Cómo ser un poeta
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Ser poeta no precisa de una elección distinta a todos aquellos oficios relacionados con el Arte. No es, definitivamente igual; decidir ser artista sin la condición necesaria e inmanente de conjugar un alto grado de sensibilidad artística con niveles apropiados y requeridos de inteligencia emocional.
Para ser un buen poeta se precisa de una capacidad de observación, reflexión y meditación sensible sobre los hechos cotidianos de la existencia; y también aunar a eso una buena destreza en la comunicación verbal que permita una expresión estética y apropiada de semejantes revelaciones.
Quién escribe un texto poético debe concatenar esas experiencias subjetivas con la capacidad para domeñar el lenguaje apropiado que produzca el “efecto poético”, que no desdeña tampoco el trabajo con los asuntos inexpresables del ser y la existencia.
Ser poeta en nuestros días va más allá de una mera necesidad expresiva, y sobre esto las llamadas redes sociales han servido para precisamente “enredar” el sentido y liviandad que muchos han querido otorgarle a la seriedad con la que debería asumirse el oficio de la escritura poética.
Ser poeta, tal como intentar otras disciplinas artísticas; sin la necesaria lucidez y rigor que el desarrollo de todo Arte Mayor exige, supone un naufragio anticipado. Un buen dominio de los recursos expresivos proporcionado por las lecturas previas de los grandes obras literarias de la tradición literaria universal, al calor de un acercamiento amoroso y valorativo a la escritura poética; pueden despertar en nosotros sensibilidades y capacidades reflexivas que nos lleven a iniciar una necesidad auténtica de expresión dentro del campo de la Poesía, siendo la infancia y sus lecturas iniciales un época muy fértil para estos cometidos. No obstante, como en otros géneros expresivos, la edad no es una condición limitativa.
Instrucciones para ser un poeta
La experiencia de la poesía como valor trascendental y necesario para la humanidad, ha sido señalado por la UNESCO en el Documento de su instauración del Día Mundial de la Poesía proclamado el año de 1998.
Ser poeta en un mundo asediado por realidades virtuales, descarnadas, alejadas de lo esencialmente humano es un contexto hostil para serlo. La existencia del poeta suele llevar intrínseca la contradicción y la denuncia del estado y lugar de acción del poeta como sujeto inmerso en las contradicciones propias de la vida moderna.
Escribir requiere de cavilación y búsquedas expresivas que la mayoría del tiempo lo vertiginoso de nuestros ritmos sociales, políticos y tecnológicos de nuestra era resultan castradores a la hora del quehacer poético tan requerido de sus propios e individuales ritmos.
La condición del poeta como ser marginal, en cuanto a su situación social y también dentro del imaginario simbólico, lo expone a un enfrentamiento ideológico con las corrientes de pensamiento de una cultura signada por la inmediatez de lo banal y lo virtual, razones por la cual el público que busca en la poesía este tipo de entretenimiento fracasa y la desdeña; de allí la señalada” marginalidad”, los márgenes o periferias donde la soledad del poeta sitúa sus hallazgos.
¿Que necesitas para ser un poeta?
La posibilidad de convertir la labor del poeta en un oficio lucrativo y/o rentable para quien la escribe, depende de estos y otros factores casi siempre adversos.
Es notable que uno de estos impedimentos sea la poca valoración que la obra del poeta recibe en contextos culturales y educativos de bajos niveles, así como el tratamiento mediático negativo y falaz que la poesía recibe en la masificación de los medios: en los que ambos, poeta y poesía, son timados como sinónimos de cursilería, romanticismo trasnochado y oficio de ingenuos soñadores.
No obstante, aún quedan pocas, y serias instituciones y empresas editoriales, quienes, a través de la promoción y publicación de obras y autores, recitales, organización de certámenes, festivales, becas de creación, colaboran con la difusión y apoyo económico de lamentablemente un grupo cada vez más reducido de poetas.
Consejos para ser un poeta
Los recursos generados por la escritura poética son menores incluso a los recibidos por los narradores dentro de los ámbitos literarios; sin embargo, existen casas editoriales que aún financian ciertos autores, quienes casi siempre despegan en el firmamento literario por la obtención de premios y reconocimientos y la obtención de subvenciones que apoyan la labor de los autores.
Algunos han señalado que ante la decadencia de valores que caracteriza a la sociedad contemporánea, la poesía es un arte que tiende a la desaparición. Otros confirman que ésta es un arte inmemorial y originario, inmanente a las expresiones humanas y que ésta no desaparecerá “mientras haya un misterio para el hombre”.
Para abrirte camino ante este panorama un poco retador te recomiendo: No le huyas al mundo virtual. Actualízate en temas de tecnología para la difusión de tus poemas y aprovecha todas las herramientas que está al alcance de un clic para estudiar mucho más allá las formas expresivas del pasado a la luz de las nuevas tendencias.