientes secos. Puedes mezclarlo con suavidad con ayuda de una cuchara de palo o incluso de la batidora de varillas a velocidad muy baja. Cuando ya estén mezclados todos los ingredientes, ¡tu masa estará lista para ir a la gofrera!
- Vierte un poco de cantidad en la gofrera. Para que tus waffles queden verdaderamente ricos, echa un poco de la mezcla en la gofrera y deja que se prepare lentamente.
- Para aquellos que no disponen de una gofrera en casa… Si no tienes gofrera, puedes animarte a preparar la masa en la sartén, como si se tratase de una masa de tortitas. No será un gofre al uso, pues su aspecto se parecerá más al de una tortita, pero te quedará genial también y estará riquísima. Si optas por prepararlo en sartén, utiliza una sartén pequeña (que no tenga más de veinte centímetros de diámetro). Coloca la sartén a fuego medio – alto y añade un poco de mantequilla para que no se pegue. Cuando la mantequilla se haya derretido y comience a salir un poco de humo, puedes verter un poco de mezcla de waffle en la sartén y bajar el fuego a temperatura media – baja. La cantidad de masa que añadas dependerá de tu gusto. Si quieres que sean más finas, añade lo suficiente como para cubrir toda la base de la sartén. Si quieres que tus gofres – tortitas sean más gorditos, utiliza la misma técnica pero echa más cantidad. Como para que además de cubrir la base de la sartén, tenga un grosor sobre ella de aproximadamente dos centímetros. Voltea la masa cuando veas que ya no se pega y está bastante durita abajo. Puedes usar un vuelca tortillas para dar la vuelta a la masa si no te apañas con una cuchara de palo. Deja que se doren por el otro lado durante un ratito y ya tendrás tu waffle listo para consumir. ¡Buen provecho!
Consejos para hacer waffles
Existen tantas variedades de gofres como países que se encargan de prepararlos. En este artículo te hemos enseñado cómo hacer los clásicos waffles norteamericanos o franceses. Queremos aprovechar este espacio para enseñarte algunas recetas del resto del mundo para que puedas disfrutarlas en tu casa. Veamos algunos consejos para saber qué ingredientes se usan en cada lugar.
- Waflle al estilo de Hong Kong. Los chinos son unos auténticos fanáticos de los gofres y preparan una masa realmente deliciosa. Este dulce se conoce con el nombre de “pastel de rejilla” y se vende en puestos callejeros. Sus ingredientes y aspecto son muy parecidos a los gofres europeos, pero su tamaño es mayor. Suelen ser más bien redondos y la forma de rejilla de la gofrera los divide en cuatro. Se acompañan con crema de cacahuete, mantequilla o azúcar y se comen doblados formando una especie de media luna. Su masa es más ligera y densa y suelen utilizarse los siguientes ingredientes para su elaboración: huevo, azúcar, leche evaporada… etcétera. A veces se elaboran con otros sabores, como el melón o el chocolate y en ocasiones se hacen con colores muy variados y llamativos. Para ello se utiliza edulcorante.
- El waffle de estilo inglés. En Reino Unido el waffle, a diferencia que en prácticamente el resto del mundo, es una masa que se utiliza para acompañar a alimentos salados. Se conoce como potato waffle y se elabora con aceite y patatas. Además se acompaña de diferentes salsas. Puede prepararse al horno, frito, en tostadora e incluso a la parrilla. Es habitual comerlo a modo de snack para picar entre horas.
Recuerda que puedes acompañar tus waffles con chocolate, frutas (fresas, por ejemplo), una bola de helado o una buena onza de mantequilla.