La guanábana es una de las plantas más populares de Sudamérica. Muchos la consideran un «delicioso milagro tropical». Y es que esta planta, de origen incierto, tiene excelentes beneficios para la salud humana. Todas las partes de la guanábana son aprovechables: la raíz, el tallo, sus flores, frutos y hojas.
Hoy hablaremos específicamente de las hojas de la guanábana o graviola y cómo aprovechar todos sus beneficios. Las hojas de esta planta han sido valoradas desde la antigüedad por sus propiedades medicinales, y hoy seguimos descubriendo su poder curativo.
Son múltiples las afecciones y dolencias que se alivian con hojas de guanábana: desde el simple resfriado común hasta el cáncer. Son especialmente valoradas por su comprobado poder antiinflamatorio y astringente; para aliviar el insomnio y calmar el nerviosismo. Incluso en algunos países se emplean para combatir los efectos de la malaria, la diabetes y el raquitismo.
Ahora bien, siendo que estas hojas tienen tantos beneficios, vale preguntarse ¿cómo sacar el mejor provecho de ellas? ¿Cuál es la manera de obtener sus propiedades medicinales?; hay muchas formas de hacerlo, por ejemplo en cataplasmas o ungüentos.
La manera más sencilla y efectiva de aprovechar las hojas de guanábana es en forma de té. El té nos permite obtener las bondades medicinales de estas hojas de forma natural, sin aditivos. ¿Cuántas hojas necesitas para preparar este té? A continuación, te mostramos los ingredientes exactos y la preparación ideal de un té de guanábana.
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