Cómo preparar fajitas
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La comida mexicana es una de las más sabrosas de todas las gastronomías del mundo. Cocina comida mexicana en ocasiones puede resultar algo medianamente complejo ya que se necesitan ciertos ingredientes especiales y en muchos casos los platos exigen de mucha preparación. Sin embargo la popularidad de estos platos ha hecho que en la actualidad sea bastante sencillo encontrar los ingredientes más típicos en todas las tiendas de alimentos y supermercados de las ciudades en las que habitamos.
Las fajitas son, junto a los nachos y los tacos, uno de los platos mexicanos más típicos y con gran popularidad. El éxito de las fajitas radica en el hecho de que es un plato que puede preparase de muchas maneras y utilizar los ingredientes que prefieras. De esta forma las fajitas son un plato perfecto que se adapta a los diversos paladares de los comensales. Si te estás preguntando cómo preparar fajitas la respuesta más obvia es de la forma que prefieras. Sin embargo si no estás muy versado en la cocina seguramente tengas algunas dificultades a la hora de tener que imaginar un plato en el que combinen los sabores que más te gustan. Por esta razón a continuación te explicamos cómo preparar fajitas de pollo paso a paso.
¿Que necesitas para preparar fajitas?
- Tortillas de maíz
- Pechugas de pollo
- Pimientos rojos y verdes
- Cebolla
- Lechuga
- Tomate
- Queso
- Tabasco
- Salsa de tomate
Instrucciones para preparar fajitas
- Adquiere las tortillas de maíz. Existen muchas marcas que fabrican este tipo de comida. Algunas de ellas tienen más fama que otras y suelen salir en los anuncios de la tele. Nuestro consejo es que te decidas por las de marca blanca que suelen ser más baratas ya que su sabor es muy similar. Si quieres también puedes cocinar tus propias tortillas utilizando harina de maíz. Sin embargo esta acción te llevará bastante tiempo por lo que si no estás acostumbrado a cocinar lo más recomendable es que las compres hechas.
- Sumerge la lechuga y los tomates en agua hasta que estén bien limpios. Luego sácalos y sécalos. Corta la lechuga en tiras y el tomate en dados. Coloca el resultado en dos recipientes separados
- Corta las cebollas y los pimientos en tiras estrechas. Una vez hecho esto deberás freirlos. Para ello coge una sartén, échale un poco de aceite y ponla a calentar. Cuando el aceite esté bien caliente hecha el pimiento y la cebolla. Déjalo a fuego lento de forma que las verduras vayan cocinándose lentamente. Debes removerlo cada poco tiempo para que las verduras no se peguen. No las retires del fuego hasta que veas que la cebolla se ha vuelto transparente. Sácalas ayudándote de una espumadera para que las verduras salgan con el menos aceite posible y pósalas sobre un plato con papel absorbente. El papel ayudará a que el aceite sobrante desaparezca.
- Corta el pollo en dados. A continuación fríelo. Para ello harás como en el paso anterior. Recuerda que mientras más pequeños sean los trozos de pollo antes se cocinarán. Coloca aceite en la sartén y ponla al fuego. Cuando el aceite esté caliente echa el pollo y déjalo que se haga poco a poco a fuego muy lento. Cocinar a fuego lento puede llevarte más tiempo pero te asegurará que no quemarás la comida y que esta esté perfectamente echa tanto por fuera como por dentro. Si no estás acostumbrado a cocinas es muy probable que no estés seguro de cuándo tienes que sacar el pollo de la sartén. Si este es tu caso lo que puedes hacer es sacar un trozo de pollo y cortarlo a la mitad para comprobar si está bien hecho. Cuando lo hayas comprobado y el pollo esté bien cocinado sácalo de la sartén con una espumadera y colócalo sobre un plato con papel absorbente.
- A continuación coge la salsa de tomate (de nuevo puedes hacer tu propia salsa de tomate ya que eso hará que el plato sea más sabroso y esté más personalizado pero si no tienes tiempo o experiencia puedes usar salsa de tomate comprada sin ningún problema) y échale unas gotas e tabasco o cualquier otra salsa picante. Esto te ayudará a conseguir el típico sabor picante de la comida mexicana.
- Como puedes ver ya has preparado todos los ingredientes y ahora solo tienes que montar las fajitas. Antes de hacerlo asegúrate de calentar las tortillas. Para hacerlo puedes dejarlas unos segundos en una sartén sin aceite sobre el fuego o calentarlas unos segundos al microondas.
- Una vez hayas calentado las tortillas coge una y colócala sobre un plato. Pon una cucharada de salsa de tomate sobre la tortilla y expándela por toda la superficie sin llegar a los bordes. A continuación vas a ir echando uno por uno todos los ingredientes. Debes tener cuidado de disponerlos en el centro a modo de línea para que luego puedas cerrar la tortilla sin problemas. Coloca una capa de lechuga y dispón sobre ella algunos trozos de tomate. A continuación hecha una capa de pimientos y cebolla y por último coloca el pollo. Para terminar echa queso rallado por encima. Puedes utilizar la clase de queso que más te guste. Si eres un apasionado de los quesos puedes comprar una cuña y rallarla tu mismo de forma que el queso tendrá más sabor y personalidad. También puedes comprar queso rallado o en polvo en el supermercado, una opción más barata.
- Una vez que has incluido todos los ingredientes, en las cantidades que más te gusten, cierra la tortilla. Para ellos debes enrollarla sobre sí misma. Si has hecho como te indicábamos y has colocado los ingredientes formando una franja ancha en el centro puedes doblar ambos extremos hacia dentro y la fajita quedará conformada perfectamente. Algo que puedes hacer para que la fajita no se deshaga mientras la comes es doblar la parte de atrás hacia adelante, de forma que no irás perdiendo ingredientes mientras la comes.
- ¡Disfruta de tu comida mexicana!
Consejos para preparar fajitas
- Recuerda que puedes hacer fajitas de cualquier tipo. Si no estás acostumbrado a cocinar sigue paso a paso las instrucciones que te detallamos anteriormente. Con el paso del tiempo descubrirás que cada vez te sientes más cómodo con los fogones y podrás ir personalizando las fajitas a tu gusto e incorporando y probando nuevos sabores e ingredientes.
- Si quieres una vez has montado tus fajitas puedes echarles más queso por encima y meterlas unos minutos al horno para que gratinen. Si te decides a hacerlo de este modo recuerda controlar cada poco las fajitas para que estas no se quemen y sácalas rápidamente del horno en cuanto el queso se haya gratinado.