Suscripción – ¿Qué es una suscripción?

Los seres humanos somos seres gregarios, es decir, nos gusta formar parte de grupos, comunidades, es una costumbre que llevamos con nosotros desde los tiempos más primitivos. Las artes, las ciencias, y las aficiones son los principales generadores de actividades que podéis tener en común con otras personas. Permitiendo así que durante vuestra vida os asociéis con diversos grupos que en ocasiones no tienen nada que ver entre sí. Enriqueciendo vuestra cultura y conocimientos, y satisfaciendo la necesidad de socializar.

Dentro de las estrategias publicitarias se aprovechan de esta realidad para ofrecer productos y servicios exclusivos por un precio. En el que de alguna forma os permiten formar parte de un grupo de personas que posee esos productos y servicios, dejando por fuera a los que no hayan pagado por ello. El concepto más literal de la suscripción, es básicamente el de estar de acuerdo con otra persona en algo. De allí a que podamos decir frases como “suscribo su opinión”. Sin embargo, hoy vamos a explicaros qué es la suscripción desde el punto de vista comercial, sobre todo a nivel digital, que se fundamente en ello.

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¿Qué es la suscripción?

Es un modelo de negocio que consiste en la distribución o entrega de bienes o servicios de forma periódica, a cambio de un abono de carácter mensual o anual. Podéis verlo como una especie de venta regular con ciclos mensuales o anuales. También existen sus variaciones trimestrales o semestrales, de tal forma en que os ofrecen mejores precios mientras os suscribáis por más tiempo. En ocasiones muy concretas también los hay semanales y hasta de por vida, pero estos son los menos abundantes dentro de las opciones que suelen ofrecer.

Algunos de los medios más viejos en usar la suscripción como modelo de negocio. Son las marcas de revistas, que a cambio de un precio mensual, recibíais los números de la revista todas las semanas. Hoy en día todavía existen, pero está mucho más extendido en las comunidades de internet, ofrecer servicios por suscripción a cambio de servicios o contenido digital de todo tipo que os podáis imaginar.

Las suscripciones online de mayor actualidad son los servicios de streaming, que ofrecen series de televisión, películas, y demás productos de entretenimiento. Netflix, Amazon Prime, Hulu, Disney +, son algunos ejemplos populares, y más están por venir. Sin embargo, no todos las suscripciones son de pago, y es precisamente gracias a internet que existen dos variantes de suscripción.

Tipos de Suscripción

Suscripción Gratuita: Es aquella en la que os suscribís a cambio de obtener actualizaciones, información, o promociones a través del correo electrónico, sin ningún tipo de costo. Ejemplos de esto son las típicas suscripciones a blogs, a canales de Youtube. Que nos permiten monitorear con más facilidad los videos de nuestros creadores de contenidos favoritos. Y las que nos permiten ingresar a páginas web y sus foros en línea para conversar con otros usuarios registrados en la misma web.

Suscripción de Pago: Son todas aquellas suscripciones como las que se han mencionado anteriormente, en las que a cambio de desbloquear un contenido cada cierto tiempo. Hay que abonar una cantidad de dinero periódicamente. Páginas web como las dedicadas a enseñar con cursos especializados de diseño. Las de entretenimiento para adultos, y los servicios de streaming son los ejemplos más destacados de suscripciones de pago.

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Hacemos hincapié en el mundo digital porque ha habido un alza en los últimos años en cuanto a la aplicación de este modelo de negocio. Que ha llegado incluso a la industria del videojuego, con la inclusión de los llamados “juegos como servicio”. En donde se pagan cuotas por la suscripción a un servicio que os asegura cierto número de juegos gratuitos cada cierto tiempo, y promociones especiales en el resto de juegos.

Sin embargo, cabe resaltar que fuera del mundo digital, y desde hace muchísimo tiempo han existido suscripciones de pago de servicios a compañías telefónicas (para telefonía fija y móvil). Televisión por cable, proveedores de internet, distribuidores de software privativos, firmas de servicios financieros, gimnasios, periódicos y revistas. Desde el punto de vista del consumidor, nos vemos ampliamente rodeados por servicios de suscripción en nuestro día. Y quizá ni os habíais dado cuenta de cuantos servicios pagabais hasta ahora.

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¿Es el suscriptor dueño de los productos que paga?

Un tema para reflexionar es el siguiente: en la mayoría de los servicios de suscripción pagados, nada de lo que nos ofrecen es verdaderamente nuestro. Por poner un ejemplo sencillo, Netflix no nos vende una biblioteca digital muy amplia de películas y series (algunas producidas por ellos mismos). Sino que nos vende el acceso a esa biblioteca. Mientras paguemos la suscripción, mantenemos el acceso a esos contenidos. Pero desde el momento en que dejamos de pagar o nos damos de baja, perdemos el acceso a todo ese contenido, es como si nunca hubiera sido nuestro.

Con ello no digo que sea malo estar suscrito a ninguno de esos servicios, pero sí os planteo que podría ser contraproducente ser suscriptor de demasiadas cosas. Y sería bueno invertir parte de vuestro dinero en cosas que realmente podáis reclamar como vuestras. Porque si llegamos a no quererlas más o no necesitarlas, se pueden vender y recuperar algo del dinero  invertido. Esto aplica, por ejemplo, con las películas en blu ray o DVD, y los videojuegos en físico.

Con todo esto y la reflexión, esperamos que os haya quedado claro qué es una suscripción. Y que os hayáis dado cuenta si sois suscriptores empedernidos, o de prácticas más equilibradas.

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