¿Qué es una Placa Base y para qué sirve?

La placa base, también conocida como placa madre placa principal, es uno de los elementos de hardware fundamentales para el funcionamiento de un ordenador. Por ello es un concepto que seguro que has escuchado si estás al tanto del mundo de la informática. No obstante, tanto si ya lo has escuchado como si no, te vamos a explicar qué es una placa base y para qué sirve. Así podrás resolver todas tus dudas.

Qué es una placa base

La placa base es la parte más importante de un ordenador, un componente de vital importancia para su funcionamiento. De ella dependerá la arquitectura del resto del equipo en lo que se refiere a sus diferentes componentes internos. De ahí que sea tan importante estudiar con detenimiento el modelo a elegir antes de realizar una compra.

Cada placa se encuentra concebida para poder colocar en ella unos determinados componentes, marcando unas determinadas capacidades y velocidad. A la placa base van conectados la gran mayoría de los componentes de un ordenador. Además es la encargada de establecer la comunicación entre el procesador (CPU), la memoria RAM o la tarjeta gráfica, y los periféricos que pueda haber instalados, como el teclado, la pantalla o el ratón, entre otros.

En todas  las placas bases se deben instalar cuatro componentes fundamentales para el funcionamiento de un ordenador, siendo estos los siguientes:

  • La fuente de alimentación.
  • La memorira RAM
  • El procesador (CPU)
  • Unidades de almacenamiento (discos duros, SSD…)

Funcionamiento de una placa base

El funcionamiento de una placa base es complejo, principalmente debido a que existen numerosos componentes instalados a ella. No obstante, hay que partir de la base que existen diferentes elementos principales que son parte del proceso de arranque de un ordenador y que se deben sustentar en la propia placa para poder llevar a cabo el mismo.

En primer lugar, lo que hace la placa madre, antes de empezar a cargar el sistema operativo instalado en el disco duro, es arrancar los diferentes componentes conectados a ella. El programa que está situado en la BIOS es el encargado de analizar todos estos componentes para detectar cualquier posible fallo o avería. En el caso de que lo encuentre emitirá una señal acústica, además de un mensaje que podría verse en pantalla, en el caso de que esta se inicie de la forma adecuada.

Una vez que la BIOS ha hecho la comprobación de los componentes, el bus interno que posee la placa base recibe la información por parte de las unidades de almacenamiento, es decir, de los discos duros.  Cuando la recibe se encarga de la conexión del procesador con la memoria RAM.

Tras este proceso, los datos que se refieren al sistema operativo ya estarán debidamente cargados en la memoria y se podrá arrancar el equipo. Al mismo tiempo, esta misma placa principal enviará señales a la tarjeta gráfica, tanto si está integrada en la propia placa madre como si es un componente externo.

A partir de ese momento, con el ordenador arrancado, se encargará de llevar a cabo el intercambio de datos que serán gestionados a través de los diferentes elementos que se encuentren debidamente conectados al procesador y el bus de este componente.

Tipos de placa base

La placa madre se puede presentar en diferentes formatos. De esta manera podrás adaptar al que resulte más apropiado para el tipo de caja de PC que hayas elegido.

En función de sus características y tamaño te puedes encontrar con las siguientes opciones:

E- ATX

Este es el formato más grande de placa base que se puede encontrar en el mercado actual. Cuenta con unas dimensiones de 305 x 330 mm. Habitualmente cuentan con diferentes ranuras para poder colocar tarjetas de expansión, además de ofrecer una mayor comodidad y funcionalidad a la hora de instalar tarjetas gráficas y un número de slots de memoria RAM que pueden llegar a 8.

ATX

Desde el año 1995 se encuentran a la venta las placas ATX, siendo las más habituales y las más sencillas de poder encontrar. Las dimensiones generales son 305 x 244 mm, si bien es cierto que algunos fabricantes y en algunos modelos han modificado ligeramente las mismas. No obstante, los agujeros para su colocación en las cajas de PC se encuentran en el mismo lugar, de forma que cumplen con los estándares marcados para facilitar su instalación.

Este tipo de placas se emplean habitualmente para todo tipo de equipos, desde quienes los utilizan para trabajo como para los gamers. En gran parte es debido a que ofrecen una gran versatilidad y muchas opciones de expansión. Habitualmente se cuenta con siete slots de expansióncuatro ranuras para memorias RAM.

Micro ATX

Este tipo de placas madre tienen un tamaño de 244 x 244 mm. Esto hace que tengan un formato cuadrado y que sean más pequeñas que las ATX. Están principalmente para su uso en el ámbito de la ofimática, es decir en oficina.

Esto es debido a que se da en usuarios que no requieren de una gran capacidad de expansión en sus equipos y que, además, así pueden disfrutar de cajas para PC de tamaño más reducido.

Como mucho ofrecen cinco slots de expansión, aunque lo más habitual es que sean tres. Además cuentan con espacio para cuatro memorias RAM. Hay que prestar atención al chasis para que sea compatible con su uso.

Mini ATX

Este es el tamaño más reducido de placas base que se puede encontrar para los equipos en el terreno doméstico. Cuenta con unas dimensiones de 170 x 170 mm y se fija a través de cuatro agujeros que coinciden con los de las placas ATX. Por ello serán compatibles con los chasis para ese tipo de tarjetas.

En este caso estamos ante unas placas madre que solo ofrecen un slot de expansióndos ranuras para memoria RAM.

Otros formatos

Además de los anteriores existen otros formatos como son el XL-ATX. No obstante este tipo de placas madres no son muy habituales, sobre todo en una gama media o baja, estando más reservados para la alta Premium.

 

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