Hacer tu propio jardín zen

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Uno de los jardines más envidiados, más relajantes, armoniosos, serenos, que inspiran paz y tranquilidad, son los jardines llamados zen. Estos jardines están inspirados en la filosofía tradicional japonesa. Por eso, no es tan sencillo de imitar ni de poder conseguir. Porque ante todo, para ellos, es un modo de vida. No hay dos jardines zen iguales y nunca se copian.

A diferencia de otros jardines tradicionales europeos, el tamaño aquí, no es importante ni lo más importante, por lo menos. Es más, se puede disponer de un jardín zen minúsculo, montarlo en un piso, en un jardín de interior, en una terracita, en un jardín, en un rinconcito pequeño, etc. Hay materiales que serán básicos, que nunca podrá faltarte en un rincón o jardín zen. Pero también dependerá, como ya hemos comentado, de si tienes un jardín grande, pequeño o bien lo prefieres de un estilo de secano o no. Lo mismo que materiales como las piedras, las rocas, las plantas, el agua y como no, la arena. Por pequeñito que sea el espacio, un poco de arena da muchísimo juego y relaja muchísimo. Se puede aplicar en caso de jardines grandes (donde necesitareis un rastrillo) y poder dejar llevaros con los diseños y comprobar qué tan estresados estáis o bien, comprarlos pequeñitos en caso de ser un espacio muy reducido y comprarlos ya hechos. ¿Sabias esto? Pues sigue leyendo, que os lo contamos todo para poder preparar vuestro jardín zen.

Instrucciones

  1. Si quieres montar y preparar tu propio jardín zen, hay materiales que no pueden faltarte. Aunque también deberás tener en cuenta qué tipo en concreto necesitas, quieres, prefieres o te aporta más beneficios.
  2. Hay que tener en cuenta que cómo se trata de una filosofía, hay que tener en cuenta, qué necesitas y qué quieres y/o buscas. A pesar de que a simple vista, un jardín zen es precioso, puede ser más o menos llamativo y con más o menos cosas en función también de lo que cada dueño quiera.
  3. Por ejemplo, no es lo mismo hacer un jardín zen que sea seco, donde se de prioridad a la arena (para poder rastrillar), piedras, tener todo tipo de elementos naturales (tales como piedras, plantas, musgos, etc.) o bien, incluir cascadas, lagos, estanques, fuentes, etc.
  4. O hacerlo a lo grande e incluirlo todo en uno, diferenciado mediante las diferentes zonas. Porque cada uno/a tiene sus propias necesidades y en estos jardines, no es importante impresionar, ni que llame la atención. Lo importante realmente es que ayude y relaje a quién lo disfruta.
  5. Por eso, es importante saber si una persona prefiere relajarse mediante el rastreo de arena, prefiere colocar y cambiar las piedras de lugar, meditar mientras escucha el sonido del agua, relajarse mientras escucha caer el agua en una cascada o fuente, etcétera. Las ideas son muchas y las opciones, también. Lo importante es saber, que no hay un jardín zen perfecto. El perfecto será el que mejor vaya con tu personalidad y tus necesidades. Así que aquí, no existe la competitividad.
  6. Para tener un jardín con las características necesarias hay que tener en cuenta su filosofía, teniendo esto en cuenta, la meditación es la base de todo. Por tanto, el jardín tiene que estar diseñado y pensado para este fin. Un jardín que al verlo, te den ganas de meditar, te aporte relajación, paz y serenidad.
  7. Algo a lo que le sacarás muchísimo partido será colocar en tu jardín zen una zona de agua. Pero aquí, tendrás que valorar qué espacio tienes y de cuanto jardín dispongas. Porque en cuanto hablamos de agua, podemos estar hablando de un espacio y presupuesto donde puedas colocar una cascada pequeña, una fuente enorme, un estanque incluso con cascada, un pequeño lago… o bien, algo más sencillo y económico, como sería una pequeña fuente. Lo que se intenta conseguir con el agua es relajarse con el sonido del agua, escuchar cómo cae, se vierte… es una sensación increíble de paz y ayuda y mucho, a meditar y poner la mente en blanco.
  8. Diseñar y llevar a cabo un jardín de estilo zen, no tiene porque ser caro. De hecho, dependerá de qué o cómo se distribuya pero hay que pensar que en este tipo de jardines el coste una vez ya montado, es muy poco.
  9. A la hora de poner en práctica el diseño del jardín, bastará con pensar qué zonas queréis utilizar y para qué. Por ejemplo, os damos algunas ideas: si os gusta el ruido del agua, no deberíais olvidaros de colocar una fuente. Más o menos grande, en función de vuestro presupuesto o espacio. Si podéis permitiros el colocar un pequeño lago o estanque, pues mucho mejor. Os aportará muchísima tranquilidad a la hora de relajaros. También podéis utilizar como función de fuente (en caso de no poder colocar una), si tenéis una piscina, comprar una pequeña fuente flotante. Se colocan en la piscina, sobre el agua y resultan no sólo llamativas sino también, relajante su sonido de cascada.
  10. También, se pueden colocar pequeños espacios de plantas tales como el musgo, troncos, rocas, piedras… es pensar en las zonas, espacios (que pueden ser muy reducidos) y jugar con las formas. Las piedras se pueden comprar de diferentes colores (las más utilizas son las de colores rojizos, grises, blanco y negro) y o bien, usarlo todo en el mismo color o jugar en diferentes tonalidades.
  11. Las piedras normalmente y para ir a lo más económico, se suelen utilizar las llamadas ojo de perdiz o la grava. También los troncos o maderas que cubren los arriates y a su vez, protegen las plantas del calor excesivo.
  12. En cuanto a las plantas, dependerá de lo que más os gusten, pero hay que pensar en lo que aporte tranquilidad, serenidad y nos ayude a meditar (pero también hay que pensar en el clima). Por tanto, si tenéis por ejemplo, un pequeño estanque, las plantas que se puedan colocar ahí (como el nenúfar) son las más típicas.
  13. Algún pez también os ayudará a observarlo cuando queráis desconectar y os relajareis mirándolo.
  14. Las zonas para poder rastrallar no todos lo tienen por la falta de espacio, pero aunque sea pequeño, se puede colocar (con arena fina es suficiente) y os hace falta un rastrillo. Sólo necesitaréis tranquilidad y vuestro tiempo, para diseñar vuestro propio camino y diseño de arena. Cuando se hacen los caminos y se observan las ondulaciones, se ve muy bonito y da un aspecto diferente. Eso si, este espacio suele ser muy especial e íntimo. No es para que lo pisen ni nadie juegue sobre el. Es donde cada uno, plasma su estado de ánimo. Donde puede hacer círculos, rayas, caminos, ondulaciones, etc. Por tanto, pensad en las zonas dónde coloquéis la arena para que no se deba pisar sobre ella al pasar. De ser así, pensad en colocar piedras y así no os estropearán vuestro espacio.
  15. Por supuesto, no nos podemos olvidar de los detalles que lo harán único. Esto dependerá por supuesto del gusto de cada uno/a. Dependerá del presupuesto, espacio y lo mucho que os guste más o menos ciertas cosas. Por ejemplo, lo básico que nunca puede faltar son las figuras en forma de buda. Imprescindible en cualquier jardín zen.
  16. Lo mismo que las figuras y los faroles, las plantas más características como os comentamos anteriormente suelen ser estas (aunque cada uno deberá utilizar las que más le guste, lo que puedan cuidar y lo que menos le estrese) porque en cualquier jardín japonés zen algo que no falta es el bambú. Pero no estamos en Japón y ni el clima es el mismo ni es tan sencillo ni económico de mantener… por tanto, si puedes probar, adelante. Pero hay más flores, como las preciosas magnolias, azaleas, el musgo, los helechos, etc. El helecho son plantas de fácil cuidado y si crece bien y se tienen los cuidados mínimos, puede crecer muchísimo y hacerse muy frondoso, por lo que queda y luce, realmente espectacular.

Que Necesitas

  • Arena.
  • Un rastrillo.
  • Una pala.
  • Un pico.
  • Cubos.
  • Agua.
  • Fuente.
  • Plantas, troncos, musgo, etc.
  • Piedras y/o rocas.
  • Tierra.
  • Farolillos.
  • Figuras de buda.

Consejos

Como ya os hemos dicho, a la hora de diseñar vuestro propio jardín zen, no hay que ser ostentoso ni dejarse muchísimo dinero. Bastará con saber qué es lo que se quiere conseguir. Si os gustan las plantas, tenéis tiempo, le dais cuidado, pues decantaros por un espacio con plantas. Pero si no os gustan o no tenéis mano, podríais incluir en caso de querer plantas, algunos cactus o plantas más resistentes y frondosas como el helecho, la yuca, el bambú, etc.

Si os gusta rastrear, entonces el jardín seco será el ideal. No olvidéis una zona con diferentes tonos de arena si queréis hacerlo algo más llamativo y las diferentes piedras y rocas que podéis colocar a modo de camino, de espacio separador, como escultura, etc. Y el agua, el otro elemento natural, que dependerá del lugar que tengáis (os hemos dado diferentes ideas en función de ello). Simplemente, relajaros de vuestro propio espacio, rastrear la arena para relajaros, dejar la mente en blanco mientras escucháis el sonido del agua de la fuente, leer un libro o meditar mientras estáis al lado de vuestros farolillos o budas.

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