Cómo hacer una limpieza facial con productos caseros
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Todos queremos que nuestra piel de nuestro rostro y de nuestro cuerpo luzca tersa y perfecta cada día, pero esto no se puede conseguir si no la cuidamos. Es necesario un trabajo de mantenimiento diario y exhaustivo para conseguir que nuestra piel se mantenga hidratada y en perfectas condiciones. De hecho, si la limpias y la hidratas a diario, verás cómo desaparecen ciertos problemas en ella. Esto es muy fácil de observar sobre todo en la cara, donde tus arrugas disminuirán, los granitos que sueles tener irán desapareciendo y los antiestéticos puntos negros pasarán a mejor vida.
¿Puedo hacer una limpieza facial con productos caseros?
Sí, efectivamente puedes hacerla. Hay mucha gente que, debido a las altas tasas de contaminación y al uso de tantos químicos en los productos que utilizamos a diario termina por desarrollar problemas de alergias en su piel y la del rostro no se libra. Muchas personas no pueden utilizar cremas de farmacia para hacer una limpieza facial debido al alto grado de sensibilidad de su piel. Por suerte, podemos hacer nuestra sesión de belleza diaria utilizando, únicamente, productos caseros. Aunque no tengas alergia a las cremas y los tónicos que puedes comprar en las tiendas, desde doncomos te animamos a utilizar productos completamente naturales para que veas el excelente resultado que puedes obtener en tu piel. Veamos cuáles son los mejores en el siguiente post. ¡Comencemos!
¿Que necesitas para hacer una limpieza facial con productos caseros?
Para hacer una limpieza facial con productos caseros vamos a necesitar
- Sobres de manzanilla
- Agua
- Aceite de oliva virgen extra
- Miel y azúcar
- Discos de algodón
- Papel higiénico
Instrucciones para hacer una limpieza facial con productos caseros
Para hacer una limpieza facial con productos caseros vamos a necesitar
- Pon a calentar en un cazo una taza de agua y 2 sobres de manzanilla. Cuando rompa a hervir, retírala del fuego y deja que la manzanilla infusiones durante unos 5 minutos a temperatura ambiente. A continuación vierte su contenido en un tarro de cristal y utilízalo para tus limpiezas faciales. Asegúrate de poner una etiqueta donde indiques la fecha en la hiciste la mezcla y de qué está compuesta.
Puedes guardarla durante una semana en la nevera y usarla para tus limpiezas faciales a diario. - Cuando ya tengamos preparada la infusión de manzanilla, toca lavar nuestro rostro. Como estamos planteando una mascarilla completamente casera, no utilices jabones químicos para este proceso. Aclara tu piel con agua tibia y sécala con una toalla de algodón suavemente, presionando la toalla sobre tu piel y sin arañarla. De esta forma evitarás que se enrojezca y sufra.
- A continuación, moja un disco de algodón en la infusión de manzanilla y extiéndelo suavemente sobre la piel de tu rostro. Hazlo con ligeros toquecitos y movimientos circulares, para que el líquido penetre. La manzanilla te ayudará a limpiar los poros de tu piel con más facilidad y a retirar el exceso de suciedad que se acumula en ellos. Si tienes algún granito es el momento de retirarlos con ayuda de 2 trocitos de papel higiénico. Sólo es necesario que presiones a sus lados para que salga el pus. Ten cuidado de que no se rompa la cabecita del grano para que la limpieza salga correcta. Puedes volver a aclararte con manzanilla las zonas que hayas limpiado de granos.
- Usa aceite de oliva virgen extra. El aceite de oliva tiene un gran poder desmaquillante e hidratante sobre la piel de nuestro cuerpo, y nuestro rostro no es menos. Después de aplicarte la manzanilla, que te ha ayudado a abrir los poros y a retirar el exceso de humedad, no está de más que utilices aceite de oliva sobre tu rostro. Usa otro disco de algodón y echa un chorrito generoso. Extiéndelo sobre tu piel de la misma manera que hicimos con la manzanilla: con golpecitos suaves y formando círculos de vez en cuando. Comienza por la zona del cuello y ve de abajo arriba, dejando el contorno de los ojos para el final. Retira el aceite de tu rostro con agua tibia en abundancia.
- Este es el último paso para exfoliar la piel y acabar con aquellas imperfecciones que no hemos podido retirar manualmente. Añade en un bol de desayuno unas 4 cucharadas soperas de miel y 1 de azúcar. Con la cuchara que has utilizado mezcla bien los componentes. Si quieres que la función exfoliantes sea todavía mayor, echa un poquito más de azúcar. Aplica la mezcla sobre tu rostro con movimientos circulares y deja que descanse un rato sobre ella a modo de mascarilla. Retírala en unos 10 minutos con agua abundante. ¡Verás cómo tu piel queda muy bien hidratada y con una suavidad increíble!
Consejos para hacer una limpieza facial con productos caseros
Un último consejo para hacer una limpieza facial con productos caseros
Es aconsejable realizar cualquier tratamiento de belleza en momentos en los que no vayamos a salir a la calle en pocos minutos. La exposición directa al sol puede suponer un problema o generarnos algún tipo de alergia. Piensa que hemos estado tocando la piel de nuestro rostro y que ha quedado algo “maltratada”. Haz tus tratamientos con una media hora de diferencia antes de salir de casa y si puedes más tiempo, mejor que mejor.
buenos consejos me gustaron