Cómo exfoliar el rostro
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Exfoliar el rostro es una parte esencial de la rutina de cuidados de la piel. Con este método lograremos que nuestra cara quede radiante y bonita, ya que elimina las células muertas y las impurezas, regenerando el cutis. Esta táctica también permite que la piel absorba mejor los productos cosméticos
¿Cada cuándo hay que exfoliar el rostro?
Este tratamiento no es debes hacértelo a diario, ya que tu piel se secaría y se escamaría. Lo recomendable es que te lo hagas una vez a la semana o cada 15 días. Puedes hacerlo tu misma en casa, comprando algún producto en el supermercado más cercano o puedes elaborarlo con productos que seguramente tienes en casa. Otra opción es ir a un centro de belleza, pero esto es más caro.
Desde Doncomos apostamos por un tratamiento natural con productos caseros, ya que sabes lo que te estás aplicando en la piel y que no contiene ningún tipo de químico. Hay múltiples recetas de exfoliantes caseros que puedes encontrar en internet, pero una de las más sencillas consiste en mezclar 7 cucharadas de azúcar con 5 cucharadas de aceite hasta que quede una pasta homogénea.
¿Cuáles son los beneficios de exfoliar tu rostro?
El principal beneficio de este método es que limpia, purifica y tonifica la cara. También renueva las células, activa la circulación, regula la grasa y elimina la sequedad de la piel.
¿Que necesitas para exfoliar el rostro?
- Mascarilla exfoliante casera.
- Un cintillo, una cinta o una banda.
- Una toalla
Instrucciones para exfoliar el rostro
- El primer paso es utilizar el cintillo (o lo que hayas escogido) para despejar el pelo de la cara, de forma que no moleste y no se ensucie con la mascarilla.
- Este es el momento preciso para hacer la crema. Coge un recipiente y mezcla los dos ingrediente que se han comentado anteriormente (7 cucharadas de azúcar y 5 cucharadas de aceite). Una vez la pasta sea consistente, puedes pasar al siguiente punto.
- Antes de aplicar la crema exfoliante es muy importante que humedezcas tu cara con agua tibia o, pon un paño mojado durante uno o dos minutos sobre el rostro para que los poros se abran. Este paso es fundamental ya que es importante que la piel esté libre de impurezas y también permite que el producto se extienda mucho mejor.
- Cuando los poros ya estén abiertos, es hora de aplicar la mascarilla. Para hacerlo, puedes utilizar un trapo para recoger la pasta y después llevarla a tu rostro o utilizar tus dedos para ponértela directamente en la cara, que es la mejor opción. No es necesario que presiones o hagas fuerza ya que solo lograras que la tez se enrojezca sin tener por ello un mayor efecto, es mejor untarla con movimientos suaves circulares por toda la cara (evitando las zonas cercanas a los ojos). Con delicadeza conseguirás eliminar de forma eficaz todas las células muertas.
- Es aconsejable que al aplicar la crema lo hagas siempre en sentido ascendente, desde el centro de la cara y la barbilla hacia las orejas y la frente. De este modo la piel se mantendrá más tersa.
- No es necesario que estés mucho tiempo frotando la piel, con dos o tres minutos basta.
- Seguidamente, retira toda la mascarilla con agua fría para conseguir que los poros se cierren y tu rostro tenga un aspecto más luminoso y hermoso. Comprueba que no queda ningún resto de la pasta en tu cara.
- Por último, a la hora de secar la piel, utiliza la toalla. Pero no frotes con fuerza la cara porque con esto lo único que lograrás es irritarla y enrojecerla. Es mucho mejor dar pequeños golpecitos con la toalla. Cuando la piel esté totalmente seca es recomendable que apliques tu crea hidratante habitual y notarás como tu piel la absorbe mucho mejor de lo que lo hacía antes.
Consejos para exfoliar el rostro
- Es muy importante que no apliques la mascarilla exfoliante con la piel seca. Esto podría irritar y dañar tu piel. Por eso debes esta muy pendiente y tener siempre la piel húmeda, que no mojada.
- No pienses que por frotar más fuerte y más rápido tu cara vas a conseguir unos resultados mucho mejores. Todo lo contrario. De esta forma solo lograrás que tu piel se vuelva roja, se irrite y se enrojezca. La mascarilla debe aplicarse con movimientos suaves y circulares, con delicadeza. Hay que mimar el rostro.
- No creas que por administrar este tratamiento a tu cara con mucha frecuencia vas a conseguir la espectacular piel que deseas. Todo lo contrario. Un uso abusivo (varias veces por semana) de este procedimiento lastimará tu piel, dejándola sin su protección natural. Lo recomendable es aplicarla una vez por semana, dos a lo sumo. Más es demasiado.
- Los resultados serán mucho más satisfactorios si después de la mascarilla te aplicas tu crema hidratante habitual. Con esto lograrás que tenga mayor vitalidad y lucirá suave y brillante.
- Es mejor que utilices productos naturales y te hagas con ellos tu propia crema, ya que no todos las cremas comerciales son adecuadas a tu tipo de piel. Si no sabes cuál es tu tipo de piel o sufres de alguna alergia a los cosméticos, hacerte en tu casa tu propia mascarilla es la mejor opción.
- Respecto al apartado anterior, hay que tener en cuenta que en internet existen multitud de recetas para hacer una mascarilla exfoliante. Antes de hacer debes fijarte que no contenga ningún producto que sea agresivo con la piel y, bajo ningún concepto, cambies un ingrediente por otro que tengas a mano. Esto podría ser un grave error. Es mejor que, si no tienes los ingredientes que exige la receta, no la hagas.
- No es recomendable utilizar este tipo de procedimientos cuando la piel está irritada, ha sido expuesta al sol recientemente o te has depilado hace poco. Tampoco se debe hacer si tienes acné o alguna herida. Es mejor que esperes a que tu cara esté sana.
- Por otra parte, no es aconsejable que te depiles, te broncees o te pongas otro tipo de cremas que no sea la hidratante después de exfoliarte porque la piel estará muy sensible y desprotegida.