Qué estudiar
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Estudiar es una actividad meramente intelectual practicada por la mayoría de los seres humanos. Cada hombre expresa todo su potencial de entendimiento para lograr el conocimiento de los diferentes saberes, pues la finalidad de estudiar es instruirnos y enriquecernos. A través de los distintos procesos mentales, tenemos la posibilidad de hacer contacto con el mundo y ampliar nuestro bagaje cultural.
Por otra parte, estudiar no solo se limita al deseo de un más amplio desarrollo cultural, sino las exigencias profesionales y la necesidad de obtener la información mundial; sin embargo, esta actividad exige de nosotros una gran dedicación. No importa qué es lo que decidas estudiar, en este artículo te presentaremos diferentes técnicas de estudio que te servirán en cualquier área del conocimiento.
¿Tus hábitos de estudio te son realmente provechosos? ¿Al momento de estudiar eres organizado? ¿Dedicas el tiempo suficiente a tus estudios?
En ocasiones, el tiempo que dedicamos para estudiar resulta infructuoso. Lo más seguro es que su causal no se encuentre en el tiempo, sino, que no podemos seguir haciendo frente al método tradicional de estudio que hemos venido utilizando.
Nuestro mundo actual exige una dedicación de más de 4 horas diarias a los estudios. Sin embargo, mucho o poco sea este tiempo, no lo aprovechamos de forma eficiente. Por esta razón, la planificación y una buena estrategia para estudiar, son claves imprescindibles para alcanzar tus metas académicas.
La organización y las técnicas para estudiar no implican una actividad compleja. Son más bien una combinación que te ayuda a facilitar el aprendizaje y a obtener buenos resultados en los exámenes. En este sentido, debes adaptarlas a tu estilo de aprendizaje.
Organiza tus ideas y tu tiempo
El acto de estudiar comienza por las técnicas de recolección de la información, como el subrayado y la toma de notas. Luego, continúas con los patrones para organizar lo más destacado de la información a través de los esquemas, diagramas, mapas mentales, etc.
Una vez que tienes organizada dicha información, entra en juego tu capacidad de comprensión al aplicar los diferentes procesos mentales como la síntesis, el análisis, la paráfrasis y la extrapolación.
Nuestro aprendizaje está orientado en diversos tiempos: corto, mediano y largo plazo, que exigen cierta atención de nuestra parte. Cualquier información, por pequeña que sea, puede olvidarse en pocos segundos si no prestas atención; aunque en este aspecto también influye la necesidad del que está aprendiendo o del interesado.
Después de una buena organización, te darás cuenta que aquello que un principio te resultaba forzado aprender, ahora lo realizas de forma natural.
El hecho de estudiar, implica aprender para ponerlo en práctica, es decir, verle la funcionalidad. Si solo lo haces con el deseo de aprobar un examen, se tienen pocas posibilidades de que el material se asimile y conserve en la memoria.
Si estás interesado en seguir unas instrucciones para mejorar o cambiar tus hábitos de estudio, acá te daremos algunas instrucciones y consejos sencillos pero determinantes para estudiar con eficacia.
Instrucciones
- Necesitas tener organización y planificación al momento de estudiar. Esto comienza desde el ambiente donde recibes el conocimiento.
- Debes prestar atención al tema planteado y toma los apuntes respectivos.
- Organiza tu tiempo para tus exámenes y para tus labores escolares. Cada una requiere tiempo y esfuerzo específico. Sin embargo, establece prioridades.
- Elabora un horario con las fechas de tus exámenes, trabajos y publícalo donde lo puedas visualizar frecuentemente. Asigna el tiempo específico para cada actividad.
Técnicas y métodos de estudio
No es lo que se estudia, sino cómo se estudia, lo que realmente importa y cuenta a la hora de valorar la eficiencia en el estudio.
Muchos estudiantes pasan horas muertas ante sus libros de texto sin que por ello obtengan un adecuado rendimiento, las óptimas calificaciones esperadas; mientras otros, estudiando menos, sacan un mayor provecho de sus horas de estudio, y sus calificaciones son extremadamente positivas.
Hay que saber estudiar, y llegar a desarrollar y potenciar la capacidad de estudio, es decir la capacidad de concentración y atención, de reflexión y análisis.
- Dedícate a repasar, esto es un buen hábito de estudio, para que fijes en la memoria los temas. Esto nunca falla, pues cuando ya tengas que estudiar, te resultará fácil asimilar todo, y será sorprendente para ti.
- Las palabras que desconozcas búscalas en el diccionario. Trabaja con la asociación, esto te ayudará a recordarla fácilmente. Redacta oraciones con cada una de ellas para que las sepas utilizar en el contexto apropiado.
- Si estudias asignaturas prácticas hazte guías prácticas de ejercicios.
- La memorización es una buena técnica de estudio para aplicar con las ciencias o disciplinas; en este sentido, no puedes alterar las palabras aunque te cueste fijarlas o parezcan complicadas. Sin embargo, con las ciencias sociales, es mejor aplicar la síntesis, paráfrasis y la interpretación.
- Para las materias donde se utiliza la comparación y la clasificación, utiliza los diferentes tipos de esquemas para organizar de forma sencilla la información.
- La técnica del resumen es sumamente importante, porque a través de ella puedes expresar en pocas palabras el pensamiento, o las ideas centrales de expresas por un autor en un tema determinado.
- El resumen te ayuda a realizar una lectura activa e inteligente, comprensiva, siguiendo el desarrollo de las ideas principales y separándolas claramente de las secundarias.
- Realiza anotaciones a medida que avances en la lectura. Ellas, a su vez, te ayudarán a realizar el resumen de lo leído. Sin embargo debes hacer una selección rigurosa de las notas más significativas y relevantes.
- Observa los títulos y subtítulos, a la forma cómo está dividida la materia. Esto contribuye para que ordenes y condenses las ideas. Debes estar atento a las conclusiones generales del autor y a aquellas que no están expresadas de forma explícita, a las cuales deberás explicarlas en dicho resumen con suficiente claridad.
- Recuerda, ”las imágenes dicen más que mil palabras”. Esto es un recurso necesario para la asociación y memorización de los significados.
- Toma un descanso cada 40 o 50 minutos. Es necesario oxigenar el cerebro. No debes prender la tele porque es un fuerte distractor y produce pereza mental; ya que tu mente se satura no solo de información, sino de imágenes. Después de esto jamás tendrás ganas de estudiar
Técnicas de lectura
De las operaciones básicas en la que se centra el estudio, la lectura es de gran importancia y la que gran tiempo nos ocupa. En las áreas como historia, geografía, literatura, etc., la lectura lleva aproximadamente el 90% del tiempo de estudio.
Aquella persona que organiza su método, consecuentemente logrará acelerar su ritmo de lectura, por lo tanto, dispondrá de más tiempo libre que podrá dedicar a otras actividades.
- No realices regresiones, su efecto sobre la velocidad de la lectura, y lo que es peor, sobre la comprensión de la misma, es altamente negativo; a ellas debemos en gran medida, el bajo rendimiento global de la lectura, por lo tanto, es una práctica que debes eliminar.
- No realices vocalizaciones, esto implica pronunciar en voz alta mientras lees, o acompañar la lectura con el movimiento de los labios sin emitir sonidos audibles. Para evitarlo y te des cuenta, pon las manos en tus labios mientras lees.
- Advierte si tienes un pésimo hábito de lectura: mover la cabeza de extremo a extremo de cada línea, o seguir las mismas con el dedo. Lo único que debe moverse son los ojos.
Que Necesitas
- Un espacio libre de distracciones.
- Libros de técnicas de estudio.
- Visitar la biblioteca.
Consejos
La importancia que tiene el método en la actividad del estudio, que es preferible adquirir pocos conocimientos de una manera organizada, antes que muchos sin encontrarle conexión alguna. Por lo tanto, sigue los siguientes consejos.
- El horario que elabores debe ser eficaz y realista, no debe sobrepasar jamás nuestras posibilidades. De nada serviría que elaborásemos grandes y ambiciosos planes de estudio que luego no realicemos.
- No te apoyes en los apuntes de los demás, sus errores, serán tus insuficiencias al momento del examen.
- Si no sabes tomar notas breves, escribe la información completa del profesor en tu libreta o cuaderno.
- Recopila exámenes, pruebas de otros cursos, incluso trabajos e informes hechos por otros estudiantes
- Una vez que te entreguen el examen revisa los errores. No pierdas tu tiempo enfadándote o quejándote.
- No estudies un día antes de la prueba. Nunca podrás dar lo máximo de ti, mucho menos saldrás cómo quisieras.
- Jamás pierdas tus horas de sueño por tratar de saturar la mente con información. Recuerda que el cerebro tiene un límite de tiempo para asimilar. El rendimiento tiene sus limitaciones. Después de un período de intensa actividad mental aparece la fatiga. Como estudiante debes estar consciente del momento cuando tu rendimiento desciende al excederte de trabajo, para hacer una pausa, relajarte y distraerte.
- A la hora de distribuir las asignaturas para estudiar, podríamos optar por:
Trabajar primero las que sean más gratas y que no sean muy difíciles. Luego, continuar con las más difíciles, y dejar para las últimas horas, aquellas que resulten más sencillas.
- Olvídate de las distracciones tecnológicas: tener a la mano el celular o tu table, incluso tu laptop (solo cuando sea estrictamente necesario) pues resultan una tentación muy grande y mantendrás distraída tu atención revisándolos.
Estudiar jamás podrá ser un simple atiborrar de datos, fechas y conceptos en nuestro cerebro, de manera desorganizada. Más bien, será un arte y una habilidad que puede y debe ser desarrollada y que, además, no tiene que limitarse a los libros de la universidad y el colegio; sino que debe ser extendida a todas las manifestaciones de nuestra vida cotidiana y centrarse con gran esmero en ti mismo.