Este tradicional plato era servido especialmente en las celebraciones importantes y por ende en las comidas más relevantes como: los cumpleaños, la Navidad, y Día de Muertos que es una festividad muy popular y arraigada en la cultura mexicana.
Anualmente en la Ciudad de México se lleva a cabo la Feria Latinoamericana del Tamal, durante los primeros días de noviembre, lo cual coincide con la celebración del Día de muertos. Y durante la semana anterior al 2 de febrero, se celebra la Feria del Tamal, en conmemoración del día de la Virgen de la Candelaria. Actualmente la tradición ha experimentado cambios, y hoy en día es común que se consuma cada sábado de la semana.
Muchas veces los pueblos dan por sentado el valor implícito de su gastronomía, de sus costumbres, de su cultura, pero este afortunadamente no es el caso de los tamales, los pueblos americanos poseen un gran plato que es versionado a su manera en casi cada país desde el cono sur hasta América central y así es como podemos ver tamales dulces y salados, con diferentes tipos de carnes y envolturas. Aquí vamos a tratar sobre El tamal, sus diferentes variables según los países donde se elabore este antiguo y delicioso platillo, así como nuevas propuestas que incorporan elementos poco convencionales a la forma tradicional de comer tamal, siempre con la base principal de su elaboración: “El Maíz”.
Cuando se habla de incorporar ideas e ingredientes innovadores, se busca el acercamiento a lo que se puede llamar tamal gourmet, el cual trasciende las cocinas de las casas y los vendedores de comida ambulante que han mantenido esta tradición viva con el paso de los años.
El tamal es un alimento que siempre está presente en la dieta cotidiana de las personas del continente americano y es que forma parte fundamental de la identidad cultural de cada uno de los habitantes de este hermoso continente, con sus variaciones y diversas combinaciones de ingredientes que lo hacen propio de cada lugar.
El Maíz
Para hablar más a fondo del tamal, es necesario hacer mención especial al maíz, el rey de la cocina prehispánica.
El maíz fue motivo de culto y veneración con connotaciones religiosas por parte de las culturas prehispánicas, siendo motivo y eje central de diversas ceremonias religiosas. Era tratado con mucho respeto, al punto de que si un solo grano caía al piso, oraban pidiendo perdón a los Dioses y suplicando que no les castigaran con hambruna y escasez. En estudios arqueológicos se han conseguido pequeñas mazorcas en excavaciones que datan de 7.000 años.
Cultura del maíz
La Cocina Mexicana suculenta, variopinta y colorida, ha sido declarada por la UNESCO como patrimonio de la Humanidad en el año 2015 y una muestra tangible de la calidad de esta comida es el tamal.
Fray Bernardino de Sahagún documentó sobre los usos del maíz en las culturas prehispánicas y llegando a la conclusión a través de diversos estudios, que el consumo del tamal estaba vinculado a rituales diversos pero sobre todo, a rituales funerarios, costumbre que pasaba de generación en generación
El Tamal
La palabra tamal proviene del náhuatl tamalli, y se entiende que es un alimento con base en la masa de maíz, relleno de una gran variedad de ingredientes, que es envuelto en forma de paquete en hojas vegetales, principalmente de maíz y plátano, para posteriormente ser cocido.
Si bien los tamales más populares en México se preparan envolviéndolos en hoja de la mazorca del maíz o en hoja de plátano en las zonas costeras y tropicales, existe también una amplia variedad de envoltorios naturales, para los cuales se utilizan hojas de otras plantas como: carrizo, chilaca, papatla y hoja de milpa, o sea de la planta del maíz.
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