Cómo abrir un coco

El coco es una fruta exótica y  sumamente versátil en la cocina, ya que su pulpa se puede para emplear en distintas preparaciones o se puede exprimir para hacer leche de coco. Al tener abundante agua en su interior resulta muy refrescante.

Los beneficios del coco son ciertamente interesantes para personas sanas de todas las edades, especialmente cuando se consume  de manera ocasional. Tiene sustancias nutritivas, al ser una fruta muy rica en hierro y potasio, y en definitiva en aquellas sales minerales que participan en la propia mineralización delos huesos, como pueden ser el calcio, el fósforo o el magnesio.

También es interesante su contenido en fibra, lo que confiere al coco propiedades ciertamente laxantes, ayudando a su vez a reducir y bajar el colesterol alto y a controlar el azúcar en sangre, siendo igualmente ideal para diabéticos.

En lo que se refiere a las distintas vitaminas que posee esta fruta, destaca la vitamina E, como sabemos, de importante acción antioxidante.

Sin embargo  el coco es una fruta que no se aconseja para aquellas personas que sufran alguna dolencia cardiovascular al contener una importante cantidad de ácidos grasos saturados, así como a aquellas personas que se encuentren siguiendo una dieta para bajar de peso ya que tiene un elevado valor energético. Es ideal por ejemplo como postre para los más pequeños, o para personas que se encuentren débiles.

Pero también podemos disfrutar por este tiempo del coco, una fruta verdaderamente exótica, a la vez que deliciosa, cuyo jugo puede refrescar a más en cualquier momento.

De hecho suele ser habitual que en muchos mercados o supermercados podamos encontrarnos con el jugo de coco precisamente ya enlatado o envasado, por lo que no es necesario comprar un coco para disfrutar de su preciado líquido. Eso sí, es cierto que entonces no disfrutaríamos de sus principales virtudes y propiedades nutricionales.

Para poder aprovechar todas estas magníficas cualidades, hay que franquear primero a la extremadamente dura corteza del coco. A diferencia de otras frutas, con las que cualquier cuchillo basta para cortarlas, para abrir un coco es necesario seguir algunos pasos utilizar herramientas más fuertes: un cuchillo, un destornillador, clavo y martillo,  un recipiente y una tabla de madera conforman la lista de utensilios. Aquí te dejamos los pasos para que aprendas cómo abrir un coco.

Instrucciones para abrir un coco

  1. Para abrir un coco debes seguir estos pasos: Primero límpialo arrancándole las barbas o hebras que tenga en exceso. Antes de abrirlos, debemos cepillarlos y quitar la mayor parte de fibras marrones y tierra que posea en su cáscara.
  2. Coloca el coco sobre la tabla de madera, en una superficie firme. Busca los tres hoyuelos o hendiduras, llamados ojos, agrupadas en forma triangular que suelen estar en la parte inferior.
  3. Con ayuda del destornillador, perfora el coco a través de estas hendiduras. Puedes ayudarte con un martillo si está muy duro.perforar coco
  4. Una vez lo hayas agujereado, deja salir el agua que está en el interior del coco y deposítala en el recipiente. Quizás quieras colarla antes de tomártela, por la basurilla que pueda haber caído de la corteza.agua de coco
  5. Una vez vacío  sostén el coco con los huecos en la palma de la mano. Ubica la línea que normalmente se marca en la cáscara del coco, la cual lo divide a la mitad.
  6. Sobre esta línea coloca la parte no filosa de la hoja del cuchillo y golpea con firmeza a medida  que giras el coco en la palma de tu mano. Continúa rotando y golpeando sobre la línea hasta que el coco se parta por la mitad.
  7. Otra forma de abrirlo después de haber quitado el agua es sujetando el coco con una mano, de tal forma que las marcas queden hacia ti o lejos de ti, y que puedas ir girando el coco cómodamente de forma que las marcas no se muevan de la zona donde están.  Con la otra mano sujeta el martillo, y comienza a darle golpes secos por todo el diámetro del coco. Imagínalo así: si el coco es un planeta, y el lado de las marcas es un polo, y el contrario es el otro, el diámetro es lo que sería el Ecuador.  No temas por tu mano, pues el coco absorberá el grueso de los golpes, además, es más maña para dar golpes secos, que fuerza.
  8. Otra opción es que coloques el coco sobre una superficie resistente y la punta del cuchillo nuevamente sobre la línea marcada en la cáscara. Golpea suavemente con el martillo la parte inferior del mango del cuchillo, con lo cual el coco debería partirse casi hasta la mitad. Luego de esto el cuchillo se debería poder introducir fácilmente para terminar de abrir el coco.
  9. Una vez que abrimos el coco podemos sacar la carne con una cuchara de metal bien resistente. Con el canto de la cuchara hacer un «corte» en la carne del coco, desde el borde hacia el fondo, de uno o dos centímetros de largo, y luego, sin mover de ahí la cuchara, hacer palanca para sacar ese pedazo.  Vas sacando únicamente como uno o dos centímetros de carne a la vez, pero es la manera más sencilla y menos agotadora y dolorosa de hacerlo.  Además, al poco rato le tomarás confianza y lo harás más rápido.pelados
  10. Otra forma de quitar la carne es colocando la cáscara sobre el fuego. Cuando la cáscara esté caliente, se desprenderá con facilidad con un cuchillo y cuando esté un poco mas frío, se quitará la segunda cáscara, la cáscara finita que está pegada a la carne,  y ya estará listo para ser usado. Puedes comerlo por trozos o rallarlo para hacer preparaciones.rallar

¿Que necesitas para abrir un coco?

  • Un coco seco o maduro (marrón por fuera)
  • Un cuchillo, un destornillador, clavo y martillo,  un recipiente y una tabla de madera.
  • Una cuchara de metal bien resistente.

Consejos para abrir un coco

  • Si el coco está verde puedes cortarlo directamente  con un cuchillo grande.
  • No apoyes el coco sobre una superficie como una mesa o el piso para romperlo, pues puedes dañar la superficie ya que el coco es duro o puede ocurrir que el coco salga disparado cuando le des un golpe.  Es mejor sostenerlo firmemente con la mano.
  • Luego de quitar la piel, lavar la pulpa para retirar todo resto de cáscara, ya que la misma suele resultar algo indigesta.
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