Cómo preparar una cachimba
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La cachimba, también llamada por muchos shisha, es una manera diferente de fumar. De hecho, tradicionalmente en el antiguo Egipto, la cachimba no era concebida como un utensilio para fumar, sino que los egipcios lo utilizaban para sentarse a su alrededor y pasar un buen rato con los amigos y en sociedad. Así, a día de hoy aún se ha mantenido parte de esta tradición, ya que son muchos los adultos y jóvenes que prepara una noche chill out en casa; velitas, incienso, amigos, cócteles y una buena cachimba. Y es que toda esta mezcla resulta ser un plan perfecto para las noches, tanto de verano como de invierno, en las que te juntas con los amigos y quieres un plan tranquilo y económico. En este sentido, preparar una buena cachimba resulta un punto especial, ya que fumas de un modo distinto, algo con un sabor muy agradable. De hecho, existen numerosos sabores para preparar tu cachimba y compartirla con tus amigos y colegas. Por tanto, se trata de una actividad social que puedes hacer de tanto en tanto en casa con los amigos de un modo muy sencillo. Por todo ello, hoy en doncomos.com te explicamos qué necesitas y cómo puedes preparar una cachimba en tu casa de un modo muy sencillo y rápido.
¿Que necesitas para preparar una cachimba?
- Cachimba.
- Carboncillo.
- Agua.
- Tabaco -sabor a escoger-.
- Ganas de pasarlo bien.
Instrucciones para preparar una cachimba
- Para hacer una buena cachimba, lo primero que debes hacer es comprar o adquirir la propia cachimba. En este sentido, debes tener en cuenta que existen infinidad de modelos, tamaños y estampados de shihas; de hecho, puedes comprarlas en muchas tiendas, ya sean estancos, tiendas de regalos, mercados, etc. Así, hazte con una de ellas para tenerla a mano cuando quieras hacerla.
- En este caso, cuando llegue el momento de preparar una cachimba, deberás empezar por desmontar el recipiente -botella- inferior de la parte superior. Antes de nada, asegúrate que está bien limpia, ya que deberás fumar de ella e inhalar el aire. Una vez todo listo, deberás llenar la botella de cristal -parte inferior- con agua templada hasta la mitad. Ten en cuenta que el tubo que baja de la parte superior de tu shisha debe quedar ligeramente introducido en el agua; por tanto, debes llenarla hasta la mitad que debe coincidir con los 3 o 4 centímetros del extremo del tubo. Puedes usar agua del grifo, aunque te recomendamos agua embotellada, ya que así el sabor será más limpio y agradable.
- Seguidamente, ya puedes volver a colocar la parte superior encajada dentro de la botella. Hazlo con cuidado, ya que de lo contrario podrías tirar el agua y/o entrar aire; en este caso, te recomendamos enganches el brazo-manguera que te servirá para fumar, ya que así tu cachimba quedará cerrada completamente y no podrá entrar aire.
- A continuación, será el momento de preparar el tabaco. Para ello, puedes escoger el sabor de tabaco que desees; acude a un estanco y compra el sabor que más te guste o que más te llame la atención: frutas del bosque, mango, coco, chocolate, etc. En este sentido, una vez tengas el tabaco en casa -un paquete te durará para varias veces, guarda bien lo que te queda para que se mantenga en perfectas condiciones-, deberás cogerlo e ir desmenuzando los trozos para que te quepa dentro del cuenco situado en la parte más superior de la cachimba.
- Cuando tengas el tabaco desmenuzado, será el momento de colocarlo en tu cazoleta. Para ello, debes rellenar todo el cazo con los pequeños trozos de tabaco hasta que quede llena hasta arriba. Aún así, asegúrate que no queda demasiado compacto, ya que de lo contrario en el momento de fumar el aire no pasará y la cachimba no tirará. Por toro lado, asegúrate también que el orificio de la cazoleta por el que deberá respirar la cachimba queda destaponado.
- El siguiente paso será recubrir la cazoleta llena de tabaco con papel de aluminio. En este caso, tendrás que coger dos trozos de papel de aluminio, juntar y tapar la parte superior de la cazuelita. Así, vigila que agarre bien y que quede bien tensa, ya que de lo contrario el humo se escapará y no podrás llegar a fumar más que agua.
- A continuación, agujerea el papel de aluminio con algún instrumento muy fino -aguja, cuchillo, etc.-. Te recomendamos que la parte menos brillante del papel sea la que quede en la parte superior, es decir, la que se pueda ver desde fuera. Con todo, la idea es hacer respirar la cachimba por medio del papel del plata; haz varios agujeros, es decir, prácticamente a toda la superficie.
- Por último, debes quemar el carboncillo, ayudándote con unas pinzas, durante varios segundos. Cuando observes que ya empieza a quemar y se van viendo partes más anaranjadas, es decir, encendidas, será el momento de poner la pastilla de carboncillo en la parte superior de la cachimba. Coloca el carboncillo encima del papel de plata y… ¡Ya puedes empezar a fumar tu cachimba!
Consejos para preparar una cachimba
- Existen una gran variedad de sabores para tu tabaco de cachimba: fruta de la pasión, piña, melón, sandía, fresa, manzana, etc. Escoge el sabor que más os guste y saborea.
- Acompaña tu cachimba de un ambiente relajado; música, incienso, velas, frutos secos, etc.