Cómo rebozar croquetas
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Las croquetas es uno de los alimentos que más gusta tanto a grandes como pequeños. Dan muchísimo juego. Se pueden elaborar prácticamente de cualquier sabor y con uno o varios ingredientes. Por lo general, quien más o quien menos, sabe perfectamente cómo se rebozan las croquetas porque al final, no tiene tanto misterio, la verdad.
Pero si hay algo más de misterio (o pericia) en saber cómo conseguir rebozar las croquetas en el menor tiempo posible, ahorrándoos bastante tiempo en la cocina. Y haced caso si os decimos, que sí, que si se puede conseguir.
Podrás despedirte de ir gastando un montón de tiempo y preparar más a menudo unas deliciosas croquetas caseras de jamón, croquetas de pollo, croquetas de verduras, croquetas de patatas, etc. De lo que se te ocurra y de lo que más te guste.
Instrucciones para rebozar croquetas
- Antes de empezar con el rebozado de las croquetas deberías tener en cuenta que el aceite que utilices, cuanto mejor sea, más sabrosas te saldrán las croquetas. Intenta no escatimar por el mero hecho de que tengas que freírlas.
- Sólo cuando veas que aceite está en la sartén bastante caliente, es el momento idóneo para echar las croquetas. No antes. De haberlo cuando está frío, cogerá muchísimo aceite y se empezarán a deshacer.
- Cuando ya tengas las croquetas preparadas (asegúrate que no se te ha quedado la masa blanda) si ves que es así, ponlas unos minutos al congelador para que se endurezca. De lo contrario, se te romperán, se desharán con el calor del aceite y terminarás por quedarte con una masa deshecha en vez de croquetas.
- Coge un huevo y bátelo. Resérvalo en un plato.
- Coge ahora la harina y échala en un plato hondo y también resérvalo (servirá para rebozar).
- Coge por último el pan rallado y haz lo mismo. Échalo en un plato y reserva (para rebozar).
- Coge las croquetas y de una en una, empieza a rebozarlas. Ten en cuenta los siguientes pasos.
- Empieza por pasarlas por el plato con la harina. No te pases con una capa super gruesa. Con una pasada, debería ser más que suficiente. Luego quítale un poco el exceso que pudiera tener.
- El segundo paso, pasarlo por el huevo. Tampoco lo empapes porque conseguirías deshacer las croquetas. Lo mismo, simplemente una pasada por toda la croqueta (sin dejarte un hueco) y retíralo.
- Y el último paso y de los más importantes, rebozarlo en el pan rallado. Ten en cuenta que no debes dejar una croqueta super gruesa ni con una capa muy gruesa, porque sólo conseguirás que quede muy empanada y no queremos eso. Por tanto, una o dos capas de pan rallado y retíralo.
- Haz lo mismo que hiciste con la harina, saca un poco el exceso de pan.
- El truco (que no todos utilizan ni hacen) pero que os contamos porque merece la pena para que estén mejor las croquetas, es esperar antes de llevarlas directamente a freír. Si disponéis de un poco tiempo, lo ideal sería, dejar entre los veinte minutos y la media hora, las croquetas reposando. Sin hacer nada más. Tiene su truco hacer esto y es que sirve para que el pan rallado se quede seco y no esté húmedo por todo el proceso que hemos hecho (recordad el huevo). Si el pan rallado está seco, cuando se vaya a freír, el resultado será una croqueta bastante más crujiente que de hacerlo del otro modo.
- Utiliza para freír una sartén normal. Ni muy pequeña ni muy honda. Échale aceite. Piensa en la cantidad que deberá ser, cubrir completamente toda la base (el culo de la sartén) y unos dos dedos de alto.
- Siempre es recomendable utilizar un buen aceite, como es un aceite de oliva, pero también se puede freír con un aceite de girasol (aunque tenga muchas menos propiedades o menos gusto).
- En caso de no usar una sartén y echarlas directamente a la freidora, tendrás simplemente que encenderla, esperar a que el aceite esté muy caliente y colocar las croquetas en la rejilla. Bajarlo y al aceite a que se frían. Ve moviéndolas para que no se quemen y se hagan por todas partes iguales y retíralas cuando estén todas doradas.
- Si por el contrario, utilizas la sartén, ve echándole las croquetas poco a poco para que no te salpique el aceite y ve dándole vueltas para que no se quemen y se hagan todas a la vez.
- Ten cuidado a la hora de sacarlas de la sartén para que no se rompan. Utiliza la espumadera.
- Tanto si fríes las croquetas con la sartén o lo haces con la freidora, colócalas después, en un plato que habrás colocado previamente papel absorbente. De esta manera, irán soltando el aceite sobrante y será un poco menos calorías y pesadas.
- El truco que os contábamos al inicio está relacionado con el proceso del rebozado. Si os paráis a pensar, seguramente la mayoría de vosotros/as, seguirá haciendo al modo artesanal que nos enseñaron. De una croqueta en una. Lo mismo será para pasarlas por la harina, el huevo, el pan rallado… pues si queréis ahorrar tiempo en todo este proceso (sobre todo si tenéis que preparar muchas croquetas o tenéis poco tiempo) podéis hacerlo de golpe. ¿cómo?
- Coged la harina y la ponéis en un recipiente grande y os aseguráis de que haya bastante harina para todas las croquetas. Colocáis las croquetas mientras os vayan cabiendo y le dais movimientos al plato o bandeja (lo que hayáis utilizado) para que se quede rebozado.
- En el paso del huevo, lo mismo. Cuando batáis los huevos, lo hacéis en una bandeja grande o un recipiente que podáis meter las croquetas y lo movéis para que podáis hacer muchas al mismo tiempo.
- Y el último paso del pan rallado, más de lo mismo. Os aseguro que os ahorrareis un montón de tiempo.
¿Que necesitas para rebozar croquetas?
- Una sartén o una freidora para freír las croquetas. En caso de que lo queráis más sano y no tan calórico, podéis optar por otros métodos de cocción, como el horno.
- Aceite. Mejor el de oliva, pero también se puede hacer con el aceite de girasol.
- Sal.
- Condimentos.
- Dos cucharas (si se va a utilizar el método más lento de una por una).
- Una espumadera.
- Varios platos.
- Algún recipiente grande (para ahorrar tiempo en la preparación).
- Pan rallado (de perejil o sólo, según los gustos).
- Si quieres preparar tu misma el pan rallado, entonces un trozo de pan duro y un rallador.
- Harina.
- Un huevo.
- Papel absorbente.
- Papel de horno (en caso de que preferíais hornear y no freír).
Consejos para rebozar croquetas
Después de poner en práctica los consejos que os hemos dado, seguro que ya no tenéis excusa para hacer croquetas caseras. Ya sabemos que no es de los platos más “sanos” puesto que su método de cocción tanto si es en la sartén como en la freidora, es la fritanga. Pero en medida de lo posible y sin abusar de comerlas a diario, si están buenas y se pueden comer. Incluso, para los que quieren perder peso, pero no quieren renunciar durante mucho tiempo a ellas, pueden prepararlas al horno y hornearlas en vez de hacerlas fritas (con el mismo proceso en su elaboración y el mismo método para el rebozado).
Todo es pensar en cómo se pueden adaptar los alimentos y hacer el menú en consecuencia.