La masa o pasta quebrada es un tipo de masa de elaboración típicamente francesa. Es también conocida como pasta brisa, un galicismo del nombre original francés, pâte brisée. Por su sabor fino y delicado es muy común utilizarla tanto para tartas como en quiches de tipo dulce o salado.
Se trata de una masa que se rompe fácilmente, de ahí su nombre, brisée, cuya traducción es precisamente ésa. Esto sucede por el alto contenido en grasa –mantequilla- que se utiliza para su elaboración y que no permite que el resto de los ingredientes con los que se prepara (agua, harina y sal), terminen de casar correctamente. Este tipo de masa se puede hacer de manera casera o adquirirla ya hecha y lista para hornear en cualquier supermercado.
Si sois fieles amantes de la mantequilla os enamorará su sabor. Por ejemplo, es perfecta para preparar la receta de la quiche lorraine, o para aquellos que sean fanáticos de las frutas en la repostería, para hacer deliciosas tartas de frutas o el clásico pie británico.
¿Qué debes de saber sobre la masa quebrada?
Además de ser originaria de Francia, como ya hemos explicado, debes de saber que este tipo de masa recibe diferentes nombres dependiendo de la proporción en la que estén repartidos sus ingredientes y de si llevan huevo o no en su elaboración.
pâte brisée, es la masa quebrada por excelencia y la más pura en su elaboración. Es la que más fácilmente ha cruzado las fronteras francesas y se ha instalado sin dificultad en nuestra gastronomía.
Pâte a foncer, igual que la brisa pero que añade huevo y azúcar a su elaboración.
Pâte sucrée, con un alto contenido calórico debido a que se prepara con una proporción muy elevada de grasa –mantequilla- y azúcar. Al ser la más dulce de todas, se suele utilizar de manera independiente para hacer bases de galletas.
Pâte sablée, muy parecida a la Pâte sucrée, pero con menos cantidad de mantequilla y azúcar. Además, esta variedad no utiliza agua para hacer la mezcla.
Ahora que ya tenemos claras las principales diferencias entre unas y otras, estamos preparados para servirnos una deliciosa copa de vino rosado bien fresquito, encender la cadena de música para escuchar un disco francés y ¡empezar a preparar esta exquisita masa que hará las delicias de todos! Si tienes hijos, no olvides ver con ellos la preciosa película de Ratatouille mientras disfrutáis con su sabor. Veamos cuáles son los pasos.
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