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Para alcanzar el éxito en la sociedad actual no es suficiente ser un buen trabajador. La competencia y el desarrollo, que andan de prisa, nos arrastran de la mano y nos llevan corriendo de puntillas. Es por ello que tanto el hombre como la mujer deben servirse de una serie de destrezas o habilidades que complementarán su desempeño como profesionales, haciendo de su fuerza laboral un paquete más atractivo para el mercado empresarial.
El mercado laboral es uno de los más atroces, donde la competencia es tan cruel que usted como profesional no puede permitirse siquiera una debilidad, de lo contrario, sus contrincantes la tomarán como bandera para desacreditarlo en aras de ampliar suSs posibilidades. No lo tome a mal, es la competencia, y sobreviven siempre los fuertes, aunque eso no garantice que sean los mejores.
Aún cuando el mercado laboral puede ser injusto, la realidad es que existe, y usted debe aceptar sus condiciones, adaptarse, si quiere prevalecer. Es por ello que puede resultar interesante hacerse de habilidades que lo ayuden a conocer el entorno, a determinar los puntos débiles de los demás colegas a su alrededor.
No proponemos para nada que usted ahora se centre en vigilar a cada individuo que pase por su lado, usted no es mala persona y nosotros no pretendemos que lo sea, solo se trata de saber identificar cada situación, y sin hacer daño a nadie, sacar todo el partido que pueda de ella. Por todo esto es importante que usted aprenda a desarrollar ciertas técnicas que además de fortalecerlo, mejorarán su vida profesional y social. Por supuesto, hablamos de cómo sellar un trato, o más sencillo aún, ¿cómo pactar?
¿Qué beneficios traerá para mi vida saber pactar?
Existen varios factores que mueven la sociedad actual, viarios hilos que determinan su curso, ¿y por qué no?, su futuro, como los delgados cordeles de los que pende una marioneta. Estos factores que venimos anunciando desde el inicio de nuestro artículo y tanta expectativa nos han creado son: El dinero, el poder y las influencias o relaciones.
Por supuesto que todos están mezclados y dependen unos de otros. El dinero nos lleva al poder, así como el poder nos proporciona dinero de las maneras más insólitas, de la misma manera que ambos sirven como escalón para subir a una posición social donde nuestras relaciones se vuelven mucho más selectivas e influyentes.
Si usted es rico de cuna ya lleva un paso adelante. Si no lo es, y pertenece a la inmensa mayoría que lucha por buscar su espacio, piense un poco, no tiene dinero y por tanto no tiene poder. En cambio, usted puede cultivar relaciones que le proporcionen mejores oportunidades, ya sea por su trabajo, o sencillamente por su simpatía. ¿Pero cómo logro esas relaciones?
Muchos le llaman a esto “Capital Relacional”, otros, un poco más osados le denominan “Capital Social”, término que resume una referencia tan crítica como jocosa, pero al fin y al cabo, hablamos de las relaciones sociales.
A diferencia de los otros dos factores las relaciones sociales pueden presentarse como la oportunidad que usted ha esperado toda la vida, pero ¿cómo identificarla?, ¿cómo saber si apostar por ella?
¿Cómo sé cuándo aprovechar las oportunidades?
Saber identificar una oportunidad puede resultar tan difícil como agotador, muy pocas personas han sido capaces de reconocerla, y créame que usted no es uno de esos iluminados. Es por ello que debe jugar con la estadística, ampliar sus oportunidades, abrir tres caminos para poder transitar por uno, o abrir ocho para seleccionar entre dos.
Aunque parezca poco calculado, o demasiado casual, esta estrategia tiene excelentes resultados. Por ello le recomendamos que abogue porque siempre sea la oportunidad esperada, de este modo, como buen pescador habrá lanzado varios anzuelos al agua, y de seguro uno de ellos picará.
Si no se siente convencido aun con la estrategia que le proponemos, investigue y notará que la historia está llena de personas que aprovecharon las oportunidades, la mayoría de ellos por accidente, porque jugaron a la estadística, tal y como nosotros le proponemos que haga.
Ejemplo concreto
Para que pierda su miedo y nos crea de una vez por todas, traemos al ruedo la historia de Cris Gardner, quien es probable que usted no conozca, pero qué tal si le decimos que es el verdadero protagonista de la película norteamericana The pursuit of happyness.
El filme, protagonizado por Will Smith en el año 2006, que fue record de taquilla y a más de uno le arrancó las lágrimas, es la verdadera historia de Cris, un hombre tan común como nosotros, que lanzó más de un anzuelo y cosechó el fruto del camino transitado.
¿Qué debo saber para lograr pactar?
Pactar es un arte, digo y quizás luego me quieran matar los artistas. Si lo miramos desde un punto de vista analítico, pactar tiene parte de planificación y otra parte intuitiva, que es la llamada corazonada, pero, ¿a cuál de las dos obedecer?
Saber por cuál de los caminos decantarnos puede resultar tan vital como engorroso, pues la virtud de pactar lleva un poco de plan y otro de espontaneidad, que bien dosificados pueden arrojar resultados impresionantes. Para ello proponemos algunos consejos:
- Siempre trate de que su interlocutor hable primero, así podrá hacerse una idea de que rumbo tomará la conversación y ello le dará ventaja para prepararse.
- Por muy preciado que sea su tiempo, ármese de paciencia y siéntese con calma a escuchar a su interlocutor, preste atención a cada detalle
- Por aburrida que parezca la conversación, muestre interés, no hay nada que agrade más que sentirse escuchado.
- Trate de volver la conversación a su favor pero no se exceda, es muy importante que su interlocutor se sienta bien.
- Proponga un trato justo, sólido, que perdure, si propone un trato unilateral, corre el riesgo de ser rechazado.
- Considere cada idea y si es pertinente rechácela con un argumento sólido. Si es una buena idea, abrácela, deje el orgullo a un lado y piense en los beneficios que esta idea le puede reportar aunque no se le haya ocurrido a usted.
- Sea natural, representar un papel determinado por el solo hecho de agradar casi siempre desemboca en en caos.
- Preste mucha atención a la palabra “No”
La influencia de la palabra “No” sobre un buen pacto
Lograr el éxito en un pacto consiste en llevar a nuestro oponente hacia nuestro terreno, convencerlo del trato desde nuestro punto de vista. De esta forma, cuando le reorientemos la realidad, lo convenceremos de nuestras condiciones y sin querer ya habremos ganado el pacto.
Para todo ello es importante su carisma. Hacer que todo parezca primordial, centrar la atención en cada uno de los detalles, y el resto de las cosas se irán hilvanando una tras otra. El resto… el resto es publicidad.
Es por ello que debe centrarse en la palabra “No”, que a fin de cuentas, en el momento del pacto, es la palabra que nos limita, la que lo detiene y lo hace sentir inconforme. La que aborta la operación en cualquier momento.
Así referimos a usted los consejos que creemos pertinentes para mejorar su futuro. Ponemos en el tablero la solución que consideramos y esperamos su colaboración, como siempre, pues usted que es un lector obediente y sincero, merece un futuro mucho más holgado, mejores oportunidades y un camino a transitar donde todos le sonrían.
Así que ponga en marcha nuestros sencillos pensamientos, aporte un poco de su experiencia y vea como su vida va cambiando para bien, ¿Sabe por qué?, ¿no lo sabe todavía? Porque ha aprendido, “Cómo pactar”.