Cómo administrar dinero
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Cómo administrar dinero, tu dinero, es la gran preocupación de la mayoría de la ciudadanía que vive del sueldo por su trabajo y que, evidentemente, no permite el derroche. Cuando los ingresos son altos, esa preocupación es menor, y la administración del dinero en muchas ocasiones se deja al fluir cotidiano de la vida económica familiar o personal.
Es decir, se hace un presupuesto de cabeza en el que sabemos lo que cobramos a final de mes, y con eso se pagan los gastos básicos como el alquiler o la hipoteca, junto con la electricidad, la energía y la comida, gastos de colegios de los hijos e hijas,y transporte, ya sea gasolina o tren y autobús, y el resto se considera de “libre opción”, y de ahí sale el dinero para los gastos de ocio, como bares, cines, ropa y calzado, e incluso algo de ahorro para las vacaciones o en el banco, si es posible.
Este tipo de contabilidad casera implica una planificación para vivir al día, aunque se tenga algún dinero más allá de los gastos básicos. Así, es muy fácil caer en el derroche o en los gastos inútiles, que se solventa con un poco de cuidado al mes siguiente.
Pero este método sólo lleva, a poco que se tienda al consumo complaciente, y teniendo en cuenta la presión de la publicidad, a que en poco tiempo tengas problemas con la administración del dinero. Para que puedas controlar con precisión las idas y venidas de tu presupuesto, te damos algunas pistas sobre cómo administrar dinero.
¿Que necesitas para administrar dinero?
- Cuaderno y bolígrafo
- Ordenador
- Tu nómina
- Tus recibos
- Tus tiquets gastos
Instrucciones para administrar dinero
- Cuaderno y bolígrafo. Para que aprendas a organizarte, necesitas dedicarle un rato de tiempo a echar cuentas, pero con un cuaderno y un bolígrafo, porque en primer lugar tienes que apuntar todos tus gastos y las fechas cuando se producen. Es decir, aunque sea un poco pesado, se trata de que no sólo reflejes sobre el papel los principales gastos, como pueden ser el alquiler o la hipoteca, las compras de alimentos, el teléfono y la conexión a internet, la electricidad, el gas, etc., sino que también seas paciente y apuntes la cena de un sábado, las cañas con los compañeros de trabajo, pero también esa revista que te ha llamado la atención en el quiosco de prensa, o el periódico, el tabaco si fumas, los cafés, una bolsa de patatas fritas, sí, todos los gastos, es decir, hasta el último céntimo. Así comprobarás del primer vistazo como las pequeñas salidas de un euro aquí, otro allí, al final son un montón de dinero que hace que vayas adivinando qué ha pasado cuando vas al cajero y te da un saldo de 8,60 €.
- Gastos fijos. A la vez que vas anotando diariamente todos los euros y céntimos que salen de tu monedero, puedes escribir en hoja aparte .evidentemente, lo puedes hacer también en el ordenador, bien como un documento de texto donde puedes abrir una tabla, o en una hoja de cálculo tipo excel- los gastos fijos. Son todos los gastos predecibles y, generalmente, los mayores por separado, que mencionábamos antes, como el alquiler o la hipoteca, el teléfono, electricidad y gas… y que siempre sabes cuánto te restan de tu nómina:están gastados antes de que cobres tu salario.
- Gastos variables. Otros gastos no se pueden concretar tan fácilmente y con tanto detalle, aunque nos sean imprescindibles, como son la comida o el transporte, pues a veces podemos gastar más en pescado o en embutidos, o cogemos menos el coche porque podemos ir con alguien del trabajo. Con el móvil pasa algo parecido, a veces llamamos más que otras, dependiendo también del tipo de tarifa que tengas. Ten muy en cuenta estos gastos porque en ellos siempre podrás ajustar y reducir si ves necesario ahorrar un poco por las circunstancias que sean. La buena noticia es que una vez registrados en tu cuaderno de contabilidad casera o tu archivo “Contabilidad-Casa”, por ejemplo, te darán una base clara y fiable para saber a qué atenerte el siguiente mes.
- Gastos extra. Son los gastos dedicados al ocio y cultura, aspectos importantes para el bienestar personal, pero que incluyen una lista inacabable de posibilidades que oscila entre lo barato y lo astronómico. Tomar un café con una amiga no es costoso, pero sí lo es ir de vacaciones en un viaje por Estados Unidos. Evidentemente, este último ejemplo lo entiende y acepta cualquier persona con unos ingresos habituales dentro de esa gran mayoría de la clase media, pero la trampa está en los llamados “caprichos” o pequeños gastos que en muchas ocasiones son impulsivos: “Pidamos una pizza”. “Salgamos a cenar este sábado”, “¿Vienes al concierto el próximo fin de semana?”, son momentos típicos que producen gasto, y que están bajo una presión intensa, como es disfrutar de un evento o salida en la compañía de la pareja o las amistades, algo que nos parece insoslayable. Pero cuando escribes todos esos gastos en frío, entiendes rápidamente que es un capítulo que puede ser demasiado amplio y a la vez muy flexible, por lo que, con un simple vistazo a tu cuaderno el día 20, por ejemplo, verás si el presupuesto, es decir, el dinero que te queda disponible para ese tipo de gastos, y de esa manera siempre estarás al mando de tus finanzas, y no al revés.
Consejos para administrar dinero
- Te será muy útil guardar todos los tiquets de los “pequeños” gastos que haces fuera de casa.
- Conocer los detalles de los diversos servicios que tienes contratados en tu hogar, tales como los de las compañías eléctricas, telefónicas, gas, etc., te será muy útil para que no pagues de más por lo que necesitas.
- Si tienes un teléfono móvil tipo “smartphone” te será muy cómodo apuntar todo en el móvil y poder consultarlo en cualquier lugar y en cualquier momento que lo precises.