Cómo cuidar un bonsái
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El bonsái es el arte de modelar una escena de la naturaleza en tamaño mínimo utilizando diversas técnicas de jardinería. También llamamos bonsái al resultado de llevar a cabo esta disciplina, es decir, al “árbol”. Si este arte te ha atrapado hasta el punto de querer hacerte con un bonsái debes saber que sus cuidados son exhaustivos y requieren de gran maestría y habilidad para conservarlos. Si lo que quieres es hacer un bonsaí desde cero, lee cómo hacer un bonsái. En este artículo, te enseñamos cómo cuidar un bonsái ya cultivado y modelado. Si aún no disfrutas de esta planta pero quieres cultivar y cuidar un bonsái lee «CÓMO HACER UN BONSÁI«.
¿Que necesitas para cuidar un bonsái?
- Un bonsái.
- Agua de riego.
- Pulverizador.
- Abono específico.
- Tierra o sustrato específico.
Instrucciones para cuidar un bonsái
- Elige qué lugar ocupará tu bonsái en el hogar, es decir, ten claro si se emplazará en interior o exterior, pues este factor determinará muchos de los cuidados que la planta necesita.
- Cada especie de bonsái requiere unos cuidados específicos por lo que es importante que te informes de las particularidades de cada especie para cuidarla y mantenerla en condiciones óptimas.
- Adquiere un bonsái que se encuentre en buen estado. Con ello nos referimos tanto a que posea una buena salud como que esté siendo cultivado en condiciones óptimas.
- Riego. En general, el bonsái necesitará agua cuando la capa visible de tierra (la de arriba) se esté secando. Si bien, esta máxima no tiene porque cumplirse siempre. El riego lo determina:
- Las características de la especie de bonsái que hayas elegido. Conociéndolas de antemano sabrás si tu planta requiere algo más de agua -o algo menos-.
- La ubicación del bonsái. Cuanta más radiación solar directa reciba más rápido se vaporará el agua y, por tanto, más veces habrá que regar el bonsái.
- Dependiendo de la época tenemos que, al igual que con la ubicación, en los meses calurosos el bonsái necesitará ser regado con más frecuencia. Así mismo, durante la primavera también debemos regar abundantemente ya que es la estación de actividad de las plantas.
- Evidentemente, según la capacidad de la maceta deberemos regar a diario y en pocas cantidades o espaciando los riegos si son de mayor cantidad de agua.
- Pulverizado. Sirve para limpiar las hojas y refrescar nuestro bonsái.
- Pulverizaremos las hojas, sin apuntar directamente, sino dispersando el agua por encima y alrededor.En exterior será opcional, dependiendo de la existencia de rocío mañanero, de la lluvia y de la temperatura. Si nuestro bonsái se mantiene fresco y limpio de manera natural no será necesario.
- En interior sí debemos pulverizarlo ya que no hay ninguna otra fuente que lo limpie y refresque.
- Abonado. El bonsái, al igual que cualquier otra planta de maceta, necesita que se le suministren nutrientes de vez en cuando, pues, tarde o temprano, se le agotarán. En general, el abonado será continuado y en pequeñas cantidades, si bien, al igual que el riego, otras condiciones como la especie, el tamaño de la maceta, etc.
- En general, si las características y condiciones no dictan lo contrario, el abonado será el indicado anteriormente, intensificando en primavera, ya que el bonsái tendrás más actividad, y en otoño, para preparar nuestra planta para los meses fríos.
- Además, deberemos seleccionar un abono con propiedades beneficiosas para nuestra especie.
- Trasplante. Llegará un punto en la vida de nuestro bonsái en que la tierra, deteriorada, impida el correcto desarrollo del bonsái debido a la dificultad para que el agua y el oxígeno circulen. El trasplante de un bonsái ya maduro se realizará cada tres o cuatro años, utilizando tierra de grano fino, para mantenerlo.
- Poda. Una vez que el bonsái tiene su forma propia, la poda sólo sirve para que no la pierda, es decir, nos limitaremos a cortar las ramas y hojas que estén modificando la forma de nuestro bonsái.
- Para podar, utiliza herramientas especiales que favorezcan la cicatrización de la planta.
- Tras podar, aplica una pasta selladora a fin de que el bonsái no se infecte de hongos, bacterias o virus.
- Enfermedades. Las enfermedades de los bonsáis son muy diversas difíciles de tratar. Nunca actúes por tu cuenta sin conocer la opinión de un profesional, y sigue sus instrucciones.
- Si tu bonsái está cerca de una pared deberás rotarlo para que todas sus ramas y hojas reciban luz suficiente y que su modelado no se vicie.
- No dejes que el musgo tape la totalidad de la superficie de tierra pues este impedirá que la planta respire.
Consejos para cuidar un bonsái
- Elige un bonsái lo más grande posible ya que modelar la planta puede resultar difícil hasta que se adquiera algo de experiencia.
- El olivo y el ficus ofrecen buenos resultados visuales aunque sean grandes.
- Si has seleccionado un bonsái de interior, asegúrate de que recibe suficientes horas de Sol diaria pues necesita la incidencia de los rayos solares para desarrollarse.
- No utilices el pulverizado como método de riego pues el agua no se filtrará lo suficiente para alimentar las raíces.
- No muevas tu bonsái de exterior al interior y viceversa, lo estarás sometiendo a la presión de tener que cambiar y regular sus ritmos de respiración y fotosíntesis.