Cómo hacer pan árabe casero
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Para quien le gusta cocinar, hacerlo no es un deber, sino más bien un pasatiempo. Puesto que disfrutan cada parte del proceso, lo hacen de buena gana y, por lo general, todo lo que hacen les sale bien.
Además, procuran hacer todo en casa, ya que reconocen que la comida hecha por ellos mismos tiende a ser más saludable, no solo porque pueden ajustar la cantidad de ingredientes perjudiciales, sino porque también tienen la oportunidad de mantener altos estándares de calidad, a la hora de seleccionar los productos, y de higiene, al momento de manipularlos.
La verdad es que puedes preparar en casa todo cuanto te propongas. Solo necesitas tener los ingredientes, los materiales, el deseo de hacerlo y un poco de creatividad e ingenio. De esta manera, lograrás sorprender a tus invitados con comidas realmente exquisitas hechas en casa.
Una receta que no puedes dejar de aprender es la del pan árabe, el cual también es conocido como pita. Este es el pan que se emplea como base para preparaciones más complejas, como la pizza, el shawarma árabe, los tacos mexicanos y muchos platos más.
Si te interesa conocer cuál es el procedimiento que debes seguir para la correcta elaboración de los panes árabes, en este post te lo estaré diciendo. Al terminar de leerlo te darás cuenta lo fácil que es hacerlo y, mientras más lo hagas, más rápido dominarás la técnica. De manera que, llegará el momento en que los hagas de forma natural y sin mayor esfuerzo.
Además, al comprar el pan pita en el supermercado, por lo general, no lo disfrutas fresco. Debes calentarlo y, en ocasiones, no tiene el sabor que estás buscando. En cambio, si lo haces tú mismo, podrás intensificar los sabores o suavizarlos. Todo, dependiendo de para qué receta quieras utilizarlo.
Instrucciones para hacer pan árabe casero
El pan árabe es un tipo de pan sin miga que se emplea para la preparación de muchos platos de la gastronomía árabe. No obstante, también se ha extendido hacia otras culturas, en donde también goza de gran aceptación.
Su preparación es muy sencilla. A diferencia de otros tipos de panes, en este caso, apenas tendrás que amasar un poco. Para poder conseguir el desarrollo adecuado del gluten, la técnica que vamos a implementar, en esta ocasión, es la de amasados cortos y reposos. Así, podrás preparara la masa para el pan haciendo el mínimo esfuerzo.
El procedimiento a seguir es el siguiente:
- En un recipiente o cuenco mezcla la harina y la sal. Luego, incorpora la levadura y vuelve a mezclar. Es importante que mezcles los ingredientes por separado, para evitar que entren en contacto, ya que la sal refrena la acción de la levadura para panadería.
- Luego, deberás verter el agua y el aceite. Mezcla bien para que ambos ingredientes puedan ser bien adsorbidos por la harina.
- Después, será el momento de comenzar a amasar con las manos para obtener como resultado una masa que tenga una textura lisa y uniforme.
- Tapa el recipiente con algún plástico y deja que la masa repose por unos 20 minutos. Mientras transcurre ese tiempo, la masa se hidratará por completo, lo que hará más sencillo el segundo ciclo de amasado.
- Cuando haya pasado el tiempo de reposo, reinicia el proceso de amasado por unos 30 segundos más.
- Luego, vuelve a tapar el recipiente y deja que la masa repose una vez más, pero, esta vez, hasta que haya doblado su tamaño. Ten en cuenta que el tiempo de fermentación de la masa va a variar dependiendo de la temperatura ambiental que tenga. Cuando la temperatura se encuentra alrededor de los 20 grados, la masa estará lista en unas 3 horas.
- Cuando haya duplicado su volumen, coloca la masa sobre la mesa en donde la vas a trabajar y presiónala con el puño para que expulse el aire. La superficie debe estar previamente enharinada.
- Divide la masa en 8 porciones iguales. Para garantizar que así lo sean, te recomiendo que utilices una balanza de cocina. Así tendrás la seguridad de que cada pan tendrá el mismo peso y cantidad de masa.
- Luego, forma una bola con cada una de las porciones en las que dividiste la masa. Después de formadas, tápalas con una toalla limpia y déjalas que reposen por otros 20 minutos más. Durante ese período de tiempo, el gluten se comenzará a relajar, lo que hará que sea más fácil el aplanado de la masa que harás posteriormente.
- Cuando haya finalizado el tiempo de reposo, con la ayuda de un rodillo, estira las porciones de masa. Estas deberán quedarte de unos 5 mm de grosor.
- Ponlas en una bandeja para horno engrasada con aceite y llévala al horno por 10 minutos, a unos 250º C.
- Al sacar los panes del horno, deberás colocarlos, de inmediato, entre dos paños de cocina. Esto, con la finalidad de que tomen humedad y no se pongan duros.
- Finalmente, espera que se pongan a temperatura ambiente y estarán listos para utilizar y consumir.
¿Que necesitas para hacer pan árabe casero?
Para la preparación de unas 8 unidades de pan árabe, vas a necesitar los siguientes ingredientes:
- 500 gramos de harina de trigo.
- 250 ml de agua.
- 25 ml de aceite de oliva extra virgen.
- 10 gramos de sal.
- 10 gramos de levadura seca de panadería.
Por supuesto, en caso de que quieras hacer más cantidad de pan, entonces deberás incrementar la cantidad de ingredientes, en función de los resultados que esperas obtener. Sin embargo, debes asegurarte de hacerlo de manera equitativa, sin alterar la proporción de los valores.
Consejos para hacer pan árabe casero
Cabe señalar que, si no quieres hacer los panes en el horno, también los puedes hacer en una sartén antiadherente. En este caso, tras poner el pan en la sartén, deberás colocarle una tapa. Luego, deja que se cocine por unos 2 o 3 minutos, a fuego bajo, por cada lado.
El indicativo de que debes darle la vuelta al pan es que comenzarán a formárseles burbujas en su superficie. Otra alternativa es que le des vueltas varias veces para que puedas tener un mejor control del proceso de cocción. Esta recomendación te será de especial utilidad en caso de que sea tu primer intento de elaboración de pan árabe.
Mientras se va cocinando un pan, puedes ir estirando otra bola de masa para ponerla en la sartén apenas esté listo el que tienes al fuego. A medida que vayas retirando los panes del fuego, envuélvelos en una toalla limpia, así los mantendrás tibios, pero, como te lo he mencionado anteriormente, también hará que tengan una textura mucho más suave.
En caso de que tengas poco tiempo y quieras acelerar el proceso de fermentación, puedes añadir un poco de agua caliente. Sin embargo, debes tener mucho cuidado de que no se te vaya la mano. Ya que, si está muy caliente, podría terminar matando las bacterias que se encargan de hacer que la masa se fermente.
Si no dispones de levadura seca de panadería, también puedes utilizar levadura fresca. Sin embargo, en ese caso, deberás incrementar la cantidad que uses. Cabe señalar que, para esta receta, no puedes utilizar la levadura química que se suele implementar en recetas de repostería.
Acompaña tu pan árabe con lo que quieras, ya sean verduras, carne o pollo guisado, salsa para pizza y queso mozzarella, cualquier legumbre, etc. este pan es muy versátil y, si lo aprendes a hacer, ya no tendrás que buscarlo más ni en las panaderías ni en los supermercados. Además, podrás comerlos cuando quieras y, si sobra alguno, ¡no hay ningún problema! Guárdalo para el día siguiente, caliéntalo en una sartén y ya estará listo para comer.
No te quedes con las ganas de hacer esta receta. Es más fácil de lo que te puedes imaginar. recuerda que la práctica hace al maestro y, en poco tiempo, serás un experto panadero.