Cómo hacer los mapas mentales
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Los mapas mentales están más presentes en nuestras vidas de lo que creemos. En las edades jóvenes de las personas, y donde destinan sus esfuerzos a estudiar y formarse, se realizan para adquirir conocimientos. Cuando empezamos a trabajar también se utilizan para estructurar las ideas que debemos utilizar y para memorizar cualquier tipo de procedimiento que debemos llevar a cabo. Sin embargo, estar relajado también sigue siendo importante.
¿Qué son los mapas mentales?
Si queremos llevar a nuestro cerebro o estructurar cualquier tipo de información o dato, realizar un mapa mental es un procedimiento realmente eficiente para lograr nuestro objetivo, si especialmente si estudiamos y trabajamos al mismo tiempo y tenemos poca disponibilidad. Mezcla la lógica y la creatividad a la hora de redactar y relacionar diferentes ideas. Como su nombre indica es una especie de mapa donde es necesario conocer la interpretación que debe llevarse a cabo para poder entender aquello que se está proyectando en un papel. Al igual que ocurría en la época de la piratería, donde los corsarios debían ser capaces de entender los mapas para saber a la isla a la que debían dirigirse para encontrar cualquier tipo de botín o tesoro, nosotros también hemos de poder entenderlo porque sino acabará siendo una verdadera pérdida de tiempo.
A la hora de realizar un mapa mental encontraremos algunos elementos que se repiten y que son comunes en todos ellos. Al igual que el sistema de carreteras en España cuentan con sistema radial, con un elemento central de donde aparecen diferentes conceptos relacionados y unidos a partir de líneas o diferentes símbolos que sirven para conectar las diferentes ideas que debemos tener en cuenta para entender toda la información que se está proyectando en el mapa. Los expertos que se dedican a enseñar a estudiar los recomiendan en gran medida. La motivación y el entretenimiento es clave para ser más eficientes a la hora de recordar conceptos. Por ello, si utilizamos un esquema o un diagrama conseguiremos estudiar lo mismo en menos tiempo que si utilizamos unos apuntes tradicionales basados en la redacción de texto. Además, a la hora de preparar un mapa mental ya estamos aportando información a nuestro cerebro, por lo que estamos realizando y avanzando parte del trabajo que deberemos llevar a cabo más adelante en las horas de estudio.
Cualquier tipo de mapa mental también puede ser comparado con cualquier gran ciudad actual o el mismo Imperio Romano. El denominado centro urbano vendría a ser la idea principal y las líneas o símbolos que unen el resto de ideas serían las carreteras que conectarían el resto de puntos de la ciudad. En el Imperio Romano vendrían a ser la ciudad principal conectada con las diferentes provincias o puntos de interés para el César. Ante cualquier dilema que podamos tener, un tipo de mapa mental nos puede ayudar a desbloquearlo. Colocando el problema como idea principal y unido a las posibles soluciones y consecuencias de las mismas puede facilitar nuestra elección a la hora de buscar cualquier tipo de alternativa que podamos necesitar. En la mayoría de los casos, los elementos principales son la idea central en el mismo centro del papel con las líneas que conectan las diferentes alternativas. Asimismo, estas ideas menos importantes también pueden llevar con ellas otras bifurcaciones que conectan con otras ideas secundarias pudiendo llegar a crear mapas mentales realmente complejos.
Ventajas de utilizar los mapas mentales
Con todo, la utilización de mapas mentales puede llevar enormes ventajas para las personas que utilizan parte de su tiempo para su creación. Las más destacadas son las siguientes:
- Un medio realmente eficaz para memorizar información. La utilización de grafismos y diagramas de datos permiten aumentar la capacidad de memorización de los estudiantes. Aunque lleva un tiempo extra llevarlo a cabo, sus ventajas permiten amortizarlo posteriormente.
- Ver los problemas de otra manera. Además, no solo tiene un uso exclusivo para estudiantes, sino para la vida en general. Plasmar cualquier tipo de problema en un mapa mental puede permitirnos verlo desde otro punto de vista e incluso acabar dando con la respuesta perfecta para solucionarlo.
- Facilita la comprensión de datos. Además de estudiar, también podemos enfrentarnos a una exposición oral en público. Nuestro objetivo es captar la atención de nuestro auditorio y un mapa mental puede facilitar la comprensión y evitar que acaben desconectando.
- Contarás con libertad absoluta. Sin embargo, más allá de aumentar tus posibilidades cognitivas, cada maestrillo tiene su librillo. No hay ningún tipo de estilo fijado sino que cada persona puede utilizar aquel que le pueda venir mejor.
La mayoría de fracasos escolares vienen dados por el método de estudio utilizado por los alumnos. Por ello, desde la propia escuela se le recomienda el uso de mapas mentales para mejorar sus capacidades cognitivas y aumentar la cantidad de información que se puede introducir en el cerebro, disminuyendo el tiempo requerido para ello. Así, es una excelente opción para dar la vuelta a una situación complicada y recuperar la motivación por los estudios mejorando tus calificaciones.
Cómo crear un mapa mental
A la hora de crear un mapa mental no hay ningún estilo predeterminado ni reglamento que debemos seguir al pie de la letra. Solo hay el objetivo de estudiar rápido. La libertad, como hemos dicho anteriormente, es total. El primer paso consiste en elegir aquellas ideas que queremos destacar por encima de todo. De hecho, antes de plasmar el mapa en papel, debemos hacerlo en líneas generales en nuestro cerebro. Con esta primera etapa, ya estamos realizando una parte importante del estudio y posteriormente nos será mucho más sencillo acabar recordándolo todo. Con todo, debemos seleccionar el concepto central. Si hemos de estudiar, por ejemplo, la Reconquista española, el concepto central será La Reconquista con los años de inicio y final entre paréntesis.
A continuación, del concepto Reconquista deben salir las principales ideas que deberemos desarrollar con otros conceptos. Un ejemplo podrían ser las principales batallas, los conquistadores que participaron en ellas y toda la parte religiosa y artística que supuso la expulsión de los árabes de la Península Ibérica en el año 1492. Deja espacio suficiente para poder desarrollar estas ideas con los diferentes conceptos que debes ser capaz de memorizar posteriormente. Un mapa mental eficiente es aquel que es fácil de comprender. Por tanto, si lo haces todo apretado convertirás el propio remedio en la causa del problema. Las ideas deben tener conexión entre ellas. Incluso, apoyarse en algún recurso visual como imágenes también ayudará a recordar los conceptos. Ya se suele decir que una imagen vale más que mil palabras.
La informática avanza a una enorme velocidad y, por tanto, actualmente ya es posible realizar los mapas mentales con programas informáticos. Uno de los grandes avances y que puede marcar la diferencia en una exposición oral es la utilización de un programa denominado Prezi, que pasa de realizar presentaciones en Power Point a verdaderos mapas mentales capaces de captar la atención del espectador. Tampoco rehuyas su creación en grupo ya que permite compartir ideas con los compañeros y elaborar uno más eficiente que otro. Con todo, los mapas mentales son un excelente recurso para aprender conceptos, utilizarlos de apoyo visual o solucionar problemas que podamos tener en la vida. Son una herramienta que nos puede sacar de más de un apuro y que tiene enormes beneficios para todos aquellos que deciden invertir su tiempo en desarrollarlos.