Cómo utilizar la harina de garbanzo


Los garbanzos son legumbres con importantes cualidades nutritivas y culinarias. Son originarios del Mediterráneo Oriental, específicamente, en países como Grecia, Turquía y Siria. Además, pueden encontrarse en Europa Central, siendo los españoles los pioneros en cultivarlo en el norte de América del Sur.

El garbanzo representa una de las variedades más antiguas de la familia de las habichuelas/judías, las cuales eran consumidas en el antiguo Egipcio, así como en el Imperio Romano. Para esa época, se tenía la firme creencia de que se debía honrar a los alimentos que proporcionaba la huerta/granja, debido a las innumerables propiedades benéficas que aportaban al organismo; por tanto, llegó a ser utilizado como apellido, a fin de rendirle tributo. Como muestra de ello, mencionamos a Marco Tulio Cicerón, firme creyente de esta tradición, por ello, llevaba el apellido Cicerón, pues, «cicer», sería el significado de garbanzo en latín.

Esta hortaliza contiene altas fuentes proteicas, además, de contener múltiples vitaminas (ácido fólico, complejo B, y otras) y minerales (potasio, hierro, zinc, entre otras). Suelen ser uno de los principales alimentos de la dieta vegetariana, actuando como un aporte energético de proteína vegetal. Los garbanzos, se encuentran conformados por hidratos de carbono lo que resulta ser benéfico para la salud al ser un gran aportador de fibra. A su vez, presenta altas cantidades de ácido fólico, lo que influye en el desarrollo de la circulación y fortalecimiento del corazón, por ende, suele estar presentes en las dietas suministradas a las mujeres embarazadas.

Igualmente, los especialistas lo recomiendan para controlar el colesterol y los triglicéridos, puesto que, los garbanzos son ricos en ácidos grasos que al momento de combinarse con el agua, permiten la expulsión o reducción de las grasas malas. Asimismo, es indicado para controlar la ansiedad de comer, pues, las diferentes propiedades que posee permiten abordar el descontrol que produce el hambre en algunas personas. Y al consumirlos, aparte de saciarla, se absorben variedades de vitaminas.

Ahora bien, del garbanzo suelen desprenderse otros alimentos. Bien sea al hacerlos enteros, produciendo sopas y cremas, generalmente. Sin embargo, también se puede obtener de él, harina. Como bien sabemos, este polvo se obtiene al triturar algún cereal o semilla; incluyendo al garbanzo. Entonces, al desintegrar esta legumbre, se obtiene la harina de garbanzos, la cual es la base de innumerables, exquisitas y nutritivas recetas.

Pues, la harina de garbanzos es un tipo de harina que se obtiene al triturar garbanzos secos, por ende, es natural e ideal para celíacos, dado que no contiene gluten. Y, es más beneficiosa que la tradicional harina de trigo, refinada y procesada que genera en nuestro cuerpo, el mismo efecto que una cucharada de azúcar. Así, la harina de garbanzos se conoce en el continente africano como: «besan».

En las dietas vegetarianas, suele estar presente este tipo de harina para preparar, principalmente, pan. Aportándoles grandes beneficios y un rico olor y sabor. Asimismo, con ella se pueden preparar deliciosas tortillas, parecidas a las de maíz, o harina de trigo tradicional. Por ello, los veganos basan su alimentación saludable en este tipo de polvo.

Si tú eres vegetariano, o quieres aprovechar las magníficas propiedades que te aportan los garbanzos, pero no sabes ¡Cómo utilizar la harina de garbanzo!, a continuación, te brindamos algunas ideas:

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