Qué es mezcla – Definición, Significado y Concepto
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Una mezcla es la unión o combinación que pueden darse entre dos componentes o elementos o más, y que pueden estar presentes en cualquier estado de materia. En función de la naturaleza de los mismos la mezcla puede ser de diferentes tipos, tales como mezcla química, física, social, de colores, musical o de otras sustancias, existiendo claras diferencias entre unas y otras.
Las mezclas de colores son aquellas que se utilizan para poder dar origen a otros colores determinados a partir de otros colores, como puede ser el origen del color verde a razón de unir el color azul con el amarillo, o bien las mezclas que se realizan con colores CMYK habituales de la impresión offset que podemos encontrar, por ejemplo, en el caso de las impresoras.
Las mezclas musicales son aquellas en las que se combinan diferentes extractos de diferentes canciones o composiciones musicales, o bien de diferentes géneros, debiendo para ello grabarlas y editar el sonido.
Por su parte, las mezclas sociales son las que se producen en una gran cantidad de situaciones dentro de una población o sociedad, como es la diversidad y mezcla de carácter étnico, cultural o racial, pero también las diferentes clases sociales que pueden estar presentes y que hacen que pueda crearse una gran diversidad cultural.
Por otro lado se encuentran las mezclas físicas, que son aquellas en las que aunque no hay una unión propiamente dicha de los elementos, sí hay una proximidad entre ellas, aunque en este caso no se llegan a unir por completo y, por tanto, no dan origen a nuevas sustancias, ni crean ningún tipo de reacción de carácter químico. Este es el caso de la tierra, la arena y el agua. En cualquier caso este tipo de mezclas pueden tener su influencia en las propiedades físicas de determinadas sustancias o elementos.
Las mezclas químicas son aquellas combinaciones en las que diferentes elementos se unen entre sí y dan lugar a reacciones de tipo químico, unas reacciones que hacen que surjan otras sustancias nuevas, como puede ser el caso de la combinación de diferentes componentes para dar origen a la creación de una aleación. Este tipo de mezclas sí alternan las propiedades químicas de esas sustancias.
De forma general, todas las mezclas se clasifican en mezclas heterogéneas, cuando se puede diferenciar fácilmente y a simple vista la composición de las mismas, y mezclas homogéneas, en aquellos casos que no es posible diferenciar los elementos que están unidos para originar la misma.
Tipos de mezclas
Al mezclar diferentes sustancias es posible conseguir otras mezclas, siendo las más habituales:
- Soluciones: Cuando se mezclan dos sustancias puras que no producen ninguna reacción entre ellas.
- Coloides: Cuando partículas de tamaño reducido permanecen suspendidas en un fluido, como ocurre, por ejemplo, con el humo.
- Aleaciones: Cuando diferentes componentes o elementos metálicos se combinan entre sí.
- Suspensiones: Cuando un sólido que está compuesto por partículas de tamaño reducido, como por ejemplo ocurre en el caso del polvo, se une con una sustancia que es líquida.
De esta manera, como puedes ver, hay una gran cantidad de mezclas en nuestro día a día. De hecho, cualquier sopa o ensalada que prepares, una loción corporal o simplemente el aire que respiramos, se trata de una mezcla.
Clasificación de las mezclas
Las mezclas se pueden clasificar, como ya hemos mencionado en mezclas heterogéneas o mezclas homogéneas.
Mezclas homogéneas
Una mezcla homogénea es aquella en la que dos o más sustancias o elementos, sin importar el estado en el que se encuentren, se pueden identificar dentro de la misma solución. Este tipo de mezclas son uniformes y hacen que no se puedan distinguir sus elementos a simple vista.
Una de las mezclas de este tipo que nos acompaña cada día es el aire, que lo necesitamos para respirar y vivir. Se trata de una mezcla homogénea compuesta por gases. En su mayoría es Nitrógeno, pero también contiene Oxígeno, Dióxido de Carbono, Argón y Criptón.
Técnicas de separación de las mezclas homogéneas
En el ámbito de la química este tipo de mezclas también reciben el nombre de soluciones, siendo sus componentes denominados soluto y solvente. El soluto es aquel que se disuelve o el que está presente en menor medida en la mezcla. El solvente, por su parte, es el que está en mayor cantidad, por lo general.
Para separar e identificar sus componentes se debe hacer uso de las siguientes técnicas:
- Extracción. Para ello se usa la polaridad, como ocurre en el caso de los alcoholes y cloroformos para poder extraer sustancias líquidas de ellos.
- Cristalización. En este caso se mantiene un control sobre la presión, la temperatura o la solubilidad en solventes calientes o fríos, como se realiza para poder obtener azúcar, ya sea blanco o moreno.
- Destilación. Se busca la separación de dos líquidos o más aprovechando que tienen diferentes puntos de ebullición. Gracias a ella se consigue la destilación de caña de azúcar, uvas o mezcal.
- Evaporación. Gracias a esta técnica se consigue, por ejemplo, conseguir la sal del mar de una manera tradicional, ya que cuando se evapora el agua queda la sal.
- Cromatografía. En este caso se busca la interacción entre solutos dividas en su fase móvil y la fase estacionaria. Por ejemplo ocurre al extraer clorofila que se identifica con los diferentes tipos de ella.
Mezclas heterogéneas
Una mezcla heterogénea es la combinación de dos o más elementos en los que los componentes se pueden identificar. No importa el estado de la material en el que se encuentren.
En nuestra vida estamos rodeados de una gran cantidad de mezclas de este tipo. Este es el caso, por ejemplo, de la sangre, que es indispensable para que las personas puedan desarrollar su vida. Aunque a simple vista no se pueden distinguir los elementos que la componen, en un microscopio se puede ver que están compuestos por glóbulos rojos, plaquetas y plasma.
Técnicas de separación de las mezclas heterogéneas
En química se pueden diferenciar las mezclas heterogéneas si se pueden identificar los componentes, existiendo diferentes técnicas para ello. Los métodos que se utilizan son los siguientes:
- Filtración. Esta técnica se basa en la gravedad o la filtración al vacío para separar los componentes, como ocurre, por ejemplo, al separar residuos sólidos de líquidos al filtrar el agua.
- Centrifugación. Se hace uso de la fuerza centrífuga, como ocurre con el agua de la ropa en una lavadora.
- Imantación. Se separa el hierro de los sólidos. Esto se ve, por ejemplo, al buscar metales en la arena de la playa.
- Tamización. Se utiliza, por ejemplo, para obtener la arena del limo para materiales de construcción.
- Decantación. En este caso los componentes de la mezcla se dividen haciendo uso de la gravedad, como al separar la nata que está presente en la leche.
De esta manera, en ambos casos nos encontramos con mezclas cuyos componentes se pueden identificar, si bien en un caso es posible apreciar los componentes a simple vista o de una manera sencilla, como ocurre en el caso de las mezclas heterogéneas, y en otros casos no es posible y se debe recurrir a otro tipo de técnicas químicas para lograr esa separación de componentes, como ocurre en el caso de las mezclas homogéneas.