Todo lo que necesitas saber sobre las pesadillas
Contenido del Artículo
Nunca nos viene bien, pero lo cierto es que muchas veces pasamos noches de terror a causa de haber experimentado una pesadilla. En algunas ocasiones, además, estas pesadillas se repiten noche tras noche, o de manera muy frecuente, lo que puede desencadenar un miedo atroz a dormir e incluso a enfrentarnos a la oscuridad de la noche. Las pesadillas no suelen ser agradables para nadie, ni siquiera para aquellos que disfrutan de las películas de terror. Y es que, generalmente, somos nosotros los protagonistas de tramas macabras y terroríficas.
Si te suele pasar con frecuencia, debes conocer la información que a continuación te ofrecemos. ¿Qué significado poseen las pesadillas? ¿Son buenas, o malas? ¿Cómo puedo evitarlas? Coge papel y lápiz y toma nota de todo ello. ¡Te será de gran ayuda!
¿Qué son las pesadillas?
Llamamos pesadillas a aquellos sueños involuntarios, caracterizados por aspectos terroríficos, que nos suscitan estados emocionales negativos. En las pesadillas, suelen vivirse emociones como el terror, el temor y/o el asco, con altas dosis de ansiedad y estrés. Una pesadilla, además, puede cambiarnos el humor de todo el día, haciéndonos más irascibles y temerosos durante horas. Por ello, no es un sueño que deseemos tener, sin embargo, todos alguna vez hemos tenido alguna pesadilla, e incluso muchas personas dicen experimentarlas de manera habitual.
Las pesadillas han sido largamente estudiadas durante muchos años, debido a las características que posee y las emociones que suscita. Actualmente, se sabe a la perfección que elementos intervienen en las pesadillas, por qué se producen y cómo podemos evitarlas, llevando a cabo algunas tareas en nuestro día a día y evitando otras.
¿Qué interpretación poseen las pesadillas?
Las pesadillas pueden estar interpretando algún temor y/o una necesidad urgente de cambio en nuestra vida. En muchas ocasiones, aparecen en nuestra consciencia a través de la noche para recordarnos que no poseemos el control sobre algún asunto que queremos mejorar, sin que esté en nuestra mano. Quizás, también, nos está desvelando nuestra insatisfacción sobre algún aspecto de nuestra vida. En otras, nos habla de que nuestra preocupación por un tema en concreto es real y puede dominar nuestra vida.
En su interpretación no solo debemos tener en cuenta la historia que nuestra pesadilla nos ha relatado; también aspectos más concretos, como los elementos que aparecen, y una interpretación global de todos ellos, que resalte el conjunto de todo el sueño.
¿Tener pesadillas es sano?
Para contestar a esta pregunta deberemos saber cómo son de frecuentes nuestras pesadillas.
Si nuestras pesadillas son esporádicas, no deberemos de preocuparnos en exceso: Tener pesadillas aisladas en el tiempo es normal. Demuestran que estamos preocupados por algún asunto. También pueden acontecer en momentos de estrés. La preocupación y el estrés, en dosis moderadas, son buenos, pues nos incitan a la acción. Las pesadillas ocasionales nos demuestran que estamos haciendo uso de la parte favorable de estas emociones.
Ahora bien. Cuando las pesadillas se vuelven frecuentes, nos evidencian que realmente existe un problema que puede demandar atención médica y/o psicológica. Si son recurrentes, pueden deberse a problemas psiquiátricos, lo que a su vez puede ser muy peligroso, ante la necesidad de hacerlos realidad.
Las pesadillas pueden estar relacionadas con una mala gestión y educación del sueño, así como con diferentes carencias emocionales y vivenciales. Cuando llevamos un estilo de vida sano y saludable, con rutinas adaptadas a nuestro día a día y relaciones sanas, nuestro estado mejora y esto se traduce en nuestros sueños. En estos casos, las pesadillas son infrecuentes. En casos contrarios, suelen ser más habituales, hasta llegar a desarrollar problemas psicológicos y mentales. La tendencia a sufrir pesadillas es muy común en depresiones, trastornos de estrés postraumáticos e insomnio.
Debemos tener en cuenta que existen diferentes medicaciones que, por su composición y el efecto que causan en nuestro cerebro, pueden facilitar la vivencia de pesadillas. En estos casos, este problema puede solucionarse de manera muy efectiva con un cambio de medicación, que siempre deberá ser recetado y pautado por un profesional de la medicina.
¿Qué hacer para evitar las pesadillas?
Evitar ver películas de terror
Por mucho que nos guste este género, si la experimentación de pesadillas supone un problema para nosotros, será muy recomendable dejar de ver películas de terror. Sobre todo, por la noche. Nuestra mente almacena con mayor facilidad la información recibida en los últimos minutos, por lo que una sesión de cine de terror antes de acostarnos puede ser el detonante de nuestra pesadilla.
Poseer una buena educación del sueño
Y esto es tomar acciones habituales, como acostarse a la misma hora, eliminar distractores que puedan entorpecer nuestro sueño, gestionar el estrés de manera adecuada y acostarse pronto.
En ocasiones, todo ello demanda la ayuda de un especialista para hacer frente, sobre todo si las pesadillas han sido frecuentes durante un tiempo atrás y han desencadenado algún tipo de problema. El insomnio y la fobia a la oscuridad son los frecuentes.
Por todo ello, es importante conocer todo lo que rodea a las pesadillas para poder poner solución a su experimentación y liberarnos de las emociones tan negativas que nos suscitan.
Demostrado está que las pesadillas son el resultado final de nuestros procesos vivenciales, de nuestras emociones y nuestros estados mentales. A su vez, pueden desencadenar otros tipos de vivencias que no resultan agradables, creando una especie de espiral que puede hacerse demasiado estrecha si no le ponemos solución cuanto antes. Abordar el problema desde el principio es lo más adecuado.