Cómo comer cúrcuma

La cúrcuma se ha convertido en una de las especias más deseadas por los usuario. Principalmente hacen uso de ella los seguidores de la dieta ayurvédica o macrobiótica, teniendo grandes beneficios.

Es uno de los principales ingredientes de guisos, salsas y otros platos de Oriente y del Sudeste Asiático, donde se ha utilizado desde hace más de 4.000 años. Además de utilizarse en el ámbito de la gastronomía, también se utiliza en medicina para el tratamiento de diversas enfermedades.

De hecho, diferentes estudios aseguran que sirve para tratar problemas hepáticos, estomacales y que cuenta con propiedades antidepresivas y antiinflamatorias. Por todo ello, la cúrcuma es un ingrediente muy habitual en la actualidad, aunque muchas personas lo desconocen puesto que se denomina como E100. Esta presente en forma de colorante para mantequillas, mostazas y quesos, aunque en pocas porciones, por lo que apenas se nota su sabor.

Propiedades medicinales de la cúrcuma

Antes de explicar cómo comer cúrcuma mediante una receta la receta de un caldo de cúrcuma y jengibre, que es uno de los platos más recomendables para cualquier momento del año, especialmente para los fríos, te vamos a hablar de las diferentes propiedades medicinales de la cúrcuma. Son los siguientes:

Problemas estomacales

La primera de sus propiedades es para tratar los problemas estomacales. Al igual que ocurre con el resto de especias picantes, la cúrcuma ayuda en gran medida a hacer frente a los problemas digestivos. Esto se debe a que se encarga de la estimulación de las secreciones y contribuye a la digestión de los alimentos.

Evitar flatulencias

La cúrcuma también ayuda a la eliminación de los gases que se acumulan en el intestino, haciendo así que sea recomendable para evitar flatulencias y también para evitar la aparición de cólicos intestinales.

Problemas hepáticos

Por otro lado, también es considerado un excelente tónico biliar, encargada de proteger el correcto funcionamiento del hígado. De igual forma cuenta con otras sustancias que son positivas para el cuidado de este órgano, como para la eliminación de las piedras en la vesícula biliar.

Por esta razón es habitual que sea indicada para pacientes que sufren de diferentes trastornos hepáticos y de vesícula, cirrosis o ictericia, entre otros.

Artritis reumatoide

Asimismo, la cúrcuma tiene aún más propiedades, como son el tratamiento para personas que padecen de artritis, reuma y síndrome del túnel carpiano. Esto se debe a sus excelentes propiedades antiinflamatorias.

Depresión

Aquellas personas que padecen de depresión también pueden recurrir a esta especia. Durante siglos ha sido utilizada por la medicina tradicional china para tratar diferentes trastornos afectivos o psicológicos.

Esto es debido a que cuenta con muchos componentes estimulantes para el sistema nervioso.

Inmunidad

Para finalizar, también hay que tener en cuenta que la cúrcuma ayuda al fortalecimiento del sistema inmunitario. Esto se debe a que tiene nutrientes como cobre o zinc. Por ello es aconsejable para personas que tienen defensas bajas.

A pesar de todas las propiedades beneficiosas que tiene, no se recomienda consumir la especia en exceso. Se debe ingerir en cantidades moderadas puesto que su sabor es potente. Además no debe ser consumida por embarazadas ni personas que tengan problemas de versícula biliar.

Cómo incorporar la cúrcuma al menú

Si quieres incorporar la cúrcuma a tu alimentación diaria puedes hacerlo de la siguiente manera:

  • Aderezo: Se puede utilizar como aderezo para patatas fritas, huevos revueltos, etcétera.
  • Verduras asadas: Funciona muy bien con coliflor, patatas y tubérculos, pero también con verduras como el repollo o la col.
  • Sopas: Puedes preparar una sopa o caldo como el que te indicamos en este artículo.
  • Jugos: La cúrcuma se puede incluir en jugos y licuados, ofreciendo un buen sabor a la par que puedes disfrutar de sus beneficios.
  • Infusiones: Permite preparar la denominada «leche dorada». Se puede cocinar a fuego lento la cúrcuma con miel y leche de coco.

Instrucciones para comer cúrcuma

Los pasos para la elaboración del caldo de cúrcuma y jengibre son los siguientes:

  1. En primer lugar debes tomar un recipiente (cacerola) en la que vas a colocar unas gotas de aceite de oliva. Una vez lo hayas hecho, añade tanto la cúrcuma como el jengibre y el diente de ajo. Antes debes machacarlos.
  2. Con todos los ingredientes en el interior de la cacerola debes proceder a removerlos durante aproximadamente dos minutos y añadir 2-3 tazas de caldo vegetal.
  3. Luego tendrás que cocinarlo a fuego suave durante un espacio de aproximadamente 10 minutos.
  4. Para finalizar tendrás que pasarlo por la licuadora o batidora y añadirle sal o pimienta. Una vez hecho lo anterior estará listo para ser consumido.

¿Que necesitas para comer cúrcuma?

 

Para preparar el caldo de cúrcuma y jengibre necesitas de:

  • 2-3 tazas de caldo vegetal
  • 1 cucharada pequeña de jengibre fresco rallado
  • 1 cucharada pequeña de cúrcuma fresca
  • Sal marina
  • 1 pizca de pimienta negra
  • 1 diente de ajo
  • Aceite de oliva virgen

Consejos para comer cúrcuma

  • Consume cúrcuma de manera frecuente, ya que tiene numerosas propiedades medicinales, aportando a tu organismo muchos beneficios.
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