Cómo hacer lectura vertical
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Vivimos en una sociedad que va a toda velocidad, en donde no hay tiempo para detenerse a pensar en cuál será el siguiente paso, sino que se va sobre la marcha y quien se detiene, termina perdiendo.
En vista de esta realidad, es importante establecer las tareas según el orden de prioridad en el que se encuentre cada una. Si existe la posibilidad de minimizar el tiempo invertido en alguna actividad, debe hacerse a fin de poder hacer otras cosas, como descansar y compartir tiempo con la familia.
Si bien es cierto que la tecnología ha contribuido en gran manera a lograr este objetivo, también se ha convertido en un arma de doble filo, al ser un gran distractor para muchas personas. Por eso, requiere de un esfuerzo adicional para poder cumplir con todos los pendientes que tengamos en el día.
Por ejemplo, quienes estudian o quienes están al frente de negocios y empresas, tienen que estar leyendo constantemente, ya sean libros, manuales, documentos, formatos, etc. Por supuesto, como es de esperarse, en un documento no toda la información es de utilidad, lo que quiere decir que se pierde tiempo valioso con leerla.
Pero, ¿Qué se puede hacer en este caso? ¿Es posible pasar por alto ciertos detalles? De ser así, ¿Cómo puedes lograrlo? ¡Muy fácil! A través de la técnica de la lectura vertical, ¿habías escuchado hablar de este término? No se trata de un invento inútil, más bien es una valiosa herramienta que te ayudará a ahorrarte mucho tiempo.
¿En qué consiste la lectura vertical? ¿Cómo la puedes hacer? ¿Es de utilidad para cualquier tipo de información y formato en que se presente? Durante este artículo estaremos dando respuestas a estas preguntas. Al terminar de leerlo, tendrás la capacidad de hacer lecturas verticales para sacarle el máximo provecho.
Instrucciones para hacer lectura vertical
La lectura es el proceso mental que se utiliza para decodificar diferentes tipos de símbolos, a fin de reconocer su significado. En este proceso también intervienen los ojos, estos se encargan de recibir los símbolos escritos y es nuestro cerebro el que convierte los símbolos en palabras, oraciones y párrafos que transmiten un mensaje.
Al momento de leer se ponen en marcha una gran cantidad de procesos. Algunos de ellos son:
- El reconocimiento de las palabras.
- El análisis sintáctico.
- La organización y la unión de las palabras a través de las preposiciones.
- La interpretación e inferencia del mismo.
- El mantenimiento de la atención.
- El procesamiento del nuevo conocimiento adquirido.
Podemos decir que en la lectura está compuesta por cuatro ciclos que no se dan de forma aislada. Más bien, están relacionados entre sí. El primero de ellos es el ciclo óptico. En él, los ojos son controlados por el cerebro, el cual, a su vez, se encarga de tomar la información más útil del texto y descartar la que considera innecesaria.
También está el ciclo perceptual en donde se emplean los sentidos para leer. Es decir, se lleva a cabo a través de las sensaciones que el texto le transmite al lector. El ciclo gramatical es el que se encarga de observar todos los detalles de la construcción del texto, es decir, las ideas, los recursos lingüísticos, los no lingüísticos, etc.
Finalmente, está el ciclo semántico, en donde el texto adquiere significado y valor. Es aquí en donde se puede interactuar con el texto y observar cómo se interrelacionan todas sus partes.
La lectura es una actividad muy frecuente en la sociedad que se da desde muy temprana edad y que se puede llevar a cabo de manera silenciosa o vocalizada y se realiza por diferentes motivos. Por ejemplo, para aprender, para incentivar la imaginación, para mejorar la escritura, para conseguir información exacta, para recrearnos, entre otras muchas razones.
No obstante, en ocasiones, por la falta de tiempo y la cantidad de tareas pendientes, podemos privarnos de hacer de leer. Pero, la verdad es que existen diferentes tipos de técnicas que permiten agilizar el ritmo de lectura y conseguir captar y comprender información de forma rápida, tal es el caso de la lectura vertical o selectiva.
La lectura vertical no es más que una lectura rápida que consiste en pasar los ojos rápidamente sobre el texto, deteniéndose brevemente sobre puntos estratégicos que son de importancia o de interés por parte del lector.
En vista de que se trata de una nueva manera de leer, requiere de ciertas habilidades para poder llevarla a cabo con éxito. De hecho, se considera que es un tipo de lectura para expertos. Por ese motivo, no es algo que podamos lograr de la noche a la mañana. Pero, ¿por dónde puedes comenzar? Veamos algunas sugerencias:
- Lo primero que debes hacer es buscar un espacio tranquilo, alejado de las distracciones, que tenga buena iluminación y en donde puedas estar lo más cómodo posible. Estos factores te ayudarán a concentrarte mejor y a comprender la lectura.
- Luego, selecciona un texto aleatorio, del que no conozcas su contenido. Procura que no sea muy extenso, ya que se trata de un ejercicio inicial y la idea no es que te desanimes al ver tantas palabras juntas.
- Observa todos sus elementos, como el título del texto, así como los subtítulos que tenga y las palabras que estén en cursiva o negrita, esto te ayudará a tener una idea general del contenido de la lectura.
- Utiliza tu dedo índice o alguna otra guía, como una regla, un lápiz, etc., para trazar, en medio del texto, una línea vertical imaginaria, la cual deben seguir tus ojos y, mientras lo haces, trata de reconocer las palabras que están tanto a su derecha como a su izquierda. Este trazo también puede ser en forma de “S” pero siempre estará ubicado en la parte central del texto.
- Relaciona cada palabra con la siguiente, tratando de comprender el hilo argumental de la lectura, para rescatar las ideas más importantes y desechar las que menor relevancia. La idea es que encuentres las palabras claves del texto y que te quede información que te sea de utilidad.
- Repite este ejercicio tantas veces te sea posible, pero sin llegar al punto del agotamiento mental o la fatiga. Mientras más practiques, más rápido dominarás la técnica de la lectura vertical o selectiva. Recuerda que es un trabajo de perseverancia.
Ahora bien, en vista de que ya sabes cómo realizarla, ¿qué más necesitas saber para leer verticalmente con éxito?
¿Que necesitas para hacer lectura vertical?
- Para lograr hacer una lectura vertical, necesitas concentrarte. De ahí la importancia de ubicar un lugar tranquilo. Preferiblemente, este debe contar con una buena iluminación natural. Pero, en caso de no ser así, puedes utilizar lámparas, linternas especiales para leer u otros elementos de luz blanca para evitar la fatiga y el agotamiento en los ojos y lograr concentrarte mejor.
- Utiliza una guía. En realidad, esta puede ser imaginaria o no. Si te cuesta mucho seguir con tus ojos una línea imaginaria en el texto, puedes trazarla con un lápiz, de tal manera que sepas con exactitud a qué altura del texto te encuentras y no tengas la necesidad de subvocalizar o releer, cosas que relentecen la lectura y la hacen más pesada.
- Emplea organizadores gráficos, los cuales te permitirán conocer los conceptos más importantes en un esquema para tener una mejor comprensión lectora.
- Recurre a las guías de anticipación. Plantéate una serie de enunciados que debes responder a lo largo de la lectura. Esto te ayudará a encontrarle sentido y a entablar una correcta interacción. Su objetivo es implicarte de manera activa en el proceso de aprendizaje y puedes emplearlas de manera escrita u oral, dependiendo de tus capacidades lectoras.
- Cambia tu actitud hacia la lectura. Si no eres de los que les gusta leer, trata de abordar el texto con mente abierta, pensando en el poco tiempo que invertirás y el provecho que puedes sacar. Si te centras en los beneficios, será mucho más fácil que te sientas motivado y que tengas mejores resultados.
Algunos consideran que la lectura vertical no es más que una especie de prelectura, es decir, una manera de acercarse al texto anticipadamente. No obstante, también es una estrategia de mucha utilidad para quienes deseas agilizar su ritmo de lectura y terminar un texto en tiempo récord sin sacrificar su comprensión.
Ahora bien, ¿Qué otros aspectos debes tener en cuenta al hacer una lectura vertical? ¿Existen algunas otras recomendaciones que debas tener presentes? Veámoslo ahora mismo.
Consejos para hacer lectura vertical
Dominar el arte de la lectura vertical requiere tiempo, trabajo y paciencia. Por eso, a la hora de intentarlo, no lo hagas de forma apresurada. En tu primer acercamiento a esta forma de lectura, hazlo en cámara lenta, como si estuvieras degustando un plato exquisito.
En lugar de leer de la forma tradicional, es decir de derecha a izquierda, hazlo fijando tu mirada en la parte media superior de la hoja, en el corazón del texto, para luego descender la mirada por los renglones desde arriba hasta finalizar.
Analiza todos los elementos que conforman el texto, el título, los subtítulos, las palabras en negrita, en cursiva, las subrayadas, las imágenes, los mapas, etc., a fin de extraer de ellos la mayor cantidad de información posible y tener una idea más completa del tema que vas a abordar.
Hacer esto, en pocas palabras, preparará tu mente para poder captar y comprender mejor la lectura posterior. De esta manera, requerirás una menor cantidad de tiempo para esta actividad.
Beneficios de la lectura vertical
En el ámbito profesional, la lectura vertical hace posible:
- Administrar mejor el tiempo durante las reuniones de trabajo, puesto que permite centrar y sintetizar las ideas.
- Incrementa la capacidad de expresión, lo que hace posible la comunicación interpersonal.
- Ayuda a disminuir el estrés laboral propiciando un ambiente agradable, en donde se pueda trabajar armoniosamente con quienes conforman el equipo de acción.
- Atenúa la sensación de rutina y monotonía en el trabajo.
- Mejora el entendimiento en el lugar de trabajo.
- Incrementa la motivación en el personal de trabajo. Esta motivación favorece la aceptación de mayores responsabilidades y nuevos retos, aumenta el deseo de demostrar las capacidades profesionales, etc.
En cuanto al ámbito personal, estos son algunos de sus beneficios:
- Agiliza la capacidad para expresarse.
- Ayuda a la elaboración de conceptos claves y a resumir correctamente las ideas de los textos.
- Incrementa la seguridad y la confianza personal.
- Transforma a la persona en alguien mucho más dinámico y productivo.
- Favorece la relajación mental, lo que contribuye a una agradable sensación de bienestar emocional.
- Aporta al crecimiento intelectual y sensitivo del lector.
- Incrementa la fuerza psicológica y emocional.
- Favorece a la distención y al buen humor.
- Potencia la asertividad.
- Ayuda a dominar el lenguaje tanto oral como escrito.
- Hace más fácil su capacidad de adaptación a las diferentes situaciones de cambios.
- Estimula la inteligencia emocional, entre otros muchos beneficios.
Todo esto, sin tener en cuenta el hecho de que, a nivel personal, te ayuda a gestionar mejor tu trabajo y tu tiempo. Mientras que, para la empresa, es sinónimo de un mejor rendimiento por parte de los empleados.
Mientras más capacidades y habilidades tengas, más útil serás para la empresa, por lo que siempre estarás en la mira para delegar en ti nuevas responsabilidades laborales que te permitirán ascender profesionalmente.
Sin lugar a dudas, vale la pena todo el esfuerzo que puedas hacer por comenzar a implementar este tipo de lectura, ya que obtendrás el reconocimiento profesional de tus superiores, obtendrás satisfacción personal y tu autoestima se incrementará. Por eso, ¿Qué esperas para intentarlo?