Cómo hacer pasta china
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¿Te gusta la comida asiática? Si es así, no erres el único. Y la verdad es que no te culpo por eso, ya que la comida asiática está llena de sabores exóticos, pero, al mismo tiempo, deliciosos, que te hacen querer probarla una y otra vez.
Algunas de las comidas asiáticas más populares son: el arroz frito, las lumpias en salsa agridulce, el chop suey, el sushi, entre otras más. Aunque es cierto que el arroz es uno de los ingredientes más importantes dentro de la gastronomía china, la pasta también juega un papel fundamental, pese a que se relacione más con la comida italiana.
La pasta china es ideal para aquellos a quienes les gusta la comida internacional. Estas personas suelen estar dispuestas a experimentar y a arriesgarse a salir de los estándares de lo convencional. Recordando que los cambios siempre son buenos y, cuando se trata de comida, aún más.
Además, Se trata de un plato ligero, completo y delicioso, lo que hará que, hasta los más pequeños de la casa, quienes tienden a tener un paladar más exigente, terminen queriendo comer más.
Puedes añadir esta receta a tu lista de comidas especiales para preparar en una ocasión de celebración o, simplemente, para hacer que un día común y corriente termine siendo uno muy especial.
Otra gran ventaja de este plato es que puedes hacerlo utilizando los vegetales que tengas en casa. Termina combinándolos a tu gusto e, incluso, sustituir la proteína, si lo deseas. Así, por cada cambio que hagas, el resultado será un plato completamente diferente.
Si te interesa saber cómo puedes preparar esta receta de pasta china, no debes ir a otro lugar. En este breve post te estaré diciendo cuál es el procedimiento que debes seguir para que quedes satisfecho con los resultados obtenidos.
Instrucciones para hacer pasta china
Esta receta es muy simple y fácil de preparar. Para ello, solo tienes que hacer lo siguiente:
- Corta la pechuga de pollo en trozos laminados de tamaño medio. Agrégales salsa de soja y déjala macerando por un buen tiempo. Tal vez, unas dos horas.
- Luego, corta en julianas la zanahoria, el pimiento rojo, el pimiento verde y la cebolla. En el caso de la cebolla, si lo prefieres, puedes cortarla en trozos más pequeños.
- Después, echa un poquito de aceite de oliva en un sartén y comienza sofriendo la cebolla. Hazlo hasta que veas que comienza a cristalizarse.
- Agrega la zanahoria y déjala cocinando por unos minutos. Recuerda que la zanahoria, por ser dura, requiere de un poco más de tiempo de cocción para que ablande bien.
- Finalmente, agrega los pimientos. Agrega un poco de pimienta y, cuando veas que la verdura está más o menos sofrita, integra los champiñones.
- Permite que se cocine todo junto por unos 2 minutos. Entonces, añade la pechuga de pollo junto con la salsa de soja que quede en el plato.
- En este punto de la preparación, puedes decidir si le agregas unas gambas al guiso o prefieres dejarlo así. Todo dependerá de tus gustos y de qué tan elaborado quieres que quede el plato. Puedes dejar esta opción para una ocasión especial, como una celebración en familia o la visita de unos amigos.
- Remueve el guiso y añade un poco más de salsa de soja al gusto.
- Mientras la pechuga se sigue cocinando, toma un caldero y pon agua en él. Deja que el agua hierva antes de agregar la pasta de arroz china. Ten mucho cuidado, ya que esta no demora mucho en estar lista. Si te descuidas, se puede pasar de cocción y te quedará como sopa.
- Cuando la pasta esté lista, escúrrela e intégrala al sartén en donde tienes el pollo. Renueve y deja que se cocine no más de un minuto, ya que no queremos que la salsa se nos seque. En caso de que consideres necesario, puedes agregar más salsa de soja. Todo es cuestión de gustos.
- Finalmente, solo queda retirar el sartén del fuego, emplatar y sentarse a comer. Esta comida va muy bien con una copa de vino tinto. De seguro, muy pronto querrás volverla a hacer.
¿Que necesitas para hacer pasta china?
Tal como te has dado cuenta, esta receta es muy sencilla, no solo porque el proceso de elaboración es rápido, siempre y cuando ya tengas preparados los ingredientes, sino porque tampoco necesitas de muchas cosas para hacerla.
De hecho, para hacer tu pasta china, solo vas a necesitar lo siguiente:
- Una zanahoria pequeña.
- 250 gramos de pechuga de pollo.
- 1 vaso de salsa de soja.
- ½ cebolla blanca.
- ¼ de pimiento verde.
- ¼ de pimiento rojo.
- 300 gramos de pasta de arroz china.
- Una cucharada de aceite de oliva extra virgen.
- 100 gramos de champiñones cortados en láminas finas.
- Pimienta negra molida al gusto.
Cabe destacar que estas cantidades son solo para dos porciones. Pero, si tu familia es más grande o tienes invitados en casa, puedes ajustar estas cantidades para que todos queden contentos y satisfechos.
Asimismo, si no te gusta el pollo o prefieres variar la receta de vez en cuando, utiliza carne de ternera, gambas o simplemente la verdura. En realidad, se trata de una receta muy flexible. Tanto, que, si gustas, también puedes agregar brotes de soja para darle un toque más oriental.
La pasta de arroz china la puedes conseguir en cualquier supermercado chino. Pero, si se te dificulta tener acceso a uno, puedes utilizar cualquier pasta, siempre y cuando sea la más delgada que consigas para que se cocine rápido y la receta te quede lo más parecida a la original.
Por otra parte, también puedes jugar un poco con las verduras que utilices. Si lo prefieres, puedes agregar un poco de repollo o berenjenas, hasta brócoli. En realidad, puedes usar cualquier cosa que te parezca que va bien con el resto de los ingredientes. De seguro, el resultado será una comida deliciosa y fuera de lo convencional.
Consejos para hacer pasta china
Aunque es cierto que la salsa de soja es muy práctica y es la sugerida para esta receta, también puedes decidir si pruebas haciendo la típica salsa agridulce china. Esta salsa es muy fácil de hacer y es ideal para comer con lumpias, verduras, arroces y, por supuesto, pastas también.
Para hacerla:
- Coloca un cazo a fuego medio. Vierte en él un poco de salsa de soja, el zumo de una naranja, kétchup, azúcar y vinagre. Remueve bien y ten cuidado de que la salsa no se pegue.
- Mientras tanto, diluye un poco de harina de trigo en agua, procurando que no le queden grumos para que luego no le queden esos grumos a la salsa.
- Cuando la mezcla del cazo ya esté hirviendo, agrega la harina de trigo diluida en agua.
- Remueve constantemente por espacio de unos minutos, hasta que veas que la salsa comienza a tener una consistencia espesa. Si la quieres un poco más ligera, puedes agregarle agua al gusto.
- Prueba la salsa para rectificar la sal. En caso de que consideres necesario, agrega un poco más de sal o, incluso, de salsa de soja. También puedes rectificar el azúcar y el vinagre y ¡listo!
Sirve la salsa a temperatura ambiente. Vigílala muy bien para que no se te queme, ya que, si se pega, cambiará el sabor de la salsa e, incluso, la puede volver amarga, cosa que no queremos que suceda.
Con relación a la pasta china, es mejor comerla bien caliente, a penas esté lista, aunque algunos prefieren comerla al día siguiente. Para sentirte en el medio oriente, cómelos con palitos chinos. Sin embargo, si no los sabes utilizar, no te preocupes, también los puedes comer con un tenedor.
No olvides compartir con otros esta deliciosa receta. Tanto la pasta como la salsa darán de qué hablar. Tus invitados quedarán sorprendidos y van a querer comer más.