Cómo hacer investigación living lab
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Dicen que los niños cuando están solos, son muy inventores. Pero la verdad es que solo dejan volar su imaginación. Cuando están solos no hay nadie que les impongan límites y, por consiguiente, pueden hacer todo cuanto se les antoje.
Con el paso del tiempo, al ir creciendo, el niño se va adaptando a las reglas y normas impuestas por la sociedad, lo que hace que su capacidad creativa se vea afectada, ya que, lo que para él puede ser arte pintado en una pared, para otros es considerado como un acto de vandalismo.
Los niños se encuentran en un proceso constante de creación. Algunos inventan historias. Otros, componen sus propias canciones y hay quienes crean personajes ficticios y amigos imaginarios con los que comparten a diario.
Hay niños más atrevidos que tienen su propio laboratorio en donde realizan experimentos científicos y sueñan con cambiar al mundo y eliminar enfermedades. Muchas veces, hacen estas cosas pensando en el bienestar de los demás, quizás de algún familiar o amigo enfermo.
Lo cierto es que, aunque la gran mayoría de nosotros, al crecer, deja a un lado su creatividad y sus ganas de experimentar, siempre hay quienes continúan adelante y logran alcanzar sus sueños. Tal es el caso de quienes trabajan en lo que hoy día se conoce como living lab o laboratorios vivientes.
¿Has escuchado hablar de ellos? Si no es así, ¿te gustaría conocer más sobre el tema? Si tienes nociones básicas de lo que se trata, ¿te gustaría unirte a una investigación living lab o desarrollar la tuya propia? ¿Qué necesitas para ello? Si te interesa conocer las respuestas de estas y de otras interrogantes, este post se ha escrito pensando en ti. Aquí encontrarás todo lo que necesitas para incentivarte y darle a tu creatividad una segunda oportunidad.
Instrucciones para hacer investigación living lab
Al hablar de living lab, me refiero a un banco de pruebas reales, a un entorno de experimentación en donde los usuarios y los productores conviven para co-crear y para innovar. Esto, con el objetivo de idear productos, servicios y edificios que estén acorde con las necesidades reales de la sociedad o la localidad.
Durante este proceso suelen intervenir los colectivos públicos y los privados. En cuanto a los escenarios que se ofrecen, se tratan de espacios ideales para el desarrollo de prototipos tecnológicos que luego deben ser probados, para mejorar el bienestar de los ciudadanos y que, a su vez, tendrán una efectividad real y probada.
Los livings lab se basan en 4 actividades principales:
- La co-creación. Es decir, el co-diseño de los usuarios y de los productores.
- La exploración. Se trata del descubrimiento de usos emergentes, pero también de comportamientos y de oportunidades del mercado.
- La experimentación. Es la implantación de un escenario vivo en las comunidades de los usuarios.
- La evaluación. Tal como su nombre así lo indica, en esta fase se evalúan los conceptos, productos y servicios bajo diferentes tipos de criterios, como los socio-ergonómicos, los socio-cognitivos y los socio-económicos.
Los livings lab se emplean con la finalidad de añadir valor al proceso de innovación y dependen de 3 condiciones fundamentales. Es decir, con la estrategia de la innovación abierta, con la aproximación metodológica de la innovación, la cual está centrada en las personas y con la formación de un espacio ideal para la promoción del pensamiento.
¿Que necesitas para hacer investigación living lab?
La idea de estos lugares para innovar surgió en un momento de la historia en donde la oferta de productos superó a la demanda. En vista de eso, las empresas se vieron en la obligación de adaptar sus estrategias de mercado para competir con otras empresas en cuanto a innovación y calidad del producto se refiere.
Es necesario que tengas en cuenta que innovar se refiere a la capacidad de ofrecer nuevos productos al consumidor. Por consiguiente, la calidad del mismo debe satisfacer la necesidad del consumidor, a fin de fidelizarlo con la marca.
No obstante, como es natural, para innovar hace falta que surjan ideas. Lo mismo que para mejorar la calidad de un producto. Asimismo, es necesario tener información relacionada con la experiencia de los usuarios que lo requieren, así como de sus circunstancias particulares.
Con el paso de los años, el concepto de living lab o laboratorio viviente, ha ido evolucionando hacia un ambiente de investigación mucho más complejo. En este caso, diferentes disciplinas, como la eficiencia energética, ciudades inteligentes, la sustentabilidad, la movilidad, la vida asistida, el cuidado de la salud, entre otras, se han estudiado en contextos completamente reales.
En la actualidad, se trata de un ambiente propicio para la experimentación, en donde se le da forma a la tecnología en contextos de la vida real y en donde a los usuarios se les considera como participantes en el proceso creativo.
En este sentido, las universidades cuentan con una gran oportunidad para implementar el sistema de los laboratorios vivientes, ya que cuentan con varios elementos a su favor, como la infraestructura, la tecnología y el personal capacitado.
La actividad creativa de estas comunidades académicas resulta de mucho valor comercial para las compañías, a fin de realizar evaluaciones y mejoras tecnológicas para enriquecer el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Por eso, ya sea que seas un profesional, con mucho deseo de experimentar y de dar un aporte a la sociedad en la que vives, o un estudiante universitario queriendo cambiar el mundo, tienes la oportunidad de participar en las investigaciones que se realizan en los livings lab.
Consejos para hacer investigación living lab
Ahora bien, en caso de que quieres hacer tu propia investigación de este tipo, debes tener en cuenta que este proceso implica vivir, trabajar, estudiar, jugar y divertirte mientras buscas soluciones centradas en los ciudadanos y en el proceso de innovación social.
A su vez, este proceso de innovación hace posible que se produzcan nuevas formas de competitividad y de productividad, así como la transformación sostenible de las costumbres actuales.
Todo living lab, o laboratorio vivo, tiene la finalidad desarrollar diferentes tipos de investigaciones multidisciplinarias, así como plataformas de pruebas, las cuales deben ir orientadas al entorno inmediato del ciudadano común, con especial atención en los nuevos productos y servicios que aparecen en el mercado.
Por lo general, estos nuevos productos y servicios son demandados por la sociedad y, tomando en cuenta que el entorno en donde predomina la integración tecnológica es cambiante, en ocasiones, la demanda llega a ser mayor que la oferta, y es aquí en donde entran en juego los livings lab. De ahí la importancia de mantenerte al tanto de cuáles son las necesidades de las personas de tu comunidad, a fin de poder idear la manera de satisfacerla.
Partiendo de esta idea, todo laboratorio vivo se plantea, constantemente, dos interrogantes: ¿Qué desean los usuarios? y ¿cómo esto puede llegar a ser producido? Por ello, se hace necesaria la realización de encuestas y de otro tipo de estudios de investigación, a fin de estar al día con la problemática social.
Todo este tipo de actividades de innovación abierta abarcan el desarrollo de diseños sobre la demanda, la masificación de audiencias, así como las soluciones para la generación actual.
Por supuesto, como es de esperarse, este tipo de proyecto se enfrenta a diferentes tipos de desafíos, uno de ellos es la creación de un modelo de operaciones óptimo, en donde se geste una alianza entre el gobierno, la academia y la empresa. Cuando se logre que estos tres sectores trabajen en armonía, y enfocados en un mismo propósito, se habrá recorrido la mitad del camino.
Asimismo, el living lab debe trabajar con un concepto abierto, en donde se permita la participación de todos los actores sociales, tal como si se tratase de una enorme red con un propósito en común.
Puesto que ya tienes claro lo que es un living lab, conoces cuáles son sus objetivos y cómo funciona, cuentas con la información necesaria para realizar tu propia investigación y aporte a la sociedad.