Cómo hacer un coulant de chocolate
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El coulant de chocolate o volcán, es un postre a base de chocolate espectacularmente rico y sencillo de hacer. Si eres un fanático del chocolate, este postre te va a entusiasmar. Es apto únicamente para golosos y muy chocolateros debido al alto contenido en chocolate. Se caracteriza por ser un bizcocho de sabor suave en cuyo interior, una vez lo rompes con la cuchara, aparece una deliciosa salsa de chocolate fundido. De ahí su apodo de volcán y su nombre, coulant, proveniente del verbo francés couler, que significa derretido.
Yo lo probé por primera vez en un restaurante de mi barrio y me enamoré perdidademente de él. Se puede acompañar de una bola de helado de vainilla, a modo de brownie, para hacer la mezcla de sabores, temperaturas y texturas, mucho más explosiva. No obstante, si en casa no tienes helado, ¡no te preocupes!, está igual de rico si le pones un poco de nata y mermelada de frambuesas para darle un toque ácido. Un remate de azúcar glas si tampoco tienes nada, le da el toque decorativo perfecto. Si no lo encuentras en la carta de los restaurantes bajo el nombre de coulant o volcán, prueba a buscar en el menú de postres el nombre «muerte por chocolate», otra de las denominaciones que se le da habitualmente.
Mi madre se ha hecho una auténtica experta en la preparación de este postre y ha conseguido hacer una receta súper sencilla para 4 comensales. Además, puedes presentar este volcán a tus invitados o familiares de muy diferentes maneras: puedes hacerlo en una bandeja de cristal alargada, la típica que se usa para hacer bizcochos, o prepararlos de forma individual en tazas de cerámica que puedas calentar en el horno. De cualquier manera, te quedará riquísimo. Aunque en teoría has de guardar en el congelador el bizcocho antes de su horneado, la receta que prepara mi madre prescinde de este paso y sale igual de bien, por lo que el tiempo de preparación es mucho menor.
¿De dónde proviene el coulant de chocolate?
Este postre tan sabroso fue inventado en 1981 por el chef francés Michael Bras en su restaurante Laguiole, al suroeste de Francia. Y no es para pasar por alto este dato, pues el restaurante del que hablamos tiene un total de 3 estrellas michelín. Si quieres saber más datos sobre su creador, te aconsejo que eches un vistazo a este link de la Wikipedia. Ahora, endulcémonos con la receta y dediquémonos una buena muerte por chocolate.
¿Que necesitas para hacer un coulant de chocolate?
Receta para 4 personas
- Elaboración: fácil
- Dificultad: baja
Necesitaremos los siguientes ingredientes
- 150g de chocolate negro con un 70% de cacao (aproximadamente una tableta fina)
- 3 huevos
- 80 g de azúcar blanca (unas 3 cucharadas soperas bien colmadas)
- 10 g de harina (o ½ cucharada sopera no muy colmada)
- 1 pellizco de levadura
- 50 g de mantequilla
Instrucciones para hacer un coulant de chocolate
Elaboración paso a paso
- Precalentamos el horno a 180º.
- Partimos la mantequilla en dados y la colocamos en un bol mediano. A continuación, calentamos en el microondas a unos 500 w de potencia durante unos 45 segundos o hasta que se derrita por completo.
- Después, agregamos el azúcar, los huevos y batimos durante unos 3-4 minutos con la batidora de varillas hasta obtener una mezcla cremosa. Reservamos aparte.
- En otro bol mediano, troceamos una cuarta parte de la tableta de chocolate y la metemos en el microondas para derretirla. El resto lo reservamos aparte, pues lo utilizaremos más adelante. Calentamos en el microondas durante unos 4 minutos. A potencia baja será suficiente. Échale poco a poco un chorrito de agua a la mezcla, para que el chocolate no se reseque, y ve removiéndolo cada minuto con la ayuda de una cuchara de palo. Así te asegurarás de que se derrite correctamente y no quedan grumos. Si lo prefieres, puedes derretir el chocolate al baño María, pero el proceso es algo más lento y el resultado es el mismo.
- Una vez el chocolate esté derretido, agregamos a este bol la mezcla de huevos, mantequilla y harina que habíamos preparado en el paso 2. Lo ligamos con la batidora de varillas durante otros 4 minutos más para que la mezcla resulte todavía más cremosa.
- Poco a poco y sin dejar de batir, vamos agregando la harina y la pizca de levadura. De este modo conseguiremos que la masa resulte menos pegajosa y que el coulant suba al cocerlo en el horno.
- Enharinamos un molde mediano, alargado y de cristal, típico para hornear bizcochos, o bien seis tacitas individuales de consomé. Nosotros vamos a continuar la explicación con el molde de cristal mediano. Una vez hecho, extendemos la mitad de la masa que hemos hecho en su base y cortamos en onzas el resto del chocolate que nos queda. Colocamos las onzas encima de la masa de forma uniforme y a largo de toda la base.
- Una vez se nos hayan acabado las onzas, las tapamos con el sobrante de masa que nos ha quedado.
- Metemos nuestro molde de cristal al horno, en la bandeja media, y calentamos durante aproximadamente 20 minutos. Si tienes horno de aire, en este caso desactiva esta función porque de otro modo se te resecará el coulant y no saldrá bueno. Pasados 20 minutos veremos que el volcán ha subido y ha adquirido un tono marrón tostado muy bonito. Para asegurarnos de que ya está hecho, pincha el bizcocho con un cuchillo o con una aguja de punto. Si la punta sale seca, ¡ya tenemos terminado nuestro riquísimo coulant de chocolate!
- Sacamos del horno y tapamos con un paño para que la diferencia de temperatura no haga que nuestro volcán baje.
- Cuando ya no esté excesivamente caliente, espolvoreamos un poco de azúcar glas por encima a modo de adorno y ya está listo para servir. ¡Prepárate para disfrutar de un intenso sabor a chocolate, te vas a chupar los dedos!
- El coulant se sirve templado para que su interior quede perfectamente derretido, así que, si te sobra algo y tienes que guardarlo en la nevera, acuérdate de darle un golpe de calor en el microondas antes de servirlo. ¡Bon appétit!
Consejos para hacer un coulant de chocolate
Posibles acompañamientos para el coulant
Para mí, las dos mejores maneras de acompañar este postre tan rico es con nata o con helado de vainilla. Veamos cómo
- Colocamos en un plato una porción, y con una cuchara de helado, servimos un par de bolas de helado de vainilla. Puede sustituir el helado por el sabor que más te guste (incluso más chocolate si te atreves), pero la cremosidad de la vainilla le da un toque delicioso a la mezcla.
- Si te decantas por la nata, al igual que hemos hecho en el consejo anterior, colocamos una porción de tarta en el plato y, en este caso, la rodeamos con un chorrito de nata montada de la que puedes comprar ya preparada en cualquier supermercado. Si quieres que su sabor sea todavía más intenso y exótico, añade unas cuantas cucharadas de mermelada de frambuesa a la mezcla. Verás como el contraste es delicioso y repites una y otra vez.
- Si quieres que el resultado sea todavía más espectacular, puedes añadir una hoja de menta sobre la porción de tarta para hacer más bonito el emplatado. ¡En la variedad está el gusto!
- Acompáñalo de un café solo bien amargo y verás qué delicia.