Cómo hacer caldo de res
En esta época del año en la cual hace tanto frío, lo mejor que hay para combatirlo es sin duda tomar un buen caldito calentito en compañía de tu familia o amigos. Sin duda el caldo de vaca o caldo de res es una gran opción.
Este caldo se elabora a partir de costillas de res o de vaca (dependiendo del país donde vivas se lee de una forma u otra), las cuales sueltan todo su sabor para crear una sopa perfecta para entrar en calor.
Además de llevar res, también lleva otros elementos este caldo de res, como por ejemplo tomate, cebolla y otras verduras como el repollo, consiguiendo de esta manera, una sopa que además es muy nutritiva ya que tiene vitaminas, minerales y otros elementos muy buenos para la salud sin duda alguna.
Además es un buen alimento para el que sea pobre, ya que quitando la res, el resto es todo barato y se puede conseguir en cualquier sitio. Además lo de que la res es cara es relativo, ya que para hacer caldo de res sólo te harán falta los huesos, los cuales puedes aprovechar por ejemplo de unas costillas en las cuales el hueso ha sobrado, ya que con que suelte el jugo ya vale para que quede rico.
Lo mejor de todo es que el caldo de res es muy sencillo, ya que vas a poder hacerlo en pocos minutos y sin ayuda de nadie, aunque no hayas cocinado nada nunca antes. Sin duda, un plato que te va a ayudar mucho a poder impresionar a todos y dártelas de cocinillas aunque no tengas ni idea.
Sin más dilación, vamos con la receta del caldo de res, una receta fácil y paso a paso como de costumbre.
¿Que necesitas para hacer caldo de res?
- 1 kilo de costillas de vaca(Res).
- Un tomate.
- Media cebolla.
- Una pizca de sal.
- Especias a elegir(hierbabuena, albahaca, cilantro…).
- 5 zanahorias.
- 1 diente de ajo.
- Un repollo
Instrucciones para hacer caldo de res
- Preparación de los ingredientes:
Como es habitual en esta sección, lo primero que se debe hacer a la hora de preparar cualquier cosa, es dejar los ingredientes listos y reservados para poder hacer la receta de la mejor forma posible. La razón por la cual se hace esto es obvia, es agilizar el proceso y poder hacerlo correctamente, sin tener que andar luego a carreras acerca de si se nos ha olvidado poner algo o si tal ingrediente aún no está listo. Debemos dejar las costillas bien troceadas y remojadas para que suelte la sangre, debemos dejar cortada la cebolla, los tomates cortados en rodajas pequeñas y las zanahorias, el repollo y el ajo bien picado para que la receta no sufra ningún percante. Una vez que lo tenemos todo listo, es hora de preparar este delicioso caldo de res que te tengo preparado aquí.
- Cocer la carne en primer lugar:
Lo primero que debemos hacer es cocer la carne, lo cual haremos en primer lugar para que el caldo de res coja el sabor a res que tanto hemos deseado. Lo que hay que hacer es echarla en una olla y cocerla de la manera habitual que cocemos cualquier cosa, es decir, con agua y esperando bien a que se haga en una media hora, por lo menos hasta que la carne haya cambiado al color que tiene la carne cuando está lista. Eso sí, no se debe dejar cocer del todo porque si no se nos quemará a la hora de hacer la receta, así que sólo hasta el punto indicado.
- Añadir el resto de ingredientes mientras sigue cociéndose:
Mientras la carne se sigue haciendo, vamos a ir añadiendo todos los ingredientes de nuestro caldo de res, los cuales son el ya mencionado tomate, la cebolla, zanahorias, repollo y ajo. Mientras esto se va haciendo, hay que seguir removiendo, para que se haga por completo el caldo y de esta manera podamos tener una receta rica y homogénea. Vete probando el caldo cada poco, a ver si ya está listo y vete ajustando su sabor con sal y especias, viendo si necesita un poco más. Cuando veas que ya está listo, apaga el fuego y déjalo reposar, ya que ya tienes tu caldo de res completamente terminado y listo para comer.
- Servir solo o en compañía de legumbres:
Este caldo se puede comer perfectamente solo, ya que es muy nutritivo y tiene de todo, sin embargo, a mí me gusta más comerlo en compañía de otros alimentos como por ejemplo las legumbres. Por ejemplo, cuando tengo unos pocos garbanzos del día anterior que ya no sé qué hacer con ellos, lo que hago es juntarlo todo para hacer una sopa de res con garbanzos que está de miedo. De esta forma, consigo crear una receta nueva a la vez que aprovecho una que hice el día de antes, sin duda una idea formidable que tú también puedes usar.