Cómo plantar Semillas
Contenido del Artículo
Si quieres saber cómo plantar semillas de cualquier planta, ya sea por que quieres tener tu propio huerto o jardín, o simplemente por si quieres tener una planta en el interior de tu hogar, a continuación te vamos a explicar todo aquello que debes saber para hacerlo.
Para plantar semillas necesitar saber qué son, cómo germinan, como plantarlas y cómo crecen, así como otra información adicional que te vamos a dar y que te ayudará a la hora de llevar a cabo esta tarea de la mejor forma posible.
Tipos de semillas
Antes de comenzar con la explicación de cómo plantar semillas es importante que sepas los tipos de semillas que hay para que puedas cultivas en tu huerto. Existen una infinidad de ellas, si bien a continuación te vamos a hablar de las semillas más comunes:
- Criollas: Son aquellas capaces de adaptarse al entorno. Esto hace que se reduzca de forma considerable el agotamiento del terreno de cultivo, al mismo tiempo que logra optimizar los recursos.
- Acriolladas: Este tipo de semillas son las que, aunque no son autóctonas, con el paso del tiempo se han aclimatado a las condiciones de la región.
- Mejoradas: Son las semillas que se seleccionan en base a técnicas y procesos de polinización controlada. Tienen la ventaja de que son de una gran resistencia frente a las plagas y las enfermedades, además de que se adaptan de forma sencilla a todo tipo de regiones y ofrecen una alta producción.
- Híbridas: Estas se obtienen mediante el cruce de dos plantas de diferentes especies. Este cruce tiene lugar para optimizar el rendimiento de los cultivos, aunque para ello el cruce debe tener lugar entre dos variedades con características parecidas. Ofrecen un crecimiento más rápido y una mayor resistencia en tallos y raíces, con frutos de mayor calidad y una mayor robustez. Son estériles. Dentro de las semillas híbridas nos encontramos dos tipos:
- De crecimiento determinado: El tallo delimita la formación de nudos y la altura que va a tener la planta en cuestión.
- De crecimiento libre: En este caso la formación de nudos se mantiene por encima del tallo y la altura sigue aumentando.
- Transgénicas: Estas semillas no existen en la naturaleza. Han sido creadas por el hombre a través de la ingeniería genética y están pensadas para mejorar las propiedades de las plantas y así tener una mayor capacidad de oposición contra las plagas y otras circunstancias adversas. En este caso se deben comprar en cada nueva siembra, ya que las semillas de nueva generación son estériles.
- Ecológicas: Como su propio nombre indica proceden de plantas ecológicas. Esto quiere decir que no han sido tratadas ni con abonos químicos ni fertilizantes.
- Baby: Son semillas que han recibimiento un tratamiento para frenar su desarrollo, pero logrando mantener el aporte nutricional y la calidad del fruto.
- Según el tipo de cultivo: En función del tipo de cultivo podemos clasificar las semillas en semillas comestibles, de hortalizas, de flores o de frutas.
Cómo conseguir las semillas
Más allá de poder comprarlas en tiendas especializadas o supermercados, las semillas puedes conseguirlas de otras maneras. Las semillas se obtienen del fruto, debiendo recolectarse, en la gran mayoría de las ocasiones una vez que el fruto ha alcanzado la maduración, antes de que comience el proceso de diseminación.
Lo más aconsejable es que obtengas las semillas directamente de las plantas, de forma que puedas llegar a obtener semillas de una mayor calidad. Ten en cuenta que es importante adquirir las mejores semillas posibles para poder disfrutar de las mejores plantas. Algunas indicaciones básicas para la obtención de las semillas, son las siguientes en función del tipo de planta:
Semillas para tomates
- En primer lugar debes extraer las semillas, dejando para ello que los tomates completen su maduración, dejando que se ablande un poco antes de la extracción.
- A continuación debes colocar las semillas dentro de un cubo de agua durante dos días. Pasado este tiempo habrá fermentado. Debes tener en cuenta que las semillas sanas irán al fondo del recipiente, mientras que las malas quedarán flotando.
- Debes coger las semillas sanas y ponerlas a secar al sol, colocándolas sobre una servilleta de papel durante una semana aproximadamente. Asegúrate de cubrirlas por la noche.
- Para finalizar debes conservarlas en un envase adecuado para que estén listas para su plantación.
Este proceso es similar para otros frutos.
Semillas para Leguminosas
En el caso de las leguminosas, como habas, judías, garbanzos o guisantes, debes seguir estos pasos:
- En primer lugar debes dejar sin cosechar las plantas más vigorosas.
- Una vez que se hayan secado las matas hay que arrancarlas. Después debes dejarlas al sol para que se terminen de secar. En un día que esté muy soleado debes desgranarlo y ponerlas al viento para retirar las brozas de las semillas.
- Para finalizar las debes conservar en un recipiente apropiado.
Semillas para herbáceas u hortalizas
En este último caso hacemos referencias a las semillas que no están dentro de ningún fruto, sino que después de ser polinizadas, las flores dejan espacio a las nuevas semillas.
- En primer lugar debes dejar que la planta espigue y florezca. Tratas de protegerla de posibles amenazas como aves y otros depredadores.
- Una vez que la planta esté seca debes cortarla y dejarla ventilar durante unos días, hasta que acabe de secarse.
- Aprovechando un día que esté muy soleado se debe extender la planta en una tela. Aprovecha para desmenuzar las flores.
- Para finalizar tendrás que seleccionar de forma manual las semillas y guardarlas en un recipiente para su conservación.
Cómo guardar las semillas
La gran mayoría de las semillas pueden guardarse durante varios años, aunque esto depende de cada especie en particular. No obstante, por norma general deben de ser conservadas en un lugar seco, fresco y oscuro.
Para ello es recomendable utilizar determinados envases como bolsas de tela, bolsas de papel, bolsas plásticas con cierre o tarros eherméticos.
Instrucciones para plantar Semillas
- En primer lugar debes comprobar las condiciones que requiere la semilla para poder crecer, es decir, sus necesidades. Para ello debes tener en consideración e clima, las fechas, la temperatura, la humedad, la acidez, etcétera. Trata de buscar las condiciones más favorables para que estas contribuyan a su crecimiento y desarrollo.
- A continuación debes elegir el tipo de siembra que vas a realizar. Esta puede ser directa en el suelo, indirecta, con el uso de semillas orgánicas, etcétera. Optar por una u otra dependerá de cada persona y de la planta elegida.
- Posteriormente debes comprobar las condiciones del sustrato, de forma que puedas conocer la ventilación, clima, espacio, acidez, etcétera.
- Una vez hecho lo anterior llega el momento de proceder a la limpieza del terreno. Para ello debes extraer las malas hierbas que puedan estar presentes en el mismo, así como los diferentes restos que hayan podido quedar de cultivos anteriores o cualquier otro tipo de residuo. Recuerda que debes extraer todas las plantas desde la raíz para evitar que puedan volver a crecer.
- Antes de iniciar la siembra es necesario que humedezcas el terreno, lo que hará que se minimicen las posibilidades de que las semillas acaben siendo expulsadas a consecuencia de la fuerza del agua.
- Añade fertilizantes naturales mezclándolos en el suelo a una profundidad de unos 5 cm.
- En ese momento ya estará preparado el terreno para recibir tus semillas. Por ello, procede a introduicir las semillas en el suelo de acuerdo a las especificaciones de cada una de ellas. Ten en cuenta tanto la profundidad indicada como la distancia que debes mantener entre las diferentes plantas.
- Cuando ya las hayas introducido en la tierra debes regalara en función de la variedad de planta que hayas elegido para colocar en tu huerto o jardín.
- Desde ese momento tendrás que esperar a que las semillas germinen, para luego trasplantar los brotes en el caso de que hayas optado por sembrarlas inicialmente en semilleros.
- Para mayor protección de las plantas se recomienda hacer uso de mallas, de forma que puedan estar a salvo de los depredadores, algo muy importante sobre todo en las fases tempranas del crecimiento y desarrollo de la planta.
- Utiliza fertilizantes naturales con regularidad de acuerdo a las necesidades de cada tipo de planta y cultivo en particular
- En el caso de algunos árboles o plantas es necesario hacer uso de guías para que crezcan de manera erguida, favoreciendo así su ventilación y el aprovechamiento de la luz.
- Es importante que revises las plantas para asegurarte de que no hay enfermedades ni plagas en ellas. Esta revisión debe ser regular, al igual que el riego, que debe ir acorde a las necesidades de cada cultivo.
- Si es necesario, poda tus plantas. En ocasiones es necesario para el proceso de floración y fructificación de algunas plantas. Este paso puede ser opcional en muchas plantas.
- Para finalizar recuerda que es importante la rotación de cultivos. Antes de llevar a cabo la siembra debes asegurarte de qué asociaciones de plantas son las más favorables y perjudiciales para tu cultivo.
¿Que necesitas para plantar Semillas?
- Terreno apropiado para el sembrado.
- Agua.
- Luz solar.
Consejos para plantar Semillas
- Antes de sembrar debes preparar el suelo de la forma apropiada, debiendo labrar la tierra cuando no esté muy humeda. También debes dejar el sustrato en las condiciones necesarias para el tipo de cultivo que vayas a realizar.
- Debes valorar el tipo de suelo necesario para cada semilla, buscando el más apropiado para cada caso en particular.
- Es importante que retires siempre las malas hierbas del terreno en el que vas a llevar a cabo la siembra de las semillas.
- Infórmate de la manera adecuada de las plantas que deseas tener en tu jardín o huerto, conociendo las condiciones necesarias para que la especie que quieres cultivas pueda desarrollarse con éxito.