Pocas comidas rápidas y fáciles deben haber como los conocidos sándwiches en todas partes del mundo, un bocadillo que permite seguir con el trabajo, o pasar el rato y llenar un poquito la panza antes de comer, o acompañar una bebida. Lo más interesante es que todo aquello que se pueda poner entre dos rebanadas de pan, de molde o no, es un sándwich. Por eso es que la gran variedad que hay hace que generalicemos y podamos llamarlo así. Ya sea carne, verduras, hamburguesa de carne o pollo, queso, jamón y todo aquello que pueda ponerse entre dos rebanadas de pan constituye un sándwich. Así podemos incluir las variedades especiales como los famosos hot dog que no son otra cosa que una salchicha en un pan de Viena cortado al medio, o las hamburguesas que no son más que el típico medallón de carne picada dentro de dos mitades de pan.
Se pueden comer fríos o calientes; con aderezos o no, mientras caminamos o sentados, todo depende del momento en que nos den ganas de comerlo. Comprar un sándwich en la calle o hacerlo en casa, claro, esta última opción nos permite no solo economizar sino poder asegurarnos que comemos comida sana.
Algunos cuentan que quien inventó el sándwich fue Isaac Newton quien consideraba que la comida en medio del pan sabía mejor. Otros hablan de Lord Sándwich quien pidió a su sirviente que para no interrumpir su juego de cartas le preparara algo para comer que pudiera hacerlo sin ensuciarse, sin interrumpir el juego y fue así que este práctico sirviente le colocó un trozo de carne cocida cortada en forma de lámina y la colocó entre dos rebanadas de pan. Sea cual sea la verdad del origen ambos casos coinciden en que el sándwich permite seguir desarrollando la ciencia, jugar a las cartas, trabajar en tu computadora, hablar por teléfono, leer, estudiar, etc.
Dejando de lado la historia en Doncomos.com te daremos algunas ideas de cómo hacer sándwiches deliciosos, caseros y saludables.
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