Cómo evitar el consumismo

Si nos preocupa cómo evitar el consumismo, primero debemos saber qué tipo de cultura es. Debemos tener claro que una cultura está compuesta por diferentes aspectos. Símbolos, lenguaje, valores y normas, por ejemplo, son comúnmente entendidos por la sociedad que conforman esa cultura. Por tanto una cultura consumista es en la que todas esas cosas están ligadas al consumismo.

Estamos ante una sociedad que espera inmediatez y no quiere retrasos, valora el individualismo. Es cierto que las personas que son consumistas de forma moderada o excesiva, buscan la novedad. Tienen la capacidad de adquirir las cosas de manera inmediata, a diferencia de una persona que es productiva. Las personas que son más productivas saben gestionar mejor la frustración y el estrés, debido a saber retrasar la satisfacción. Sin embargo, las personas más consumistas, sufren más frustración debido a que valoran más la satisfacción inmediata o adquirida rápidamente.

A veces nos planteamos cómo evitar el consumismo pero nos cuesta porque no sabemos si realmente somos o no consumistas. Sólo sabemos que compramos cosas y ya está, pero no nos planteamos si es un problema. Muchas veces no somos conscientes del dinero que gastamos durante un mes hasta que finaliza y realizamos el balance. Si hiciésemos un registro diario de los días que gastamos y los que no, nos asustaríamos de lo mucho que gastamos sin darnos cuenta.

¿Soy consumista? – Cómo evitar el consumismo

Todo nuestro sistema económico se basa en el consumo. Cuanta más gente compra, más dinero hay en circulación, y eso es lo que se sugiere para que la sociedad funcione mejor económicamente. Esta creencia, combinada con el marketing de grandes marcas que nos lavan el cerebro con su publicidad, nos han convertido en consumidores absurdos. Siempre queremos comprar cosas que puede que necesitemos o no.

La mayoría de nosotros o nosotras pensamos que no somos víctimas del consumismo, pero la realidad es que sí lo somos. Existen señales básicas para saber si lo somos o no.

Por ejemplo, si nuestra felicidad se basa en el acto de comprar, como una especie de «terapia psicológica», es muy posible que seamos consumistas. Por el contrario, cuánto más compramos, más vacíos nos sentimos, ya que los objetos sólo nos pueden dar placer temporalmente.

Si sólo compras marcas caras y nunca marcas poco conocidas o das oportunidades a marcas nuevas, puede que tengas un problema de consumismo. No te importa comprar productos que realmente necesites y que sean eficientes, lo único que te preocupa es que sea de marca.

Por último, nunca es suficiente. Es decir, las víctimas de consumismo son insaciables y siempre quieren más y más, no importa cuánto tienen, porque necesitan más. Puede que lo que compras son un sustituto de lo que realmente necesitas, pero nunca será lo suficientemente bueno. Es por ello que comprarás más y más sin importar cuán grande sea o cuánto cueste.

El consumismo siempre avanza y se modifica en función de la sociedad y los mercados. Es por ello que siempre es bueno mantenerse informado leyendo artículos relacionados. Leer Cómo administrar el dinero o Cómo dejar malgastar el dinero.

 

Instrucciones para evitar el consumismo

  1. Mide el efecto de la publicidad: a los anunciantes se les paga mucho dinero para que, siempre que veas sus anuncios, te entren ganas de comprar sus productos. Debes trabajar y ser consciente de por qué, cuándo, cuánto y con qué frecuencia la publicidad afecta a todo lo que haces con respecto a los hábitos de consumo. Tenemos que intentar evitar que esos impulsos dirijan nuestras acciones.
  2. Aprecia lo que tienes: a veces necesitamos mirar todo lo que tenemos en casa a nuestra mano. ¿Realmente necesitas otro par de pantalones? ¿Una mejor televisión? Lo más probable es que la respuesta sea que no. Recuerda que no es tener lo que se quiere, sino aprender a querer lo que tenemos.
  3. Piensa tres veces: un truco importante para evitar el consumismo es pensar tres veces si realmente necesitamos comprar eso para vivir. Puedes también intentar pensar si ese dinero lo puedes ahorrar para utilizarlo en otra cosa como, por ejemplo, un viaje, o si quizás por el valor de una sola cosa, puedes comprar varias parecidas.
  4. Haz una lista: crea una lista de deseos, pon todo lo que quieras tener, desde lo más barato que se te ocurra hasta lo más desorbitado. Llegará un punto en el que te darás cuenta de que estás poniendo cosas sin sentido o tacharás cosas que realmente ni necesitas ni quieres. Así te podrás centrar en cosas que sí quieres y dirigir tus ingresos a lo que realmente te hace falta y quieres.
  5. Compara: nunca compre en el primer sitio al que vaya, compare el mismo producto en otros sitios. Se sorprenderá la diferencia de precios e incluso, los productos que son muy parecidos y bastante diferentes de precios. Por lo que no pares de comparar hasta que consigas algo que realmente quieras y necesites.
  6. En épocas de regalos: cuando llegan los cumpleaños o Navidad, lo mejor que podemos hacer es reducir el número de personas a las que vamos a comprarles regalos o hacer regalos con nuestras propias manos. Estos regalos siempre son mejor recibidos y quedan más bonitos y originales. Ahorraremos mucho más dinero y no nos veremos obligados a consumir sin parar.
  7. No compres cosas materiales, ofrece habilidades o servicios: seguramente sepas hacer algo que los de tu alrededor no. ¿Por qué gastar el dinero y aumentar el consumismo en lugar de ofrecerles un taller sobre algo que sepas hacer y ellos no? Estás haciendo un regalo original y único y que será muy bien recibido.
  8. Compra regalos o tarjetas con fines sociales: son muchas las ONGs que ofrecen regalos o tarjetas de regalo para recaudar dinero. Es una buena manera de invertir el dinero y tener un regalo bonito para alguien o para nosotros mismos. Así conseguiremos que todo esté en un equilibrio bastante bonito y no nos sentiremos mal por gastar el dinero.

Consejos para evitar el consumismo

  • Replantéate, tantas veces como necesites, tu ritmo de consumo: no hablamos de extremos, pero tampoco de desperdiciar el dinero; si no necesitas algo, no lo compres… en ahorrar está el poder.
  • La publicidad no lo es todo: es verdad que vemos una cantidad incipiente de publicidad al día, pero no te dejes llevar por ella.
  • Intenta utilizar todo lo que tienes hasta que ya no sirva: ya sea ropa, móviles, zapatos, etc.; no vale de nada ir a la moda si después tenemos un imprevisto y no tenemos dinero para hacerle frente.
  • No necesitas aparentar algo que no eres.
  • Por no gastar dinero, no tienes que mortificarte: no tienes menos estilo ni eres una persona dejada, solamente tienes unas prioridades diferentes y sabes utilizar el dinero de otra manera.
  • No todo es ahorrar, ¡concédete algún capricho!: no es privarse de absolutamente todo, es como si siguiésemos una dieta; nos podemos dar unos caprichos mientras que utilicemos el dinero el resto del tiempo de buena manera.
  • Aprende a buscar cosas baratas y buenas: las cosas de oferta y de segunda mano son igual de buenas que las de marca, lo único que más baratas; es por ello que nos están esperando para encontrarlas.
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