Cómo escribir

Paso a paso para saber cómo escribir

En este post queremos ayudarte a que aprendas a escribir una historia. Comenzaremos con algunos trucos para que aprendas el arte del relato corto. Posteriormente podrás aplicar estas mismas ideas si te apetece ampliar tus escritos y convertirlos en una novela. Veamos algunos pasos importantes que has de conocer.

1. Busca la inspiración en cualquier parte. Uno no sabe cuándo le va a llegar la inspiración o qué cosas va a ver a lo largo del día o soñar durante la noche. Por este motivo es importante que siempre acompañes tus pasos con una libreta de mano y un boli que pinte bien. Apunta todo lo que te llame la atención y que te haya alegrado o entristecido el día. Piensa en estos apuntes como meros bocetos. Y no te quedes sólo con tus propias experiencias, puedes hablar con otros amigos y conocer diferentes puntos de vista e ideas. De este modo tus historias serán más reales y se enriquecerán. ¡Y no olvides apuntar aquellos sueños tan raros que tienes a veces! ¿Quién sabe si el día de mañana no terminarán convertidos en un fantástico guion de cine o en una obra de teatro?
2. Recuerda: investiga y lee mucho. Busca a los grandes de la literatura, tanto española como extranjera. Encontrarás auténticas obras maestras. Investiga lo escrito por griegos y romanos, echa un vistazo a las cartas de navegación de los conquistadores, rebusca entre los autores actuales y ten en cuenta el momento histórico en el que los libros fueron escritos. Verás muchas similitudes entre aquellos que comparten época y vivencias y conocerás más de cerca otros momentos de la historia.
3. Busca un lugar de trabajo y sé estable respecto a las horas que dedicas a la escritura. Es importante que encuentres un lugar en el que puedas concéntrate adecuadamente y te permita inspirarte con comodidad. No te engañes, escribir es un trabajo que requiere de mucha persistencia y si te cansas rápido y abandonas, jamás terminarás de escribir un relato y, mucho menos, una novela. Te aconsejo que te marques unos horarios y los cumplas a rajatabla. Pronto adquirirás la costumbre y ponerte a escribir te resultará la mar de sencillo. Además, cuanto más escribas, más fácil te resultará que lleguen las ideas a tu mente y menos complicado parecerá poder plasmarlas en papel.
4. No te compliques y utiliza el ordenador para escribir. Es muy bonita la poética idea de escribir con una pluma nuestros pensamientos y nuestros cuentos, pero, no nos engañemos, no es operativo. Si de verdad deseas dedicarte a la escritura es importante que cuentes con un ordenador donde poder ir almacenando tus obras y en el que escribir con facilidad. Esto no implica que dejes de llevar tu cuaderno y que transcribas tus grandes ideas en el ordenador para tenerlas almacenadas y utilizarlas en diferentes relatos. No necesitas un ordenador de gran capacidad para poder escribir, No es preciso que tenga una gran tarjeta gráfica ni muchísimos megas. Es suficiente con que tenga espacio de almacenaje (los ficheros de Word son muy ligeros) y que tenga instalado un programa de texto como Word.
5. Ahora que tenemos todas las armas, ¿cómo hemos de empezar a escribir? Una buena idea es preparar una lluvia de ideas, sentarte frente a la mesa o escritorio que has elegido, sacar tu cuaderno de anotaciones y empezar a pensar en tramas y en historias que te gustaría contar. Puedes ir creando los personajes, hacerte un catálogo con todos ellos y sus características o puedes, directamente, pensar en la historia en sí. Puedes utilizar los trayectos de metro y autobús para pensar en tramas hasta que algo te llame la atención y puedas escribirlo en tu libreta. Una forma sencilla de usar una libreta de escritura es escribir en ella por los dos lados, un lado para las ideas de tramas e historias que se te ocurran y otro lado donde ir apuntando todas las cosas que te van llamando la atención y te inspiran.
6. Puedes darle más forma a tus ideas y convertirlas en un esqueleto. Es una manera estupenda de comenzar a mezclar todos esos pensamientos que has ido acumulando en tu lluvia de ideas y darles una forma. Este, probablemente, será el germen de tu nuevo relato y deberás de fijar en este paso el inicio, el nudo y el desenlace. Si tienes tiempo, te animo a que escribas con un amigo. Cuando yo estaba en el instituto, una amiga mía y yo escribíamos juntas y nos salieron bastantes historias curiosas. De hecho, cada vez que presentábamos nuestros escritos en los concursos literarios de nuestro instituto, los ganábamos.
7. Comienza con la redacción del primer borrador de tu obra. Una vez que tengas claro el inicio, el nudo y el desenlace, que habrás fijado cuando comenzaste a crear el esqueleto, empieza a darle forma de verdad a la historia que quieres contar. Ahora es necesario que todo concuerde y rellenar ese esqueleto de carne. Puedes aprovechar todas esas anécdotas que has ido recopilando a lo largo de los días para darle forma a tus personajes e incluri elementos reales que ayuden a que la gente se sienta cercana a la trama. Da igual que se trate de un libro de fantasía o de ciencia ficción, las personas siempre son personas y los comportamientos también. Dedícale una hora o dos cada día hasta que termines por completo el borrador de tu historia.
8. Corrige y da forma a tu segundo borrador. Hemos de advertirte de un hecho muy importante del que muy pronto te darás cuenta: las historias que escribimos son como seres vivos. Te advierto que cuantas más veces las leas más cosas querrás añadir, quitar o cambiar, así que no te agobies con ello. Es importante que tengas esto claro porque ha llegado el momento de releer tu primer borrador y comenzar a pulir la escritura y los defectos ortográficos que encuentres. Es posible que en este proceso te des cuenta de que una parte de la trama no ha quedado bien resuelta o de que hay algún elemento que no te convence tanto tras una lectura completa de tu relato. Es probable, incluso, que cambies algún elemento de la historia de lugar porque comprendas que puede funcionar mejor en otro punto. Pule todas estas cosas y obtendrás un segundo borrador con el que trabajar. Te aconsejo que, llegados a este punto, dejes la historia descansar durante unos días antes de volver a la carga con ella y realizar una tercera lectura.
9. Realiza una tercera lectura y siguientes (tantas como necesites) y pide una segunda opinión. Ten cuidado porque este apartado puede dilatarse mucho en el tiempo. Vuelve a revisar tu obra, tanto en su estructura como en su ortografía y asegúrate de dejarla lista para que alguien más pueda darte su opinión. Es una manera ideal de corregir errores y ver cosas en las que quizá no habías caído pero que otra persona sí puede notar.