Solsticio de verano. Qué es y Cómo se celebra

Seguro que ya sabes que el día más largo del año es el 21 de junio.  Dando así paso al verano en el Hemisferio Norte. Esto es debido a la inclinación de la Tierra respecto al Sol, de hecho ese día el Sol está en el punto más alto y en las zonas cercanas al Polo Norte no se pone el sol.  A partir de ese día el sol comienza su descenso que terminará el 21 de diciembre.

Quizá por solsticio de verano no te suene el nombre, pero  en España se le conoce por otro nombre: la noche de San Juan. Aunque ese cambio de estación se celebra la noche del 23 al 24 de junio. Es en esa fecha  cuando por la tarde, casi noche, las hogueras arden quemando todo lo viejo para dar paso a lo nuevo. Y ya de paso que la gente está reunida alrededor de una hoguera se aprovecha a tomar un chocolate caliente.

Esa noche es una mezcla de la religión católica y parte de tradiciones paganas.  Donde la idea del solsticio de verano comienza esta noche mágica donde se purifica con el fuego y con el agua una nueva vida que empieza con la luz del sol que regresa. De ahí que se enciendan hogueras en toda la Península.

Aunque esta celebración también se da en otras zonas de Europa como Portugal,  Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Reino Unido, así como en países de  Sudamérica como Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile, Perú y Venezuela.

El solsticio en la antigüedad

En las tradiciones antiguas el significado de Juan es importante,  es San Juan el que bautiza.  El fuego y el agua siempre han estado relacionados con la ceremonia de purificación. Los antiguos buscaban que el sol en su máximo acercamiento nos purificara de todos nuestros males. Pero como después de esta fecha se alejaba el sol, buscaban también la fortaleza, la protección para los meses venideros.  Date cuenta que para los celtas el Sol era el dios protector.

En la antigüedad se rendía culto al bello dios del fuego (Belenus).  El fuego era usado como símbolo de purificación e incluso hacían pasar por las ascuas a los animales.

Los druidas decían que había una situación mágica por la posición de la Tierra y el Sol, donde se abrían ciertos portales. En la tradición romana, uno de los dioses al que se adoraba era el dios Jano (conocido como dios de las puertas,  de los inicios y de los finales).

De él se decía que tenía dos caras y cada una apuntaba a cada solsticio al de invierno y al de verano, abriendo y cerrando los portales o juanes, como también se les denominaba. Y era justo en el solsticio de verano cuando se abría esa puerta de fuego, que simboliza, de nuevo, la purificación.

Era un momento mágico donde los oráculos recibían ciertas ayudas y purificaciones, utilizado tanto lo bueno como lo malo.

Por tanto, el elemento de purificación siempre ha estado ahí, antes incluso que el propio Juan Bautista. Porque si nos damos cuenta Juan Bautista representa la purificación por el agua y que él mismo afirmaba aquello de “el que viene detrás de mí bautizará con fuego”. Como curiosidad, normalmente a los santos se le celebra su fallecimiento, mientras que a Juan se celebra su nacimiento.

Seguro que estarás pensando que si el 21 de junio es el día del solsticio, ¿por qué la celebración es el día 23? Esto es debido a que el solsticio de verano viene a durar de dos a tres días coincidiendo con la festividad de la noche de San Juan.

Durante la década de los 80 y 90, lo habitual era que los jóvenes fueran de puerta en puerta pidiendo muebles, papeles o utensilios que no sirvieran para hacer la hoguera más alta y competir por ver qué fuego aguantaba más ardiendo. Hoy en algunas zonas esto se ha perdido y son los propios ayuntamientos los que organizan la hoguera y controlan que no se produzca ningún incendio.

En algunas poblaciones aún se siguen saltando las hogueras, se hacen fiestas. Todo ello fruto de enseñanzas antiguas que se fueron adaptando a través de la historia a ciertas religiones, donde queda como Noche de San Juan pero que está muy vinculada a la época celta. El culto al sol o a la luna estaba muy vinculados a la sabiduría y a la enseñanza, que se ha ido perdiendo, pero poco a poco se está volviendo a recuperar.

Al margen de esto,  hay quien aprovecha para hacer algunos ritos mágicos buscando echar lo malo, buscar el amor o una mejora de su vida. A continuación te vamos a explicar algunos de estos rituales o conjuros.