Cómo hacer un bizcocho sin huevo ni mantequilla
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El plato más esperado es el postre. Hacemos todo lo posible por no perdérnoslo, hasta los niños están dispuestos a comerse todos los vegetales con tal de no perderse el gran final. Por lo general, todos agradecemos comer algo dulce por las tardes. Siempre nos devuelve el alma al cuerpo un rico bizcocho de merienda.
Claro, tal vez te limites un poco en este particular, ya que no es algo vital, más bien está relacionado con un gusto. Además, pueden llegar a ser elaborados y costosos. No obstante, en ocasiones viene bien para salir de la rutina, sobretodo en las casas donde hay niños.
¿Te han presentado algunas recetas sencillas con pocos ingredientes?, ¡No! De hecho, puedes hacer un bizcocho y ahorrar dinero en huevos y mantequilla, ingredientes que pueden llegar a ser perjudiciales para tu salud si los consumes en exceso. Con esta receta especial, no tendrás que privarte de una buena rebanada de pastel.
Este postre es muy común y está presente en la mayoría de las fiestas, sin importar cuál sea el motivo de la misma: cumpleaños, aniversarios de boda, graduaciones, bodas, etc. Puedes hacerlo sin necesidad de invertir mucho dinero, con un presupuesto muy bajo. ¿Te gustaría saber cómo? ¡Este es tu día de suerte!
Conoce qué ingredientes debes usar para hacer tu bizcocho con menos grasa y más sabor. Sigue el paso a paso del procedimiento para que no te pierdas ningún detalle. Y para que te vuelvas experto, estarás al tanto de algunos trucos de cocina, ideales para aquellos que prefieren demostrar su amor de esta manera.
Cuando lo hagas, notarás que la diferencia es casi imperceptible. De hecho, puede que nadie más lo note. Sin más preámbulos, comencemos a describir esta deliciosa receta de bizcocho sin huevo ni mantequilla. Una verdadera explosión de sabor mucho más saludable.
Instrucciones para hacer un bizcocho sin huevo ni mantequilla
Cada quien tiene su manera de hacer un bizcocho, en esta oportunidad te estaremos mostrando una de tantas opciones. Es muy efectiva. El resultado final será un bizcocho esponjoso y nada seco; a diferencia de lo que puedan opinar quienes prefieren añadirle huevo. El procedimiento es el siguiente:
- En un recipiente lo suficientemente espacioso mezcla la harina de trigo con el azúcar. Estos son los ingredientes secos.
- Luego que los hayas mezclado bien, forma un pequeño hoyo en el centro.
- Vierte la leche, la esencia de vainilla y el licor.
- Alrededor del volcán esparce el aceite.
- Comienza a integrar los ingredientes, de forma envolvente, con la ayuda de una cuchara de madera.
- Hazlo poco a poco, sin prisa y sin aplicar mucha fuerza. Permite que los ingredientes se vayan integrando con suavidad.
- Cuando notes que la consistencia es homogénea, será el momento de añadir el polvo de hornear y mezcla con suavidad, solo un poco.
- Finalmente, agrega una cucharada de vinagre blanco y bicarbonato de sodio.
- Vuele a combinar un poco y vierte la mezcla en un molde engrasado y enharinado.
- Llévala al horno por unos 30 minutos a 180 grados centígrados. Sin embargo, si notas que comienza a dorar, puedes hacer la prueba del palillo. Si lo introduces en el centro del bizcocho y sale limpio, será el momento de sacarlo del horno.
- Deja que repose. Cuando se haya enfriado lo suficiente, podrás desmoldarlo y estará listo para decorar.
Tal como has podido darte cuenta, el procedimiento es muy sencillo. Simplemente sustituimos la mantequilla por aceite de girasol y los huevos por la combinación de vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Estos dos ingredientes juntos forman una reacción química que ayuda a que el bizcocho crezca, tal como lo haría si tuviera huevos.
¿Cuáles son los ingredientes y la cantidad exacta de ellos que necesitas para hacer tu bizcocho casero de bajo presupuesto? Te sorprenderá saber lo sencillo que será sustituir los ingredientes tradicionales por otros más sanos.
¿Que necesitas para hacer un bizcocho sin huevo ni mantequilla?
Te estaremos dando los ingredientes necesarios para un bizcocho pequeño de medio kilo. Si te gusta la receta, y quieres hacerla para una fiesta u otra ocasión especial, solo tendrás que duplicar la cantidad de ingredientes para llegar al kilo. Esto es lo que vas a necesitar:
- Medio kilo de harina de trigo leudante.
- 300 gramos de azúcar.
- Una taza de aceite, lo que equivale a unos 250 ml.
- Medio litro de leche líquida.
- Esencia de vainilla.
- Ron o algún otro licor similar.
- Dos cucharaditas de polvo de hornear.
- Un molde para bizcochos.
- Dos cucharaditas de bicarbonato de sodio.
- Dos cucharadas de vinagre blanco.
- Una cuchara de madera.
Esto es todo lo que necesitarás para la preparación. Como podrás notar, este es un bizcocho sencillo, sin mayores detalles. Sin embargo, esta receta tiene sus variantes. Veamos algunas de ellas.
Consejos para hacer un bizcocho sin huevo ni mantequilla
Este bizcocho también lo puedes hacer en el horno, pero en baño de María. Claro, si no tienes horno, lo puedes hacer sobre la estufa, de igual manera en baño de María. Su aspecto será similar al del bizcocho de pan. Pero, ¿qué hacer para que no te quede tan seco? ¡Muy fácil!
Se trata de la misma mezcla, la diferencia es que el molde no tendrás que engrasarlo ni enharinarlo. En vez de eso, harás un caramelo. ¿Sabes cómo hacerlo?
- Solo tienes que derretir unas cuatro o cinco cucharadas de azúcar en el mole que usarás para tu mezcla.
- Mueve el molde constantemente para que el caramelo no se queme y para que el azúcar se derrita de forma uniforme. También para que todo el fondo del molde, y parte de los bordes, tenga suficiente caramelo.
- Cuando veas que comienza a tornarse marrón, retíralo del fuego para que no se queme, ya que esto puede ocurrir en un abrir y cerrar de ojos. Entonces tendrías que volver a empezar el procedimiento porque el sabor de la azúcar quemada es muy fuerte e impregnará todo tu bizcocho dejándole un sabor amargo.
- Luego que el caramelo esté listo, vierte la mezcla en el recipiente y llévalo al horno en baño de María. En este caso, el tiempo de cocción será mayor, entre 45 y 50 minutos. No obstante, recuerda siempre aplicar la prueba del palillo.
- Cuando el bizcocho esté listo, sácalo del horno y espera que refresque. Cuando haya sucedido, haz un caramelo, esta vez menos denso. Para ello, tendrás que añadir un poco de agua al azúcar. Pero no exageres en la cantidad. Notarás que el caramelo tiene otro aspecto, en cuanto a color y consistencia se refiere.
- Con la ayuda de un cuchillo, perfora el bizcocho en su superficie. Hazlo una y otra vez, sin temor alguno. Luego, con la ayuda de una cuchara, vierte el caramelo por las ranuras que le has hecho al bizcocho, para que absorba su humedad.
- Luego, voltea el bizcocho sobre una base y notarás que tiene una superficie con un marrón espectacular, tal como si se tratase de un quesillo o flan. Al cortarlo, notarás que tiene humedad en la parte de abajo. Será como una especie de bizcocho de caramelo. Los niños de la casa querrán que lo hagas frecuentemente, pues tiene un sabor increíble.
Bizcocho sin leche
Además de lo anteriormente dicho, puedes hacer tu bizcocho sustituyendo la leche por otro líquido, como jugo de fruta o una gaseosa. En caso de que desees usar jugo de limón, recuerda que, por ser una fruta cítrica con un sabor muy invasivo, no tendrás que usar mucha cantidad. Tal vez sea suficiente con el jugo de unos 5 limones.
Para completar la cantidad de líquido necesario, agrega el resto de agua. Puedes añadirle a la mezcla ralladura de limón o hacer confituras de cáscaras de limón para la decoración. ¿Sabes cómo hacerlo?
- Lava bien los limones y córtalos longitudinalmente en forma de cruz. Retira la cáscara con tus manos mientras pones a hervir agua en una cacerola pequeña.
- Cuando el agua haya hervido, coloca las cáscaras de limón y déjalas ahí por unos dos minutos. Retíralas del fuego, cuélalas, lava la cacerola, lava las cáscaras y repite el proceso unas dos veces más.
- En otra cacerola coloca dos tazas de agua y dos de azúcar y ponlas a cocinar a fuego lento, revolviendo con mucha frecuencia. Notarás que el jarabe comenzará a cambiar de color. No debe tornarse muy oscuro.
- Integra las cáscaras al jarabe y cocina a fuego lento por una hora aproximadamente. Si notas que comienza a secarse, puedes añadirle un poco de agua. El jarabe comenzará a tornarse denso y las cáscaras se verán traslúcidas y muy tiernas.
- Para saber si las cáscaras están en su punto, retira una con mucho cuidado de no quemarte, ponla sobre una rejilla y déjala enfriar. Si al probarla, la notas suave y con una mordida fácil, entonces ya estarán listas. Si no es así, agrega un poco más de agua y deja que sigan hirviendo.
- Cuando estén listas, apaga la llama y coloca las cáscaras sobre una rejilla para que enfríen. Procura que estén separadas una de la otra. Cuando estén fría, córtalas en tiras muy finas y déjalas sobre la rejilla durante toda la noche para que sequen bien.
- Al día siguiente, coloca un poco de azúcar en un recipiente y agrega las cáscaras de limón para que se impregnen de azúcar. Luego, guárdalas en el refrigerador en un recipiente de vidrio con sellado hermético y estarán listas para comer al día siguiente.
Como has notado, es muy fácil de hacer, pero requiere de cierto tiempo para que tus confituras queden perfectas. Por ello, si deseas hacerlas, toma tus medidas y comienza con dos días de anticipación. Pon en práctica lo que has aprendido el día de hoy y disfruta de un bizcocho de bajo coste.
