Beneficios del aceite de avena
Si quieres tener una piel hermosa, luminosa y sana, no puedes conformarte con asearla simplemente con agua y jabón. Pues, de esta manera, solo consigues mantenerla limpia. Sin embargo, a fin de que tenga un buen aspecto, es necesario tratarla bien, tal como lo haríamos con un objeto muy delicado.
Debido a que constantemente es expuesta a los efectos del sol, la piel puede terminar resecándose mucho, desarrollar manchas y hasta enfermedades. De ahí la importancia de hacer todo cuanto podamos por cuidarla y mantenerla sana.
En la industria cosmética, existe una gran variedad de productos, los cuales van destinados al cuidado de la piel. Tanta variedad puede dificultar hacer una buena elección. No obstante, los productos de origen natural siempre serán los más recomendados, ya que la madre naturaleza se encarga de proporcionarnos todo lo que necesitamos para permanecer sanos.
Entre los productos de mayor beneficio para la piel está la avena. Sí, no solo puedes comerla y aprovecharte de todas las propiedades que tiene para ofrecerte en ese sentido, la avena también cuenta con características especiales que son una bocanada de aire fresco para tu piel. Por eso, se han fabricado muchos productos que la tienen como su principal componente.
Sin embargo, ¿sabías que es posible encontrar el aceite de avena? Sí, al igual que los demás aceites esenciales, el aceite de avena puede serte de mucha utilidad. No obstante, si conoces poco sobre este producto, no tienes de qué preocuparte.
En este breve post compartiré contigo todo lo que necesitas saber referente a él. En especial, estarás al tanto de cuáles son sus beneficios, lo que te ayudará a convencerte para que lo comiences a usar lo más pronto posible. Por eso, sin más preámbulos veamos de qué se trata y cómo puedes sacarle el máximo provecho.
Instrucciones
El aceite de avena es un aceite de origen natural, el cual posee un perfil único. Se adsorbe con mucha facilidad y deja la piel con un acabado no graso, lo que reduce la pérdida de lípidos. Además, contiene fosfolípidos y ceramidas que son biomiméticos con la piel.
De hecho, se considera que es uno de los aceites más bondadosos que existen en el tratamiento y cuidado de las pieles más sensibles y delicadas. Contiene propiedades emolientes que son muy efectivas. Además, se encarga de fortalecer la piel y de restaurar la barrera cutánea.
Posee una mayor cantidad de ceramidas que otros aceites esenciales y, por tal razón, se encarga de aportar a la piel una hidratación tanto superficial como profunda. Además de la suficiente vitamina E para proteger a los lípidos, propios de la piel, de la peroxidación UVB.
Este aceite se extrae de granos completos de avena, con cuidado de conservar todos sus compuestos activos. Contiene una gran cantidad de antioxidantes naturales de mucha importancia, así como vitamina E y ácidos grasos esenciales.
El aceite de avena es antialérgico y el emoliente ideal para pieles sensibles, atópicas, con tendencia a irritarse, con ictiosis, quemaduras solares, alergias y otras alteraciones similares. Se encarga de mejorar la elasticidad de la piel, nutriéndola, calmándola y suavizándola.
Ahora que conoces qué es el aceite de avena y cuáles son sus características, ¿qué más necesitas conocer para que comiences a utilizarlo lo antes posible?
Que Necesitas
Conocer los beneficios del aceite de avena puede ser un gran incentivo para que quieras usarlo hoy mismo. Entre ellos, podemos destacar los siguientes:
- Posee excelentes propiedades protectoras.
- Hidrata y suaviza la piel al reforzar la función barrera promoviendo un aspecto sano y cuidado.
- Retrasa el proceso de envejecimiento.
- Por tener un alto contenido en ceramidas, favorece el mantenimiento de las estructuras capilares de la epidermis al crear una capa protectora que revitaliza la piel y retiene la hidratación.
- Les devuelve los lípidos a las pieles deshidratadas.
- Tiene un efecto rejuvenecedor inmediato en el rostro.
- Tiene una acción calmante, dermoprotectora y antiirritante ideal para las pieles más sensibles y maltratadas por la incidencia de los rayos solares.
- Se le atribuyen excelentes propiedades que ayudan a combatir el estrés oxidativo.
- Es considerado un aceite anti acné, ya que reduce de manera significativa las pápulas, los puntos negros y las lesiones típicas de esa condición.
Además de lo anteriormente dicho, el aceite de avena posee ciertas cualidades que lo hacen único. Por ejemplo, es muy versátil a la hora de incorporarlo en diferentes fórmulas, es un emoliente muy efectivo, es transparente y, por consiguiente, fácil de formular y un excelente sustituto para otro tipo de aceites que son pasivos.
Ahora bien, ¿qué recomendaciones debes tener en cuenta a la hora de aplicar el aceite de avena en tu piel? Veámoslo ahora mismo.
Consejos
Cabe destacar que es posible encontrar este aceite en diferentes presentaciones, como en cremas, emulsiones, tónicos, aguas de limpieza, champús, jabones, etc. Así que podrás aprovechar todas sus propiedades en diferentes usos.
No obstante, también puedes usarlo en su estado natural sobre tu piel. Pero, ¿cuál es la mejor manera de hacerlo? Por lo general, los aceites esenciales poseen un peso molecular muy bajo y penetran fácilmente en la piel. Una vez dentro de ella, permanece ahí para un beneficio localizado.
Sin embargo, aunque el aceite de avena se adsorbe con mucha facilidad, existen distintas maneras de aumentar su absorción. Por ejemplo, puedes agregar unas gotas de aceite en el agua, mientras te das un baño caliente.
También puedes agregar unas gotas de aceite a una toalla húmeda y luego aplicarla en el área que deseas tratar. Finalmente, está la opción de agregar unas cuantas gotas de este aceite a una loción o crema humectante para luego aplicarla sobre tu piel.
Algunas de las áreas más recomendadas para aplicar aceites esenciales son el cuello, la sien, la nuca, el pecho, el abdomen, los brazos, las piernas y la planta de los pies. Pero, en vista de las propiedades cicatrizantes del aceite de avena, también es recomendable que lo apliques en el rostro. Puedes hacerlo por la noche, antes de irte a dormir y, a la mañana siguiente, retirarlo con abundante agua y jabón.
