Mimetismo – Cómo se mimetizan los animales
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¿Has oído alguna vez hablar del mimetismo? ¿Sabes cómo se mimetizan los animales? En doncomos vamos a explicártelo todo. ¡Comencemos!
El mimetismo
El mimetismo es una habilidad extraordinaria que poseen ciertos animales para sobrevivir. Esta habilidad les permite adoptar un aspecto muy parecido al de otros organismos de su entorno o al propio entrono. Es un método muy efectivo para engañar a otros animales. Ya sea para cazar o bien para protegerse. El mimetismo más común que adoptan los animales es de tipo visual. Es decir, que físicamente logran parecerse a otro organismo o al entorno. Sin embargo, existen otro tipo de mimetismos. Estos pueden ser de tipo olfativo, auditivo e incluso táctil. ¿Te viene a la mente algún animal que se sepa mimetizar muy bien con el entorno? Seguro que has pensado en el camaleón, uno de los principales reyes del mimetismo. Los camaleones son capaces de cambiar su color según el del entorno en el que se encuentren. Increíble, ¿verdad?
El mimetismo no suele ser un fenómeno aislado en este tipo de seres vivos. Suele combinarse con otros fenómenos tan impresionantes como este. Por ejemplo la cripsis o el aposematismo. Estudiemos estos otros fenómenos con más calma.
Mimetismo y cripsis
Aunque muchos animales se mimetizan para camuflarse, no hay que confundir el mimetismo con la cripsis (camuflaje). Sin embargo, tampoco hay que pensar que son fenómenos aislados. Muchos animales son capaces de combinar ambos en su capacidad de cambio respecto al entorno. Por norma general la diferencia entre el mimetismo y el camuflaje es a qué logra asemejarse el animal.
- Se considera mimetismo cuando su aspecto se modifica para parecerse a otros seres vivos de su entorno.
- Se considera camuflaje o cripsis cuando el ser vivo se asemeja a su propio entrono para asegurar su supervivencia.
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Mimetismo y aposematismo
El aposematismo es otro fenómeno por el cual los seres vivos adoptan un aspecto similar a los rasgos de advertencia propios de otras especies. Este tipo de acción es muy común en los animales inofensivos. Se trata de un sistema de defensa excelente para despistar a los depredadores que le rodean. Se puede considerar como la antítesis de la cripsis o camuflaje. Hay que pensar que con el aposematismo lo que se espera es llamar la atención y hacer pensar al resto de depredadores que se encuentran ante un organismo peligroso.
Es común que el aposematismo se desarrolle en los animales con menos medios defensivos. Por ejemplo un aguijón o colmillos. ¿Se te ocurre algún animal que use el aposematismo en su color? Por ejemplo las avispas y las mofetas son dos de los casos más conocidos de aposematismo. Sus colores llamativos son una clara advertencia de que es mejor no acercarse a ellos. El aposematismo, al igual que el mimetismo no tiene porqué ser únicamente visual. Puede ser sonoro. Lo usan muy bien las serpientes de cascabel.
Hay ciertas plantas que usan también el aposematismo para protegerse pero son especies verdaderamente raras. Lo normal es que las plantas practiquen un fenómeno totalmente opuesto, el de la atracción, para poder polinizar y reproducirse.
El miemtismo y el aposematismo suelen ir de la mano entre los animales. En muchas ocasiones el mimetismo y el aposetismo se combinan en las plantas con la intención de atraer a agentes polinizadores. Las plantas que más utilizan una combinación de mimetismo y aposetismo son las orquídeas. Estas plantas son capaces de crear un señuelo no solamente visual, sino también olfativo. Por lo que su nivel de mimetismo es verdaderamente fino. Las orquídeas macho suelen utilizar esta técnica para atraer a los insectos polinizadores. Se mimetizan en aroma y color con las orquídeas hembras para que los insectos acudan a ellas.
Tipos de mimetismo
Podemos dividir el mimetismo en tres tipos principales.
- Automimetismo
- Mimetismo batesiano
- Mimetismo mulleriano
Automimetismo
En este tipo de mimetismo una parte del cuerpo del animal se mimetiza con otra que es más vulnerable. De esta manera el animal desvía la atención de los depredadores hacia las zonas de su cuerpo menos vulnerables. Un truco muy bueno para poder huir de un ataque y sobrevivir a él. ¿Se te ocurre algún animal que utilice el automimetismo para protegerse? Un ejemplo muy bueno es el de las mariposas o ciertos tipos de peces. Las mariposas automimetizan sus alas con formas circulares que recuerdan a ojos. Los peces, por ejemplo, hacen lo mismo con sus colas creando formas que recuerdan a ocelos. De esta manera los depredadores, en caso de atacar, lo harán a estas zonas por pensar que se trata de la parte más vulnerable: la cabeza. Esto dará un tiempo precioso a las mariposas y ciertos peces para huir y sobrevivir al ataque.
Sin embargo hay otras corrientes científicas que consideran este tipo de mimetismo en mariposas y peces de tipo mülleriano. Piensan que lo que pretende su dueño es imitar con su composición de círculos y ocelos a animales más peligrosos. Es decir, que no pretenden llamar la atención sobre esa parte sino asustar al depredador más fuerte.
Mimetismo batesiano
El mimetismo batesiano fue descubierto por primera vez por Henry Walter Bates, de ahí su nombre. Este naturalista y explorador inglés que vivió en la segunda mitad del siglo XIX dedicó parte de su vida a estudiar este fenómeno en el Amazonas. Bates observó que algunos animales inofensivos copiaban el aspecto de otros más peligrosos para protegerse. Este fenómeno fue bautizado bajo el nombre de mimetismo batesiano.
Este tipo de mimetismo hace que dos o más especies se parezcan en apariencia. Una de estas especies se caracteriza por estar dotada de manera natural de mecanismos de defensa contra los depredadores. Estos mecanismos suelen ser los aguijones, las espinas, e incluso la expulsión de ciertos productos químicos muy tóxicos. La especie que imita a la más agresiva suele ser inofensiva y carecer de mecanismos de defensa. Por eso adoptan un aspecto parecido a la primera a modo de protección natural.
El mimetismo batesiano está presente tanto en las plantas como en los animales. Entre las plantas podemos observarlo en un tipo de orquídea que torna sus colores imitando a las de otras plantas para que los polinizadores de esa especie concreta se sientan atraídas por ellas.
Mimetismo mülleriano
El mimetismo mülleriano recibe su nombre en honor al naturista alemán Franz Müller. En el año 1878 propuso esta denominación a un fenómeno muy curioso que había observado. Este fenómeno se da entre dos o más especies que tienen ciertas características peligrosas y comparten uno o varios depredadores. En este caso las especies mimetizan las señales de alerta propia de la otra especie para parecer todavía más “letales” frente a sus depredadores.
La diferencia con el mimetismo batesiano es sencilla. En este caso ambas especies cuentan con mecanismos naturales de protección. En el mimetimso batesiano, sin embargo, una de las especies carece de ellos y recurre al mimetismo para parecer que los posee. En el caso del mimetismo mülleriano ambas especies se copian y sirven de modelo a la otra para resultar todavía más agresivas y peligrosas de cara a los posibles depredadores. El depredador, o receptor de señales, es engañado doblemente por ambas especies.
Según algunos expertos este tipo de mimetismo no sería tal porque ambas especies realmente tienen mecanismos de protección. Al contar con señales de advertencia propias “honestas” parte de la comunidad científica no cree que pueda considerarse mimetismo.
Algunos casos famosos de mimetismo
Entre los casos más famosos de mimeitsmo que todos nosotros conocemos destacan sin duda los siguientes:
El camaleón
El camaleón es un experto del arte del mimetismo y el aposetismo. Es capaz de mimetizarse a la perfección con su entorno y pasar completamente desapercibido entre sus depredadores. Es tan famosa esta capacidad en ellos que se aplica el término “camaleónico” a aqeullas personas capaces de adaptarse adecuadamente a todo. Por ejemplo, el ser camaleónico es una cualidad muy interesante para los actores y actrices.
Los insectos hoja
Los insectos hoja son capaces de pasar desapercibidos entre todo tipo de depredadores. Incluso entre los seres humanos. Su color es excelente para pasar completamente desadvertidos durante el día, momento en el que están inactivos. Al estar completamente quietos durante el día es muy fácil confundirlos con una hoja. Su aspecto es muy similar incluso a hojas que ya han sido mordisqueadas por animales o parecen a punto de morir.
La araña lobo
Este tipo de arañas se caracterizan por pasar gran parte de su tiempo en el suelo entre grietas naturales o excavando pequeñas galerías con forma vertical. Aunque no fabrican redes de caza para sus presas algunas crean una especie de red de seda para proteger sus refugios de los posibles depredadores. Tienen unas patas muy robustas y los machos se encargan de cortejar a las hembras con una especie de baile.
Además, su mimetismo es tan elevado que es casi imposible diferenciarlas de las piedras entre las que se dedican a pasar la mayor parte del día. Utilizan su capacidad de camuflaje no solamente para protegerse de distintos depredadores sino también para cazar. Esperan tranquilas y quietas hasta que su víctima se aproxima para darles caza.
El pez piedra
Este pez se hizo mundialmente famoso con la película de El lago azul, donde una jovencísima Brooke Shields pisaba uno de estos peces. Habita en aguas tropicales de los océanos Indico y Pacífico. Es muy común toparse con ellos en aguas australianas y en el archipiélago malayo.
Se trata de una variedad de pez actinopterigio muy venenosa. El contacto con sus espinas puede llegar a provocar la muerte en los seres humanos. En el momento en el que activa su camuflaje es imposible diferenciarlo de una roca por lo que es bastante frecuente terminar pisándolo de manera accidental. Se ha comparado el veneno del pez piedra con el de la cobra por su toxicidad. El pico de dolor más agudo se alcanza una hora después de haberse pinchado con una de sus púas. Entre las reacciones que se pueden sufrir se encuentran los mareos, vómitos, dolor intenso de cabeza, hipertensión arterial, espasmos intestinales, convulsiones. Un individuo adulto puede incluso llegar a quedarse en coma. Estos “picotazos” han de tratarse inmediatamente. En caso contrario pueden provocar fallos cardio respiratorios y la muerte.
Si visita alguna de las islas paradisiacas que están en contacto con estos océanos no te olvides del pez piedra y las consecuencias de pisarlo. Suelen ubicarse en la costa y resultan prácticamente invisibles tanto para sus presas como para sus posibles depredadores.
Los pulpos
Los pulpos se mimetizan de una manera increíble con el entorno. Estos octópodos son capaces de pasar desapercibidos para todos. ¿Recuerdas la película Buscando a Dory? Uno de los personajes principales era precisamente un pulpo que se mimetizaba con el entorno continuamente para pasar desapercibido entre los humanos.
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