Cómo quitar un lunar

Aunque muchos lo desconozcan, los lunares son más habituales en nuestro cuerpo de lo que podamos llegar a pensar. Pese a que nada tienen que ver con el calendario lunar se identifican como pequeños puntos en la piel y que pueden llegar a ser realmente molestos a la vista hasta el punto de querer quitárselos de encima. Sin embargo, la gran cantidad de remedios naturales que veremos a continuación debería ser suficiente para cambiar nuestra percepción hacia este tipo de problema.

¿Qué son los lunares?

Los lunares se forman cuando en un punto de nuestra piel se junta una cantidad de células encargadas de crear pigmentos de piel demasiado alta. Por tanto, dichos puntos en la piel, conocidos como lunares, se encuentra una cantidad demasiado elevada de melanina. Dicha sustancia es la que se encarga de dar color a nuestra piel, así como el de los ojos y el pelo. Tener lunares es más común de lo que pensamos en la piel humana, independientemente que nuestra piel sea morena o clara. Obviamente, cuánto más oscura sea nuestra tez mayor será la dificultad de reconocerlos. Lo habitual es que cualquier tipo de persona pueda llegar a tener entre 10 y 40 lunares. Estas manchas en la piel pueden aparecer aproximadamente hasta que se cumplan los 40 años, aunque en algunos casos dejan de salir antes y en otros se pueden extender algunos años más.

Por norma general, los lunares no representan ninguna amenaza para la salud. Sin embargo, pueden ser la trampa que escondan cualquier tipo de enfermedad en la piel, incluido el cáncer de piel. Aunque gran parte de los lunares son conocidos como buenos o benignos, no está de más acudir a un especialista del cuidado de la piel por si alguno de nuestros lunares pudiera ser cancerígeno. Algunos de los principales síntomas que nos alertan de esta situación son el borde irregular, el cambio de color o sangrado del lunar, el tamaño y su cambio repentino así como se produce picor o hinchazón. Asimismo, si alguno sufre un aumento repentino del nombre de lunares en la piel debe acudir con rápidez a un especialista para que le pueda realizar algún tipo de diagnóstico que concluya si es necesario seguir algún tipo de tratamiento. También se deben prestar a los lunares que aparecen desde nacimiento y también a aquellos que se formen en las plantas de los pies y en las palmas de las manos.

A la hora de acudir al médico, el especialista evaluará el tipo de lunar con el que se cuente y decidirá en todo caso si se debe proceder a realizar la extracción a través de una cirugía poco invasiva y preventiva con anestesía local. Esta intervención quirúrgica no requiere ningún tipo de hospitalización ni efectos secundarios. Una vez finalizada la extracción, se envía el lunar a un laboratorio para averiguar si se trata de un lugar benigno o, en el peor de los casos, este es un lunar maligno. Si fuera uno de los peores casos, el médico también le indicará cuál es el tratamiento a seguir en cada caso. Algunos de los síntomas que se deben tener en cuenta a la hora de analizar el lunar son su forma, especialmente si es plano o en cambio tiene una cierta elevación. Normalmente suelen ser redondos aunque también pueden ser ovalados. Algunos pueden llevar pelos, mientras que otros no. Los estudios sitúan en un 10% el número de personas que tienen en su cuerpo un lunar atípico, con un color y un aspecto diferente a los lunares más habituales. Si contamos con alguno de estos lunares es cuando debemos preocuparnos ya que con el tiempo tiene más posibilidades de convertirse en un melanoma, es decir, un cáncer o tumor formado por células que tienen mucha melanina.

Beneficios de quitar los lunares

Con todo, eliminar lunares trae beneficios estéticos pero también de salud y vale la pena invertir en un especialista y, si fuera necesario, una cirugía. Comer bien, siguiendo algunas dietas como la de la luna, es clave Los más destacados son los siguientes:

  • Previene un posible cáncer de piel. Un lunar maligno no detectado a tiempo puede acabar suponiendo la aparición de un posible cáncer, que complique nuestro día a día. Por esta razón, es crucial poder realizar algún tipo de tratamiento preventivo para conseguir evitar una posible cirugía que sea demasiado invasiva.
  • Aumenta la autoestima. Obviamente, un lunar en alguna posición estratégica puede acabar limitando nuestra vida social. Si conseguimos eliminarlo, o en cambio, si lo vemos de otra forma conseguiremos que se mantenga nuestro día a día habitual.
  • Previene posibles infecciones. Además de un posible cáncer, el lunar también puede suponer otra posible infección que sea necesario un tratamiento. No es peligroso, pero siempre afecta a nuestro día a día habitual.
  • Romper el miedo con los lunares. Además de un tratamiento físico, también debemos aprender a convivir con los lunares. Si nos sale alguno y conseguimos enfocarlo de la manera correcta, tendremos mucho ganado.

Por tanto, y vistos los posibles riesgos y los beneficios de que aporta intervenir los lunares y ponerse en manos de un especialista, vale mucho la pena no quedarse en casa e intentar buscar una solución que mejore nuestro estilo de vida y nos permita volver a la normalidad de antaño.

Cómo quitar los lunares

Los lunares, en algunos casos, pueden ser sensuales. ¿Quién no ha soñado con tener alguno como el de Cindy Crawford? Lo mismo ocurre con las pecas, aunque normalmente no correremos dicha suerte. Incluso, la famosa acabó por quitárselo hace un tiempo. Si tienes alguno en tu rostro o tu cuerpo, no dudes que es posible sacárselo de encima y además con remedios totalmente naturales y sin cirugía. Obviamente, es recomendable acudir primero al dermatólogo para descartar que se trate de un posible lunar que provoque cáncer. Una vez realizado este trámite, el ajo es una excelente opción natural para eliminar este tipo de manchas. Además de para ahuyentar a los malos espíritus y a los vampiros, el ajo contiene ciertas propiedades encargadas de descomponer todas las células que se encargan de dar color a la piel. También puede servir para reducir el color oscuro que tiene el lunar. El procedimiento es realmente muy simple. Después de desinfectar el área con alcohol y proteger la piel colindante con algo de aceite de almendras y vaselina, machacaremos el diente de ajo sobre la zona afectada y luego lo sujetaremos con una gasa y cinta. Lo dejaremos toda la noche y repetiremos cada día a lo largo de una semana.

Además del ajo, el jugo de cebolla también nos hará el mismo servicio. Lo podemos conseguir en una tienda, o bien, prepararlo en casa. Como prefiramos. Picaremos la cebolla con juliana y la procesaremos con un robot de cocina. Nos quedará una especie de pasta que deberemos colocar en el lunar y dejar actuar durante unas horas. Realizando este tratamiento durante unas tres semanas, la apariencia irá mejorando. Con vinagre de manzana, también podemos intentar eliminar cualquier tipo de lunar. Colocando una cucharada de vinagre en un algodón y aplicándola sobre el lunar durante una hora y repitiendo esta operación durante una hora hasta que consigamos que desaparezca. Este, sin embargo, si tienes la piel demasiado fina deberás suspenderlo si notas cualquier tipo de irritación. Podrás sustituirlo por el aceite de ricino. Lo frotamos directamente con el lunar cuando nos levantamos y antes de irnos a dormir. El proceso lleva como mínimo un mes pero, a cambio, no deberás preocuparte por las posibles irritaciones ni por una posible cicatriz o señal que pueda quedarte.

Si eres amante de los plátanos estás de enhorabuena. A partir de ahora, guarda las pieles de plátano y no las tires a la basura. La razón es que son otro de los remedios naturales para acabar con los lunares. Corta un trozo que tenga la forma del lunar y ponlo en la parte interna de la piel. Repite todos los días durante la noche, y sobretodo no enjuagues la zona del lunar. El aceite de árbol de té también es aplicable en la zona de los lunares. Humedeciendo un hisopo y frotando sobre la zona empezaremos a notar los resultados que deberían hacer efecto al cabo de un mes siempre que se realice el tratamiento durante la mañana y la noche. Con un poco de agua y bicarbonato de sodio formaremos una pasta que aplicaremos sobre el lunar y podremos dejar que se acabe secando. Puedes, además, enjuagar o taparlo con una gasa para que pueda actuar durante toda la noche. El jugo de piña también es otra opción para reducir la pigmentación de los lunares. Con un hisopo o una bola de algodón, dejaremos que se seque y sobretodo no nos enjuagaremos. Para obtener mejores resultados necesitarás zumo recién hecho. Las manzanas verdes, los limones o las naranjas también ofrecen buenos resultados. Con este gran número de remedios naturales, podrás decir adiós a los lunares y volver a tu estado normal. Pese a que los lunares afectan a un gran número de personas, la gran cantidad de opciones con las que cuentas en la chistera, te permiten relajarte y afrontar el problema con una buena cara.

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