Receta de merengue Italiano

¿Has pasado por una pastelería y te has quedado mirando los deliciosos pasteles con diversas decoraciones con una crema blanca que te llama la atención y atrae tu mirada? ¿Cuándo ves tartas o dulces revestidos de merengue no sientes una fuerte atracción a meter tu dedo y probar un poco de esa tan atractiva crema?

El merengue es una crema blanca, densa y brillante que tiene muchos usos en el ámbito de la repostería, aunque el más conocido es el de decorar pasteles, o hasta incluso cubrirlos, pero con el merengue podemos hacer muchas más cosas, como decorar otros tipos de delicias de la repostería, como los cupcakes o incluso servir de relleno para algunos dulces ¿Conocéis las milhojas de merengue? Están deliciosas y su ingrediente principal y clave para que estén tan deliciosas es ofrecer un exquisito merengue. El merengue se puede cubrir con ciertos siropes, o incluso con chocolate, se puede quemar con la ayuda de un soplete, e incluso se puede meter al horno y conseguir que quede crujiente, ofreciéndonos otro postre sencillo de hacer.

A muchas personas les parece una tarea casi imposible de realizar en la cocina, ya que muchas no consiguen llegar a conseguir una textura densa, y otras, en cambio, aunque la consiguen, finalmente comienza a soltar un poco de líquido hasta que el merengue se desmorona y queda como una separación de agua y algo que parecía ser una crema derretida.

Sí que se puede conseguir hacer un buen merengue con su textura dura y brillante perfecta para darle forma y realizar distintas decoraciones con él, pero es importante seguir unas cantidades específicas de ingredientes y cumplir también con un paso a paso que te enseñaremos.

Si estás deseando aprender cómo hacer merengue Italiano y meterte pronto a la cocina para practicar y usarlo en tus deliciosos postres presta atención al siguiente artículo de doncomos.com donde vamos a mostrarte cómo conseguir hacer merengue Italiano de forma fácil e infalible.

Merengue Italiano, no Suizo o Francés

Existen tres tipos de merengues, el Italiano, el Suizo y el Francés. Cada uno se diferencia por el proceso que lleva conseguirlo, en general podemos decir que el Italiano es el más complicado, pero no es imposible de hacer en casa.

Los dos ingredientes principales de los distintos merengues son: las claras de huevo y el azúcar.

Para realizar el merengue Francés se baten las claras a punto de nieve, y cuando empieces a ver que comienza a hacer espuma se debe añadir el azúcar mientras sigues batiendo hasta lograr una crema densa y brillante.

Si usas el método para hacer merengue Suizo, entonces debes calentar las claras de huevo y el azúcar a la vez al baño maría. Una vez que lleguen a los 55 grados centígrados, entonces podrás empezar a montar el merengue.

Por último tenemos el merengue Italiano, que es el que vamos a enseñarte a hacer paso a paso y de forma más extendida ya que es el que nos interesa, pero antes que nada debes saber que puedes montar las claras haciendo uso de un batidor manual o de un batidor eléctrico. Además también es necesario que consigas un termómetro para caramelo, ya que la temperatura del almíbar exacta será la clave para que el merengue se monte bien y no se deshaga al momento.

Además, si quieres que las claras se monten con facilidad es importante que uses un cuenco bien limpio y seco, y que las claras a usar no contengan ni la más mínima cantidad de restos de yemas.

Cómo hacer merengue Italiano

Vamos a empezar a hacer este merengue Italiano separando muy bien las claras de las yemas. Recuerda que para que las claras no te den problemas a la hora de montarse es muy importante este paso y que no queden restos de yemas en las claras. Los huevos deben estar a temperatura ambiente cuando vayas a empezar a preparar el merengue. Coloca las claras en un cuenco lo suficientemente grande como para batir y remover. También las puedes poner en el recipiente de la batidora eléctrica directamente. Comenzaremos a montar las claras batiendo con una batidora de varillas o una eléctrica. Mientras empezamos a batir añadiremos el crémor tártaro, o en su caso unas gotitas de zumo de limón si no has conseguido el crémor. (El crémor tártaro o el zumo de limón son claves, ya que estabilizan la mezcla y permite que las claras se monten sin problemas y que además no se nos baje el merengue).

Una vez que las claras se han montado hasta llegar a estar a punto de nieve dejaremos de batir y las reservaremos mientras nos ponemos a preparar el almíbar.

Pon una olla o un cazo al fuego a una temperatura alta. Añade el azúcar y el agua y lleva la mezcla al punto de ebullición. Dejaremos que hierva para crear un almíbar denso. Remueve con la ayuda de una lengüeta para que no se formen grumos y además para que no se pegue al cazo. Debemos dejar que la mezcla alcance una temperatura de 110 grados centígrados, de ahí que sea importante contar con un termómetro para caramelo. La correcta temperatura de nuestro almíbar es una de las claves para conseguir un merengue perfecto. Si no contáis con un termómetro, un truco que podéis hacer, aunque no es del todo seguro ni preciso es coger un poco del almíbar con una cuchara, y si se transforma rápidamente en una bolita, es que ya está a la temperatura.

Una vez que el almíbar ya está en su punto, nos llevaremos el cazo cerca de donde tenemos las claras. Volvemos a empezar a batir las claras que habíamos dejado a punto de nieve con la batidora a alta velocidad. Mientras batimos vamos añadiendo el almíbar lentamente, de forma que vaya cayendo en el bol formado un fino hilo.

Es importante que se respeten estas dos distintas velocidades, ya que si las claras no se están batiendo a alta velocidad o el almíbar se añade demasiado rápido se corre el peligro de que las claras no cuajen y por ende que no consigamos hacer el merengue. Pero no te preocupes, en general no se suele batir muy despacio, por lo que no se corre tanto peligro de que no cuajen las claras.

Termina de incorporar el almíbar sin dejar de batir incluso después, ya que debes seguir batiendo a alta velocidad hasta que consigas una textura densa y brillante, entonces el merengue ya estará listo, pero para asegurarte, debes fijarte en que el bol ya esté casi totalmente frío.

Ahora que tu merengue está listo puedes usarlo en distintas recetas y saborear el delicioso resultado de tu esfuerzo. Recuerda que el merengue debe conservarse en un recipiente de cristal bien limpio y seco, y debe ser tapado, en caso de que tu recipiente no cuente con tapa, ponle papel film. El merengue puede durar en perfecto estado en el refrigerador durante unos 3 días.

Si después de terminar de montar el merengue tienes problemas para limpiar el cazo porque el almíbar ya se ha convertido en caramelo, lo mejor que puedes hacer para limpiarlo sin mucho esfuerzo es llenar el cazo de agua, ponerle un chorro de jabón de cocina (lavavajillas) y lo pondremos al fuego hasta que hierva. Una vez que el agua haya hervido podemos vaciar el agua con cuidado de no quemarnos y limpiar el cazo como siempre. Además, podéis aprovechar y meter el termómetro dentro del cazo con agua para que también se debilite el caramelo del termómetro.

Si deseas darle un toque diferente a tu merengue incorporando algún sabor suave que combine bien con la repostería a la que se lo vas a poner y que le aporte mayor sabor o incluso un sabor diferente, puedes agregarle un poquito de alguna esencia al merengue, justo después de que hayas terminado de añadir el almíbar y que sigas batiendo el merengue hasta conseguir la textura adecuada. Las esencias más recomendadas son: la de vainilla, la de canela y la de limón.

Además, el merengue es una crema que combina muy bien con el sabor cítrico del limón, por lo que se suele recomendar añadir esta crema para decorar o acompañar postres con el sabor ácido del limón, ya que la mezcla de sabores se convierte en un gran manjar para nuestro paladar, permitiendo saborear un perfecto equilibrio entre el dulce y lo amargo en un perfecto equilibrio. Por ejemplo podrías realizar un bizcocho de limón y decorarlo por encima con merengue.

Aquí tienes el paso a paso completo y bien especificado sobre cómo hacer merengue Italiano, así que ya no tienes excusa, ahora puedes decorar tus pasteles y comenzar a usar un merengue delicioso y casero en tus recetas de repostería.

Que Necesitas

Ingredientes para el merengue Italiano

  • 3 claras de huevo de la talla M preferiblemente
  • 200 gramos de azúcar blanca normal
  • 60 ml de agua
  • ¼ de cucharada de crémor tártaro o unas gotas de zumo de limón

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1 Comentario
  1. Yaelis dice

    Yo soy principiante …hago el merengue italiano pero a veces se baja rápido aun incorporandole el crémor tártaro ..cuando quiero hacer una figura ya no hace nada sale sin nada de figura ..o se quita rápido del pastel

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