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¿Te consideras amante de la buena cocina? De seguro disfrutas de cualquier tipo de platillo, sea dulce o salado, amargo o ácido. Sin embargo, cuando se unen ciertos alimentos, se produce una verdadera explosión de sabores en nuestra boca. Comer es un placer del cual todos podemos disfrutar.
No obstante, hay quienes disfrutan aún más de cocinar. Puesto que, apara ellos, es una demostración de su afecto hacia las personas, se esfuerzan por hacerlo de tal manera que todos queden deseando comer más.
Para este tipo de personas, cocinar no es una obligación. No se trata de una tarea que se realiza de forma cotidiana y, por lo tanto, se vuelve monótona. Más bien, lo consideran un arte, ya que les brinda la oportunidad de crear y experimentar. Por eso, se esfuerzan por renovar, constantemente, su cartilla de recetas personales.
Una receta muy popular en Madrid es el Cocido Madrileño. Esta es una receta tradicional y, por ser así, en cada casa hay una manera diferente de prepararlo. Por ejemplo, algunos deciden hacerlo a fuego lento en una cazuela. Este procedimiento toma unas 2 horas y media.
Sin embargo, otros prefieren usar una olla exprés, la cual da la oportunidad de disfrutar de este plato en tan solo unos 20 minutos. Todo dependerá de la ocasión y del tiempo que se disponga.
Lo cierto es que se trata de una receta completa y repleta de sabor, ya que contiene ingredientes que aportan mucho sabor al caldo resultante. Si te interesa disfrutar de esta comida potente y deliciosa, no puedes dejar de leer este artículo. En él te estaremos dando la receta y el paso a paso de la elaboración del cocido madrileño.
Claro, puedes sentirte libre de cambiar, añadir o eliminar cualquier ingrediente. Así le darás tu toque personal. Veamos.
Instrucciones para hacer cocido madrileño
Aunque se trata de una receta fácil de realizar, lleva un poco de trabajo, dependiendo de los ingredientes que quieras utilizar. Por eso, toma tus medidas preventivas para que puedas servir la comida a tiempo:
- Lo primero que tienes que hacer es poner en remojo los garbanzos desde la noche anterior, en agua fría.
- Al día siguiente, en una olla pequeña, pon agua a hervir e introduce un hueso de jamón. Procura que el agua lo cubra por completo. Déjalo allí unos 5 minutos para que se limpie bien. Luego sácalo de la olla y colócalo bajo un chorro de agua fría.
- Escurre los garbanzos del día anterior y ponlos en una olla junto con los huesos que vas a utilizar, ya sean de jamón, de cerdo o de ternera.
- Agrega el chorizo, el tocino y la morcilla de cebolla. También puedes usar pollo o gallina. Asegúrate de que queden totalmente cubiertos de agua fría.
- Cocina todo durante hora y media o dos horas, hasta que los garbanzos estén tiernos.
- Retira la espuma que se forma en la superficie del caldo y pon el fuego al mínimo para que todo se cocine lentamente. Tapa la olla y remueve cada cierto tiempo.
- Mientras esto se va cocinando, pela y corta en trozos las zanahorias, las patatas, el nabo y la cebolla.
- Corta un trozo de col, procurando que esté unido a la parte central de la col para que no se deshaga.
- Coloca las verduras en una olla, cúbrelas con agua y agrégale una cucharadita de sal. Déjalas a fuego fuerte hasta que se ablanden. Esto puede tardar unos 15 o 20 minutos.
- Saca las verduras de su caldo y ponlas en un plato. Haz lo mismo con las carnes, los huesos y los garbanzos.
- Mientras tanto, limpia el caldo de las carnes de todas las impurezas que han quedado. Puedes usar un colador para esta tarea.
- Luego, mezcla este caldo con el de las verduras. A esto es lo que conoce con el nombre de caldo de cocido madrileño.
- En este caldo, pon a cocinar fideos según el tiempo que estipula el empaque. Puede ser por 4 o 5 minutos y ¡listo!
A continuación, te estaremos diciendo cuál es la manera tradicional de servir esta deliciosa comida española.
¿Cómo servirla?
Por lo general, este cocido se sirve en tres vuelcos, ¿qué quiere decir eso? El primer vuelco es el plato de sopa bien caliente, el cual consta de los fideos con el caldo, el cual tienen concentrado todos los sabores del cocido.
El segundo vuelco son las verduras junto con los garbanzos, pero sin el caldo y el tercer vuelco son las carnes y los huesos sin el caldo. Estos se pueden servir tal cual como están o en trozos.
En este plato, el ingrediente principal son los garbanzos y es la única legumbre que lleva la receta. Es habitual que el cocido se coma en los meses de invierno y en el orden que ya te hemos señalado.
Aunque es una comida de origen humilde, en la actualidad, es un plato muy frecuente en cualquier restaurante de Madrid, pues está relacionado con su identidad cultural. Se considera un plato de elaboración reposada. Es decir, no es necesario que los ingredientes se pelen o piquen, como en otras recetas de cocidos españoles.
Como se trata de un plato muy completo, no es necesario que lo acompañes con nada más, aunque puedes colocar un poco de pan en la mesa, para los que gusten acompañarlo. También, algunos sirven el segundo vuelco con una especie de condimento similar a una salsa de tomate.
Esta se prepara con tomates picados calentados con ajo y comino molido. Cuando está todo bien cocido y deshecho, se pasa por un colador y se espesa con un puré de garbanzos. Por lo general, se sirve en una pequeña salsera y los comensales la agregan a su gusto. Sin embargo, no es obligatoria su preparación.
Pero, ¿qué ingredientes necesitas para llevar a cabo este delicioso platillo? ¿Son muy difíciles de conseguir? ¡La verdad es que no! Veámoslo ahora mismo y no te olvides de tomar nota para no dejar por fuera ninguno.
¿Que necesitas para hacer cocido madrileño?
Para preparar esta receta para unos 4 comensales, vas a necesitar los siguientes ingredientes y estas cantidades:
- 300 gramos de garbanzos secos.
- Un hueso de jamón.
- 150 gramos de tocino fresco o, si lo prefieres, puedes usar el ahumado.
- Un chorizo sin importar su tipo. Utiliza el que mejor te parezca.
- Una morcilla de cebolla.
- Un hueso de espinazo de cerdo salado.
- Un hueso de rodilla de ternera.
- Dos muslos y contramuslos de pollo o gallina.
- Un nabo.
- Una cebolla.
- 2 zanahorias.
- 2 patatas pequeñas o una grande.
- ¼ de col o repollo.
- 150 gramos de fideos.
- Sal al gusto.
Tal como lo hemos señalado anteriormente, puedes agregar, eliminar o sustituir cualquier ingrediente, esto te dará la oportunidad de crear tu propia receta y convertirla en una comida tradicional para tu familia.
No obstante, es importante que tomes en consideración algunas recomendaciones, a fin de que pueda resultar óptimo tu desempeño en la cocina. Por eso, presta atención a estos tips que puedes aplicar a lo largo del procedimiento.
Consejos para hacer cocido madrileño
Asegúrate de lavar el hueso de jamón tal como te lo hemos indicado, esto se hace para evitar que dé demasiado sabor al caldo. En realidad, lo que se busca es que haya una armonía en los sabores, no que uno predomine y opaque a los demás.
En cuanto a los garbanzos, para que no tengas que estar sacándolos del caldo, algo que te tomaría mucho tiempo, puedes colocarlos dentro de una red de legumbres bien atada. Allí se cocinarán perfectamente y luego podrás sacarlos todos juntos al mismo tiempo.
Como truco adicional, colócales un puñado de sal gorda para que, cuando los cocines al día siguiente, no se encallen.
Cuando el agua de los huesos y las carnes empiece a borbotear, notarás que el caldo comenzará a espumar, ¿qué puedes hacer en ese caso? Lo más recomendable es que uses una espumadera para eliminarla, al igual que la grasa, ya que la idea es que el caldo quede lo más limpio posible.
Recuerda que la presentación es importante y más para aquellas personas que también comen con los ojos. Esas impurezas hacen que la comida tenga un aspecto menos apetitoso. Su aspecto debe hacerle justicia a su delicioso sabor. Aunque será prácticamente imposible eliminar todas las impurezas, se puede hacer todo lo posible.
Asimismo, incorpora suficiente agua a medida que se vaya evaporando con la cocción de los alimentos. La idea es que no se sequen por completo y que tengan suficiente agua para que quede impregnada en ella el sabor de los alimentos.
En cuanto a las verduras, si bien es cierto que es más fácil picarlas en trozos para comer, puedes dejarlas enteras. Todo dependerá de cuál sea tu preferencia al comer y, claro, la de tus invitados.
Si vas a usar una olla exprés, ponla a fuego medio-bajo y ciérrala. Cuando notes que aparecen las dos anillas rojas, baja un poco el fuego, pero no tanto como para que desaparezcan. Deja que se cocine por unos 15 minutos y luego retira la olla del fuego sin abrirla. Espera que baje la presión para eso, ya que queremos evitar cualquier accidente en la cocina.
Algunos están en contra del uso de las ollas de presión para la preparación de estas comidas, ya que aseguran que la clave para obtener un buen sabor está en su preparación tradicional, es decir, con el uso de cazuelas y ollas comunes.
En ese caso, si vas a utilizar una cazuela o una olla normal, el proceso será más lento. Te tomará aproximadamente entre una hora y media y dos horas. Sin embargo, valdrá la pena la espera y todos te lo sabrán agradecer.
Como es una receta que lleva un poco de trabajo, puedes prepararla de un día para otro y no tienes que preocuparte si te sobra porque puedes guardarla en la nevera y aguanta de 3 a 4 días sin congelar. Claro, también está la opción de congelarlo.
Para ello, la recomendación es congelar por un lado el caldo con los fideos, en otro recipiente las verduras con los garbanzos y en otro, las carnes con los huesos. Así será mucho más fácil a la hora de descongelar para servir.
Algunos prefieren comerlo al día siguiente de su preparación, esto porque, en este tipo de recetas, el sabor se suele concentrar aún más. Así que esta es una opción que puedes considerar.
Recuerda que esta receta no es única, tiene sus variantes. Puedes colocarles embutidos, panceta o butifarra. De igual forma quedará estupenda. Atrévete a jugar con los ingredientes. ¡No te arrepentirás! Dales un nuevo matiz a tus comidas. En la variedad está el gusto. Disfruta del placer de comer, pero también disfruta el camino recorrido, es decir, todo el proceso de preparación.
