Cómo injertar rosas

Las rosas son unas flores preciosas y hay innumerables tipos de diferentes rosales. Algunas tienen unas hojas enormes y preciosas, otras son multicolores, las hay jaspeadas, muy olorosos, las que no huelen, rosales trepadores, rosales minis, los de hojas muy rizadas, colores llamativos, etc.
Por eso, y porque son unas plantas preciosas, muchos intentan poder sacar de un rosal, más cantidad de ellos o hacer más variedades. Por tanto, es ahí, cuando empiezan ha hacer injertos de rosas.

Este artículo donde te explicamos el significado de las rosas rojas blancas y amarillas seguro que te gustará.

Vamos a contaros, lo que significa realizar un injerto o también se le puede llamar muchas veces “germinación”. Tanto una cosa como otra, viene siendo lo mismo. Es la misma técnica, pero, con otras palabras.

Estos métodos, son una manera de poder reproducir las plantas que queramos nosotros mismos. Sólo se necesita tener una planta, coger un trozo de esta planta y hacer un combo/fusionarla/unirla… a otra planta del mismo tipo.

Con el caso de los rosales, que es de lo que vamos hablar ahora, este método si es muy factible, de hecho, es uno de los mejores. Suelen salir todos los injertos sin problemas, siempre y cuando, se realicen correctamente y se sigan unas pequeñas pautas. Pero tranquilos, desde doncomos.com, intentaremos, explicaros los pasos más importantes y de la manera más sencilla para que vosotros mismos en vuestra casa, lo podáis hacer.

Instrucciones para injertar rosas

  1. Es imprescindible que el injerto se haga siempre siguiendo las épocas del año concretas. Con las rosas son a finales de primavera y en verano.
  2. Con las rosas el modo del injerto más idóneo son las llamadas estacas. Si este método no te convence, otro que funciona muy bien es el método en t (aunque es algo más complicado y se necesita tener más maña y algo de experiencia).
  3. Cuando ya se tenga elegido el brote que quieres injertar, en el caso de las rosas debes mirar que tenga flores en su base. Tenlo en cuenta porque cuando hagas el injerto las flores crecerán.
  4. Para elegir el mejor tallo ten en cuenta que éste debe tener hojas, que anteriormente haya florecido y si pudiera ser, que sea algo fibroso.
  5. Elegido ya el porta injerto, debe ser otra rosa porque si no, no saldrá bien. Antes de realizar el injerto deben estar muy húmedas, riégalas antes bien. Es muy importante, si no están bien hidratadas el nuevo vástago no crecerá y morirá.
  6. Cuando vayas a cortar la planta, esteriliza el cuchillo con alcohol. Es un paso muy importante para que la planta no pueda estropearse o incluso morir. Muchas pueden sufrir de hongos, virus, bacterias… por tanto, siempre antes y después de utilizar el cuchillo y las tijeras, limpiarlas con un paño humedecido en alcohol. Sé cuidadoso en no olvidarte tampoco de la base del cuchillo ni los lados. Hazlo todo. Así evitaremos males mayores. Para secarlo, si tienes prisa puedes secarlo con el trapo, pero es mejor si puedes hacerlo dejándolo al aire libre.
  7. Empieza ya con la planta que es el injerto. Quita las hojas, las flores y los tallos que puedan estar muertos. Sólo quédate con lo que esté bien sano y muchas hojas que veas que están sanas y sean prósperas.
  8. Elimina las espinas si te resulta molesto mientras estás trabajando, no interferirá en su crecimiento ni le pasará nada. Pero si no te molesta, no es necesario quitarlas.
  9. Cuando vayas a cortar que sea en ángulo nunca lo hagas en recto.
  10. Cuando vayas a cortar que sea en ángulo nunca lo hagas en recto.
  11. Corta en forma de t en el vástago. Con el cuchillo corta una t que no sea superior a los 3cm en la corteza y después no llegues a la capa del “cambium” (la que es verde clarita y húmeda).
  12. La zona donde hacerse la t, está en el centro del tallo que es entre los dos nodos (es donde están las hojas y los brotes).
  13. Cuando hayas cortado un tallo córtale la parte superior y también la inferior y deja unos 5cm en el centro (siempre que haya un hijo para que crezca una hoja).
  14. El vástago insértalo en el portainjerto y que siempre, esté hacia arriba (será la dirección que vaya a coger cuando florezca).
  15. Hablando con tecnicismo diríamos que ahora el “cambium” y el portainjerto ya están en contacto, por tanto, el injerto ya está realizado con éxito.
  16. Termina el proceso con la cinta adhesiva. Colócala sobre la corteza donde está el vástago. Apriétalo bien para que queden unidos, no se caigan y consigan penetren bien.
  17. Riégalo bien porque necesitaran mucha agua, siempre ha de estar bien hidratado, hazlo a diario pero que no quede empapado para que no se pudra ni se marchite.

 

¿Que necesitas para injertar rosas?

  • Tijeras de podar. Para podar cortar los tallos.
  • Un cuchillo para cortar los injertos, aunque a malas, siempre podrás utilizar uno normal o bien, una navaja.
  • Una cinta que sirva para poder atar los injertos y sea adhesiva para que aguante.
  • Guantes.
  • Alcohol. Para esterilizar las tijeras, cuchillo o navaja.
  • Si puedes, ten a mano un porta injertos.

Consejos para injertar rosas

Cuando vayas a realizar un injerto de rosas, como ya hemos comentado, es muy importante tener en cuenta la época del año. Preferiblemente siempre, que sea en verano o finales del mismo.

El truco que hacen en muchos viveros y jardineros es aprovechar esta época porque tienen en cuenta el ciclo de la flor (por ejemplo, en el mes de agosto). Como la savia fluye dentro de las plantas, sus nutrientes también y, por lo tanto, es mucho más seguro que el injerto vaya a coger y te sea factible.

Recordaros también, que es importantísimo, limpiar muy bien todos los utensilios que se vayan a utilizar para podar y/o cortar. Hay que esterilizarlos siempre tanto antes como después de utilizarlos. Así evitaremos que se propaguen plagas, hongos, virus… o posibles afecciones que puedan surgirles a las plantas. Por tanto, recuerda siempre cuando termines de utilizar las herramientas de jardinería que sean de corte o entren en contacto con otras plantas, limpiarlas y desinfectarlas.

Ahora sabiendo las cosas más básicas y cómo y cuándo se deben realizar los injertos, ya no será ningún secreto ni habrá problemas para realizar tus pequeños experimentos o bien, multiplicar la cantidad de rosas que ya tengas. Prueba con algún rosal de grandes hojas rizadas (que algunos no huelen) con uno que se muy oloroso y de hojas de terciopelo. Podría salir una verdadera preciosidad.

Los rosales suelen aguantar sin mayores problemas, todas las estaciones del año. Tanto el calor del verano, como la lluvia de primavera y los fríos de invierno. Pero, aun así, cuídalos y protégelos. Evita las nevadas, el granizo y el frío helado protegiéndolos o tapándolos con algún plástico, o en algún invernadero. Hay que regalos, pero que ni ellos ni la tierra, estén empapados ni mucho menos, encharcados porque proliferarán los hongos y se pudrirán. La tierra, debería ser buena y hay que tener cuidado de podarlos siempre que toque y añadir fertilizante a la tierra.

Y recuerda, si la primera vez que intentas hacer injertos de rosal y no te sale ni florecen… no desistas. Vuélvelo a intentar. Si no te salen bien, acude a un centro de jardinería y pregunta allí. Te resolverán todas tus dudas y podrán ayudarte a conseguirlo.

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