Recetas para una cena romántica

Elaboración paso a paso

Ensalada romántica

1. Metemos la lechuga en un bol y la cubrimos con agua para lavarla y que coja consistencia. La mantendremos a remojo durante unos 8 o 10 minutos. De esta forma sus hojas quedarán duras y crujientes y muy limpias.
2. Mientras la lechuga coge forma, lavamos los tomates, los secamos con un paño de cocina y cortamos a la mitad de forma transversal. Reservamos en un plato aparte.
3. Con un cuchillo especial para quesos blandos partimos medio queso de cabra. Para hacerlo quitamos la envoltura externa que lo cubre pero no el papel que evita que se nos pegue a las manos. Una vez que lo hayamos divido en dos mitades, envolvemos de nuevo aquella que no vamos a utilizar y la guardamos en la nevera. Ahora sí quietamos el envoltorio de papel y hacemos rodajas con el queso de unos 2.5 cm para que no se desmenuce fácilmente.
4. En un bol aparte mezclamos 2 partes de aceite con 2 partes de vinagre. Batimos con energía ayudándonos con una varilla manual de postre durante unos dos minutos.
5. Cogemos los piñones y los trituramos con la picadora a velocidad alta. A continuación los agregamos al bol y mezclamos con energía los tres ingredientes. Hazlo durante unos 3 minutos más hasta que todos liguen y adquiera una textura algo más espesa. Corregimos de sal y reservamos.
6. Cogemos las rosas y en otro bol aparte vamos colocando sus pétalos uno a uno. Reservamos.
7. Es el momento de comenzar a trabajar con la lechuga de roble. Vaciamos el bol y escurrimos la lechuga para asegurarnos de eliminar el exceso de agua. Verás cómo su textura es ahora mucho más firme. Cortamos en una tabla de madera en trozos generosos. Escogemos una bonita fuente de cerámica de tamaño medio y colocamos la lechuga sobre ella a modo de cama.
8. Ponemos sobre la lechuga los trozos de tomate previamente cortados. Los colocamos desde el centro hasta fuera haciendo círculos. Intercalamos entre medias las nueces enteras, aunque si lo prefieres puedes partirlas a la mitad.
9. Agregamos el queso de cabra poniendo un par de trozos en el centro y colocando el resto en forma de círculo de dentro hacia afuera.
10. Para terminar, esparcimos unos cuantos pétalos de rosa por encima de nuestra ensalada y vertemos un poquito de la vinagreta que hemos preparado para darle más color. El resto la colocamos en una salsera para evitar que la ensalada se ablande y para que cada uno se eche la cantidad que desee en su plato.

Salmón al horno

1. Pelamos la cebolla y la partimos en rodajas muy finas. Reservamos.
2. Lavamos la zanahoria, la secamos con un paño y eliminamos la capa externa con un pelador. Una vez hecho, continuamos partiendo la zanahoria con el pelador para hacer láminas muy finas.
3. Ponemos una sartén al fuego y agregamos un chorrito de aceite. Calentamos a temperatura media. Cuando el fondo ya esté caliente, añadimos la cebolla y la zanahoria y sofreímos. Pasados unos 5 o 6 minutos, o una vez que la cebolla quede dorada y blandita, agregamos el zumo de naranja que previamente habremos exprimido y bajamos el fuego al mínimo. Tapamos la mezcla con una tapadera y dejamos que cueza durante unos 5 minutos.
4. Mientras, con una brocha de postre, embadurnamos la base de una fuente de horno pequeña. A continuación colocamos las dos rodajas de salmón y echamos una poco de sal gorda en cada una de ellas.
5. Metemos el salmón en un horno pequeño de sobremesa y lo calentamos a 180º durante 15 minutos. Si careces de este tipo de horno, deberás precalentar el grande a 180º cuando comiences a elaborar la receta. El tiempo de cocción será el mismo.
6. Volvemos a nuestra sartén con la salsa, destapamos y agregamos la harina. Removemos con energía con ayuda de una cuchara de palo hasta que la salsa adquiera algo más de cuerpo. Cuando tenga el espesor que más nos guste, corregiremos de sal, la trituramos con la batidora y la pasamos por el chino para que sea más fina. Reservaremos en una salsera.
7. Ya sólo nos falta esperar a que acaben los 15 minutos de horno para tener el plato principal preparado.

Gazpacho de fresas

1. Quitamos las hojas de las fresas y las lavamos con abundante agua fría junto a los tomates. En una tabla de madera picamos ambos productos en trozos finitos, excepto 2 fresas, que reservaremos para usar después a modo de adorno. Pelamos la cebolla y la picamos también en pequeños pedazos.
2. Quitamos la corteza del pan de la rebanada de pan de molde y la colocamos en un plato hondo. Con el vinagre bañamos la rebanada hasta que absorba todo el líquido.
3. A continuación colocamos las fresas, los tomates, la cebolla y el jengibre rallado en un bol de tamaño medio. Añadimos a la mezcla el pan de molde desmenuzado y comenzamos a triturar con la batidora a velocidad media. Vamos añadiendo poco a poco el aceite, el azúcar y la sal hasta que casen todos los ingredientes. Debes de batirlo durante aproximadamente 3 minutos.
4. Cuando hayamos acabado, pasamos todo por el chino para que la textura sea todavía más fina. Si no vas a servirlo en el momento, mantenlo bien refrigerado en la nevera, hay que tomarlo muy fresquito. Como toque final, verteremos la mezcla en dos vasos de cristal bonitos y colocaremos una fresa en el borde de cada uno. Sólo es necesario que hagamos una pequeña rajita en su base para que quede en equilibrio y no se mueva.

Tartaletas de queso con membrillo

1. Precalentamos el horno a 160º (si se trata de un horno de mesa no será necesario, es suficiente con encenderlo directamente cuando vayamos a usarlo).
2. Cogemos unas 12 tartaletas de las que habremos comprado ya preparadas en el supermercado y las vamos rellenando del siguiente modo:
3. Partimos una porción de queso del tamaño de la tartaleta y lo metemos en cada una de ellas.
4. Después, cortaremos en láminas finas el membrillo y lo colocaremos sobre el queso con cuidado.
5. A continuación, cogemos las nueces picadas y las esparcimos con suavidad encima de cada una. Ya solo nos queda calentarlas durante 10 minutos en el horno y disfrutar de su rico sabor.