Cómo hacer tarta de queso japonesa

¿Te gusta el mundo de la repostería? Si es así, en realidad tienes un vasto universo por explorar, en donde podrás disfrutar y, al mismo tiempo aprender y entretenerte, ya que hay una gran variedad de recetas que puedes poner en práctica y cuyos resultados te dejarán asombrado.

Los postres son ideales para compartir luego de la comida o a la hora de la merienda. Si eres de los que les gusta experimentar, de seguro te cansas rápido de comer lo mismo y querrás hacer algo diferente cada vez. En tal caso, puedes recurrir a diferentes medios, como recetarios e internet para despertar tu ingenio.

En realidad, los postres ofrecen posibilidades infinitas. Algunos son dulces, otros ácidos y hay otros más que pueden tener un sabor agridulce. Por otra parte, cada cultura cuenta con sus postres típicos, característicos de la gastronomía en donde viven y que, debido a su sabor y a la aceptación que han tenido, se han extendido al mundo entero, tal es el caso de la tarta de queso japonesa.

¿Has escuchado hablar de ella? Quizás la has visto en más de una página relacionada con la repostería. Esta tarta cuenta con un aspecto particular. Es tan grande y esponjosa que se asemeja a una nube y su aspecto parece ser muy suave. Es probable que tengas el deseo de probarla y comprobar si tus expectativas son ciertas o no es como la esperabas.

Si es así, no tienes que quedarte con las ganas. A través de este post estaré compartiendo contigo el paso a paso de su elaboración. De esta manera, no tienes porque resignarte a esperar a verla en alguna panadería. Podrás hacerla tú mismo cada vez que quieras y, puesto que es un postre poco usual, será la sensación cuando lleves invitados a tu casa.

Instrucciones para hacer tarta de queso japonesa

Si bien es cierto que esta tarta está influenciada por los famosos cheese cake estadounidenses, está adaptada al gusto de la comunidad japonesa. Su textura es como la de un mouse y es uno de los postres que sueles encontrar en los cafés y las pastelerías japonesas.

Esta receta se popularizó durante la década de los 70, por medio de muchas revistas para las mujeres. De esta manera, las amas de casa de Japón comenzaron a prepararla en sus hogares. Así, poco a poco fue ganando popularidad hasta llevar a la parte occidental del mundo.

Si quieres preparar una tarta de queso japonesa, en tu propia casa, estas son las instrucciones que debes seguir:

  1. Lo primero que tienes que hacer es separar las claras de las yemas de los huevos, ya que la idea es usarlas por separado en esta preparación.
  2. Luego, en una olla, a fuego lento, coloca la mantequilla, el queso crema y la leche. Remueve bien hasta que todos los ingredientes se hayan mezclado.
  3. Después, con la ayuda de un colador, tamiza la harina para que quede con una textura más fina y, junto con ella, agrega la sal. Luego, el zumo de limón y las yemas de huevo. Asegúrate de batir bien hasta que el resultado sea una mezcla homogénea.
  4. Ahora tendrás que añadir, a estos ingredientes, la mantequilla, el queso crema y la leche. Reserva por unos minutos, mientras sigues con la preparación.
  5. Para preparar el merengue, coloca las claras, que ya tienes separadas, en un recipiente y comienza a batir usando varillas de cocina o una batidora. Cuando veas que comienzan a tener aspecto de espuma, agrega crémor tártaro.
  6. Si bien es cierto que también puedes agregar un poco de sal, el crémor tártaro es el ingrediente ideal para preparar este tipo de merengue y lo puedes encontrar en cualquier tipo de supermercado que esté cerca de donde vives.
  7. Sigue batiendo las claras de huevo. Cuando observes que se están montando, ese será el momento para añadir el azúcar glass, cucharada por cucharada. Sigue batiendo hasta que el merengue tenga una textura densa y, al levantar el batidor, se formen picos. Este será el punto perfecto.
  8. Mientras tanto, precalienta el horno a unos 160º C. Forra un molde alto con papel para horno.
  9. Luego, vierte el merengue en el recipiente en donde tienes el resto de los ingredientes de la tarta. Mezcla suavemente con movimientos envolventes, preferiblemente con una cuchara de madera.
  10. A fin de que el pastel pueda cuajar bien, utiliza la técnica de baño maría. Esta consiste en introducir una fuente en el horno con agua caliente. En el centro de la fuente debe ir el molde con el pastel. Sin embargo, antes de llevarlo al horno, cubre el molde con un poco de papel aluminio.
  11. Permite que se hornee por una hora y 10 minutos a 160º C. Resiste el impulso de querer subir la temperatura para que esté más rápido. La idea es que uses una temperatura baja, aunque requiera mayor tiempo de cocción, para que pueda quedarte perfecto.
  12. Una vez que hayan transcurrido la hora y los 10 minutos, sácalo del horno y deja que se enfríe. Cuando esté a temperatura ambiente, llévalo a la nevera por unas 2 horas, antes de comerlo.
  13. Luego, desmolda y, para hacer una buena presentación, espolvoréale por encima, un poco de azúcar glass y ¡listo! Ya podrás disfrutarlo en compañía de tus amigos y seres queridos.

¿Que necesitas para hacer tarta de queso japonesa?

La tarta de queso japonesa es un postre muy peculiar, el cual dará mucho de qué hablar cuando lo sirvas. Además, es delicioso y tiene una textura muy suave. Si te animas a prepararlo, estos son los ingredientes que vas a necesitar:

  • 60 gramos de harina de repostería.
  • 6 claras de huevo.
  • 6 yemas de huevo.
  • 20 gramos de maicena o fécula de maíz.
  • 140 gramos de azúcar impalpable o azúcar glass.
  • ¼ de cucharadita de crémor tártaro.
  • 250 gramos de queso crema.
  • 50 gramos de mantequilla.
  • 100 ml de leche.
  • 1 curadita de zumo de limón.
  • ¼ de cucharadita de sal.

Con relación a las herramientas de trabajo, vas a necesitar muy pocas, solo las más convencionales, como:

  • Recipientes para mezclar y batir.
  • Recipientes para hornear.
  • Varillas de cocina o batidora.
  • Una fuente para horno.
  • Papel aluminio.
  • Un horno con temperatura de 160º C.

Consejos para hacer tarta de queso japonesa

 

Ten en cuenta que, a la hora de preparar esta tarta, todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente. En el caso de la mantequilla, puedes utilizar cualquiera, ya sea con sal o sin sal.

En caso de que no tengas maicena, puedes sustituirla por harina de trigo para todo uso. Aunque te parezca innecesario, mide todos los ingredientes, ya que la exactitud es la clave del éxito, y procura tenerlos todos preparados antes de comenzar con la receta.

En cuanto al merengue, este no debe quedar muy duro o firme. Su aspecto debe ser brillante y cremoso y, como ya te lo he mencionado anteriormente, cuando levantes las varillas, se formen picos, pero que estos caigan un poco. De esta manera, será mucho más fácil el proceso de integración con la mezcla que tenías reservada.

Ten presente que, si el merengue queda demasiado líquido o flojo, el pastel no esponjará y, si queda muy duro, entonces se terminará agrietando durante la cocción, tal como si se tratase de un volcán en erupción.

La idea de cocinarlo a baño maría es que quede con la textura y la humedad que lo caracteriza. Como dato adicional, coloca un paño doblado dentro de la fuente con agua y, sobre el paño, coloca el molde con la mezcla de la tarta de queso. Después, agrega el agua a temperatura ambiente hasta que cubre unos 2 centímetros de la parte inferior del molde.

Asegúrate de que el molde con la mezcla esté bien apoyado en el paño. La idea es que no flote, sino que tenga estabilidad, pues, de lo contrario, la tarta quedará desnivelada y desprolija.

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