Cómo hacer pompas de jabón
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La inocencia de los niños les confiere una capacidad mucho más desarrollada de admirar las cosas simples y entretenerse con ellas. Mientras vamos creciendo vamos perdiendo poco a poco esa cualidad, pues ya atravesamos la etapa del descubrimiento de los fenómenos cotidianos. Y en cierto modo, nuestra capacidad de admirar y disfrutar de la simplicidad de la vida se va degenerando, haciendo que valoremos menos las cosas.
Pero todos sin lugar a dudas nos vimos maravillados en algún momento por las pompas de jabón. Esas pequeñas burbujas flotantes de colores que inexorablemente atraen la mirada y el interés de cualquier chaval, para divertirse jugando con ellas. De seguro siempre queréis tener a la mano una actividad de interés cuando se esté acabando la diversión a los más pequeños de la casa. Hoy os traemos información sobre ellas, para que no os quedéis sin saber cómo hacer pompas de jabón…
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¿Qué son las pompas de jabón?
Las pompas de jabón también llamadas burbujas de jabón son capas líquidas con dos partículas muy delgadas de jabón y agua. Forman esferas huecas que muestran superficies iridiscentes, es decir que, dependiendo del ángulo del que se miren se observan diferentes colores. Esto es causado por múltiples reflexiones de la luz en superficies semitransparentes con esta propiedad como lo exhiben las burbujas.
Estas normalmente estallan solas a los pocos segundos de haberse creado, o al entrar en contacto con otras pompas o con otros objetos. Son usadas como medio de entretenimiento para los niños, pero su uso en algunos shows nos demuestra que pueden funcionar como algo llamativo para la gente mayor.
¿Cómo hacer pompas de jabón?
Podéis simplemente comprar una botella de líquido para hacer pompas, pero son tan fáciles de hacer que sería en cierto modo un desperdicio. Simplemente mezclad un cuarto de jabón por un cuarto de agua, puede ser de cualquier tipo. El jabón para fregar es especialmente efectivo, pero también os puede servir el champú. Esta es la forma básica de hacer un líquido para pompas de jabón, pero notaréis que las burbujas no suelen durar mucho tiempo. El truco radica en emplear otros componentes para mejorar la mezcla.
Para hacer una solución más espesa y resistente, mezclad tres partes de agua con una de detergente y agregad una o dos cucharadas de glicerina. De esta manera las pompas serán más resistentes, soportaran mejor el viento y caerán al suelo sin romperse. Pero también existe otra receta que hará incluso que reboten con facilidad. Se requieren dos paquetes de gelatina sin sabor, cuatro vasos de agua caliente, unas cinco cucharadas de glicerina y tres cucharadas de detergente líquido. Podéis alternar entre fórmulas para que notéis más fácilmente la diferencia, y os quedéis con la que más os parezca.
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Aditivos para Mejorar la Fórmula
Cualquier producto que minimice la tensión superficial del agua, como el champú de niños o el detergente líquido pueden servir para hacer pompas. Sin embargo, mientras mayor sea la pureza del componente, mejor será la formula, así que buscad los que menos tengan perfumes. Pero esto es en cuanto a la composición interna del líquido jabonoso que vayáis a usar, también podéis agregar aditivos externos para mejorarla.
La glicerina como hemos mencionado en una fórmula es uno de estos aditivos, pero también se puede usar azúcar, o el poco conocido jarabe de mazorca. Todos estos elementos producen el mismo efecto, haciendo más resistentes las pompas y hasta más coloridas que sin usar estos aditivos. Para mayor comodidad usando azúcar, es conveniente hacerlo disolviéndolas en agua tibia. Las mezclas con estos aditivos suele hacer que la solución sea más espesa, pero no hay que exagerar con su uso para no espesarla tanto.
Consejos sobre la Mezcla
También debéis saber que el agua destilada funciona mejor que el agua potable. Esto se debe a que contiene calcio que se pierden al tratar el agua por cualquier método conocido. Estos iones se unen con el jabón, dando como resultado una mayor resistencia en las burbujas. Dejar el liquido en un recipiente destapado en la noche también permite que gane mayor espesor. Debéis evitar la formación excesiva de pompas o espuma en la capa superficial de la mezcla, removiendo suavemente estas formaciones de vez en cuando.
Podéis fabricar vuestra propia pieza para usar la mezcla, utilizar pajillas o simplemente usar los dedos, cualquier método es válido. La simplicidad con la que se hacen las burbujas depende de muchos elementos. Cada jabón es diferente y las condiciones en el ambiente como la temperatura y la humedad también influyen. El polvo en el aire y el viento son condiciones desfavorables así como un calor excesivo. A temperaturas bajo cero estas pueden llegar a congelarse y fracturarse de inmediato.
Por supuesto, no perdéis nada con intentarlo bajo el contexto en el que estéis, pues siempre podéis hacer uso de la prueba y error. Con ello podéis determinar cuándo y dónde es mejor hacerlas. Lo importante es que ya sabéis cómo hacer pompas de jabón. A partir de ahora siempre tendréis a mano algo con qué distraer a los críos.
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