Cómo hacer albóndigas en salsa
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La cocina es algo que a muchos nos vuelve locos,para bien o para mal. Hay a quien le encanta cocinar, quien disfruta no sólo comiendo sino creando. Y hay a quien le resulta un suplicio encontrar un plato adecuado, que guste a todos, que sea fácil de hacer y que no nos entretenga demasiado.
Las albóndigas son un alimento que en principio puede parecer laborioso, sí, pero piensa en esto: el tiempo que utilizas para dar forma a tus albóndigas no va a ser tiempo perdido, pues puedes hacerlo cómodamente en el sofá mientras ves la televisión. A cambio conseguirás la gratitud y la sonrisa de toda la familia, sobretodo de los pequeños de la casa. Además, este plato ofrece cierta versatilidad pues puedes elegir de qué tipo de carne hacer las albóndigas, así como los ingredientes para utilizar en la salsa, confiriéndole uno u otro sabor. Si quieres aprender cómo hacer albóndigas en salsa sigue leyendo, pues es un plato que fascina a pequeños y mayores y con el que obtendrás un éxito seguro.
¿Que necesitas para hacer albóndigas en salsa?
- 400 gramos de carne picada del tipo que elijas (nosotros recomendamos la mixta para que el sabor no sea demasiado intenso).
- 1 ó 2 huevos.
- 250 mililitros de leche desnatada.
- Un poco de pan duro.
- 150 gramos de pan rallado.
- Cinco dientes de ajo.
- Tres ramas grandes de perejil fresco.
- Pimienta.
- Sal.
- Una pizca de nuez moscada.
- Dos cebollas grandes.
- Dos tomates grandes.
- Aceite.
- Útiles de cocina propios para la receta (bol, papel film o de aluminio, tupper, olla, pala…)
Instrucciones para hacer albóndigas en salsa
- Lo primero que tenemos que hacer es preparar la masa de las albóndigas.
- La haremos mezclando en un bol la carne picada, el huevo crudo, un par de dientes de ajo y dos buenas ramas de perejil muy picaditos, pan duro mojado en leche, un poco de nuez moscada y sal. Todo ello los amasaremos con las manos de manera que quede bien mezclado.
- Esta masa debe enfriarse durante al menos dos horas para que coja consistencia y se pueda trabajar con ella, por lo que la protegeremos tapándola con film protector (o metiéndola en un tupper) y la guardaremos en la nevera.
- Pasadas las dos horas, o cuando comprobemos que la masa está lo suficientemente dura como para moldearla sin que se nos deshaga, la sacamos de la nevera y empezamos a amasar.
- Corta un trozo de papel de aluminio y esparce un poco de pan rallado por encima.
- Comienza cogiendo un trozo de mezcla y dándole forma redondeada con la mano. Ayúdate con el pan rallado para darle algo más de consistencia y tener una fina capa que sirva como rebozado. Repite hasta formar todas las albóndigas que desees.
- Vuelve a meter en la nevera.
- Es el momento de hacer la salsa para las albóndigas.
- Lo que tenemos que hacer es poner en un mortero unos dientes de ajo picados, junto con una rama de perejil y abundante cantidad de tomillo y machacar hasta conseguir una mezcla lo más pastosa posible. Cuando esté lista añadimos medio vaso de vino tinto, removemos y reservamos.
- Ponemos a calentar una sartén grandecita con medio dedo de aceite. Mientras se calienta lavamos y picamos la cebolla en trozos pequeños.
- Ponemos la cebolla al fuego hasta que empiece a pocharse. Entonces añadimos la mezcla que habíamos reservado en el mortero y dos tomates pelados, picados y previamente lavados.
- Cuando la salsa esté casi lista, separamos la mitad.
- Es el momento de cocinar nuestra receta.
- Ponemos las albóndigas en una olla alta con bastante aceite y la mitad de la salsa que ya hemos separado. Si la salsa ha quedado demasiado espesa, añadiremos un poco de agua para que no se evapore muy rápido. Si no la carne se pegará.
- Freímos las albóndigas.
- Cuando estén fritas, añadimos el resto de la salsa con una vaso largo de agua para que terminen de cocinarse con el aroma y el sabor de la cebolla, el tomate y todas las especias que hemos utilizado.
Consejos para hacer albóndigas en salsa
- Procura cocinar siempre con el aceite bien caliente. Evitaremos que la comida se empape de aceite.
- Debemos procurar que cuando cocinemos nuestras ollas y sartenes no se queden sin fondo (agua, aceite, salsas…) si no, la comida se quedará pegada.
- Puedes dirigirte a tu carnicería habitual y pedir que te piquen las piezas de carne que quieras, así sabrás qué comes exactamente, sobretodo si vas a ofrecer el plato a niños pequeños.
- Sirve una ración de patatas fritas a cuadritos como acompañamiento para que el plato sea más ligero.