Cómo hacer jabón de lavanda
El jabón de lavanda es un producto y remedio muy recomendado para diferentes dolencias tanto relacionadas con la propia piel como para la mente y nuestro cuerpo. De hecho, la lavanda es un producto que además de desprender un aroma riquísimo tiene innumerables beneficios y propiedades. Esta planta es muy utilizada, ya que ayuda a relajar la mente en casos de estrés o ansiedad. Además, también se utiliza para combatir dolores comunes como la migraña o los dolores de espalda.
En este caso, hecha jabón la lavanda ayuda a curar dolencias como la psoriasis, las quemaduras, los hinchazones, las picaduras, la piel sensible, la infección de heridas, la caída del cabello, etc. Con todo, millones de utilidades que pueden estar a tu alcance con pocos recursos económicos y con poco tiempo, ya que hoy en doncomos.com te explicamos los pasos que debes seguir para hacer jabón de lavanda en tu casa.
¿Que necesitas para hacer jabón de lavanda?
- 85 gramos de sosa cáustica.
- Aceite esencial de lavanda -utilizarás 1 cucharada sopera-.
- Planta de lavanda fresca -con tres ramillas será suficiente-.
- Un vaso de aceite de oliva virgen extra -en su defecto, puedes recurrir al aceite utilizado-.
- 200-250 gramos de agua.
- Moldes de silicona -puedes escoger el tamaño y la forma que desees obtener-.
- Pala -recomendablemente de madera, para remover la mezcla a altas temperaturas-.
- 2 ollas o en su defecto, 1 olla y 1 recipiente.
- 1 colador.
Instrucciones para hacer jabón de lavanda
- Para realizar jabón de lavanda casero, en primer lugar deberemos infusionar la lavanda. Para ello, pondremos en una cazuela el agua que hemos indicado anteriormente juntamente a los ramilletes de lavanda. Te recomendamos que pongas 3 ramilletes cortados para que quepan bien en la cazuela. Una vez tengamos todo dentro el recipiente, deberemos encender el fuego y tapar; deja que hierva durante 5 minutos y seguidamente tapa la olla y deja reposar 10 minutos.
- Una vez tengamos el agua infusionada, deberás colar la mezcla para obtener solamente el líquido limpio de restos de lavanda. Este líquido lo deberás verter en otra olla o recipiente que esté limpio, ya que será el que utilizarás para mezclar la sosa cáustica con la infusión.
- Una vez tengas la infusión, tendrás que ir añadiendo poco a poco la sosa cáustica. Ten especial cuidado, ya que la sosa es especialmente perjudicial si entra en contacto con la piel directamente; así protege tu piel con guantes y un delantal. Deberás mezclar ambos productos hasta que el resultado sea homogéneo y la sosa esté totalmente líquida -con la infusión aún caliente la sosa cáustica se derretirá fácilmente-.
- Mientras se enfría la mezcla líquida, podrás ir calentando el vaso de aceite de oliva -2 cucharadas soperas más o menos-. Cuando el aceite esté a punto de hervir, será el momento de juntar el aceite con la mezcla líquida. Hazlo de un modo paulatino y lento, ya que el aceite a altas temperaturas puede provocar fuertes quemaduras y además la mezcla no quedaría bien. Una vez todo esté homogéneo será el momento de introducir la cucharada sopera de aceite esencial de lavanda.
- En el momento que tengas los cuatro productos mezclados, deberás ir removiendo poco a poco y siempre en el mismo sentido. Verás que pasados 2-3 minutos la mezcla empieza a ser más espesa; en ese punto ya podrás volcar el resultado en el molde de silicona escogido para tu pastilla de jabón.
- Deja enfriar el jabón líquido de lavanda, después de 20 minutos puedes espolvorear lavanda fresca por encima si lo deseas. Cuando observes que empieza a solidificarse la base, ya puedes sacar la pastilla del molde con mucho cuidado y dejar que acabe de secarse en un lugar frío y seco.
Consejos para hacer jabón de lavanda
- Las pastillas de jabón de lavanda son un buen producto de belleza e higiene, pero además también puede servir de ambientador. Desprenden un aroma exquisito, por lo que puedes colocarlo en los cajones de la ropa interior, por ejemplo.
- Aquí puedes aprender cómo hacer jabón casero para tener más conocimientos del jabón hecho en casa y cómo tener los mejores resultados.
- Ten en cuenta que siempre que quieras puedes decorar tu pastilla de jabón casero, colocando el líquido en moldes con formas originales o añadiendo cualquier hierba aromática por encima en el momento en el que se está solidificando.
- El aceite esencial de lavanda no está indicado para mujeres embarazadas, por lo que si estás esperando a un bebé no debes utilizar el jabón casero durante los meses de embarazo.