Cómo decorar
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Cuando se habla de decoración, lo primero que nos viene a las mientes son los anuncios y programas televisivos donde se ven casas lujosas llenas de muebles caros y elegantes, con grandes espacios y donde reina el orden por doquier.
Sin embargo, la decoración, en realidad, está formada por todos los objetos que no son absolutamente imprescindibles para vivir en nuestras casas, pero que nos las hacen más agradables. Desde los colores de las paredes a cualquier figurita que tenemos en una estantería, todo es decoración aunque no lo conceptuemos así.
Se podría decir que la decoración de una casa se divide en dos partes. Por un lado, está todo aquello que forma parte del aspecto de una vivienda cuando la adquirimos o cuando la alquilamos para residir en ella, y por otro, está todos los objetos y acciones con que aportamos nuestro sello personal a esa casa.
Con lo que ya se encuentra en la casa cuando entramos en ella, no siempre se pueden hacer muchas transformaciones, al menos rápidamente, o sin grandes inversiones, aunque siempre se pueden modificar o “vestir” para que luzcan de forma diferente a la que nos encontramos.
Respecto a lo que podemos aportar por nuestra iniciativa a una casa, hay muchas ideas y aportaciones que se pueden realizar para que la casa la consideremos realmente nuestra, a nuestro gusto.
Al fin y al cabo, la decoración nos influye mucho más de lo que podríamos creer en nuestro estado de ánimo, pero cuando la casa tiene los colores, los muebles y los detalles que nos satisfacen contribuye a que tengamos un mayor bienestar. Nos puede hacer felices estar rodeados de los objetos que más apreciamos, que no tienen por que ser de gran valor económico, como puede ser un libro, o una lámpara, pero que constituyen una expresión de nuestra personalidad al servir a nuestras necesidades en una casa y a nuestros deseos a la hora de usar una casa. La prueba es que si nos hacen un regalo para la casa que nos parece feo o poco concordante con nuestro estilo de vivir la casa, es muy fácil que lo regalemos a nuestra vez o incluso que lo tiremos a la basura.
Vamos a indicarte a continuación algunas pautas que estamos seguros de que te servirán como ideas sobre cómo decorar, ya sea una casa, una oficina o lo que quieras, y sin necesidad de grandes desembolsos ni de la compra de artículos de lujo.
Los suelos, techos y paredes
Como norma general, es recomendable que los suelos sean de colores claros, y para una mayor calidez será muy apropiado que uses la madera, ya sea en parquet o en tarima flotante. Son un material no demasiado barato tanto en lo que se refiere a la propia compra en sí como a las obras de instalación que necesitan. Pero tienes alternativas, como los suelos de vinilo, con un acabado muy similar al parquet o la tarima, pero mucho más barato. Se coloca con facilidad al ser láminasde vinilo que se pegan y se cortan con un simple cúter, rápidamente, y tampoco necesitan de una limpieza especial.
Y si no quieres cambiar el suelo, ya sea con ayuda de la madera o del vinilo, la solución tradicional, pero muy efectiva, es la colocación de alfombras y moquetas. Pueden ser de fibra natural, como el yute, el coco, de algas, que no te supondrán un gran desembolso y darán a la estancia donde las coloques un aspecto muy confortable y acogedor, y son fáciles de instalar si quieres que cubran todo el suelo de una habitación.
En cuanto a las paredes, son una superficie donde más puedes influir para dar un ambiente completamente distinto a tu casa, y desde el punto de la decoración, donde el impacto visual será rotundo e inmediato, por lo que es algo que siempre hay que acometer a la hora decorar una casa, una oficina o cualquier espacio cerrado. Es aconsejable no dar colores oscuros a las paredes de habitaciones o salas pequeñas, porque incluso aparentarán serlo más. Lo mejor son los colores claros y vivos, y aunque siempre hay tendencias y modas, tonos como los verdes esmeralda, lanzarote y similares, u otros colores pero en su tonalidad más suave serán relajantes y cómodos, o al menos contribuirán a proyectar una sensación de menos ajetreo o estrés si en la habitación hay mucho movimiento, conversaciones o personas.
Los techos es mejor dejarlos en variaciones del blanco, para crear ambientes con sensación de claridad y de amplitud, que ahuyente cualquier posible recuerdo de agobio. Y los tonos pasteles serán una buena idea para las habitaciones infantiles, porque servirán de base para decorarlas con dibujos divertidos que pueden ser de vinilo o papel, etc. El resto de habitaciones deberían pintarse en colores que reflejen nuestro gusto personal, ya sean colores lisos, con esgrafiados, trazo de esponjilla y otras técnicas de resultado muy impactante, o los que prefiramos, pero siempre es bueno recordar que una habitación, una casa, es un espacio donde vamos a pasar muchas horas, días y años, y es conveniente que los colores de paredes, techos y suelos nos acaben resultando “invisibles” porque carezcan de cualquier estridencia -sea cual sea el significado de esta palabra para nosotros- y que, por el contrario, la sensación general sea confortable y agradable.
Las ventanas
Lo corriente en las ventanas es poner cortinas y visillos, y aquí tenemos una gran panoplia de posibiildades para decorar con nuestro sello particular. Hay infinidad de telas y de barras, así como de colgadores y sistemas de colgar las cortinas. Juega con los colores, las texturas y el grosor, para que entre más o menos luz y sol, o para que no entre el frío.
En esto último es conveniente invertir en los dobles cristales y otros sistemas de calefacción y acondicionamiento, para que las cortinas sean que dependa exclusivamente de los objetivos de decoración y arreglo de la casa.
Por otro lado, como alternativa a las cortinas, siempre más caras, están los estores, más pequeños pero que vestirán las ventanas de igual manera, pero más barata, al no requerir tanto material y telas. Y si los escoges en colores claros, puedes pegarles diversos motivos y dibujos encima, de vinilo o de tela y personalizar aún más las ventanas.
La iluminación
A la hora de iluminar tu casa es mejor que no coloques grandes lámparas porque focalizan la atención sobre ellas y dan una sensación de menos espacio. Es mejor colocar varios puntos de luz, alguna lámpara de pie con bombilla para leer, con iluminación halógena, que produce un efecto suavizado pero intenso.
Y aunque todavía son relativamente caros, es una magnífica idea adquirir focos de luz led, porque a cambio de esa primera inversión, después abaratarán mucho la factura energética, dado su ínfimo consumo.
Las puertas
Las puertas pueden ser un gran comodín a la hora de conseguir una impresión decorativa llamativa y agradable, a la par que no será un gasto excesivo repintarlas a nuestro gusto. Sí hay que cuidar la elección de los colores, recordando de nuevo que las puertas van a tener ese tono durante bastante tiempo, por lo que el color seleccionado no debería ser cargante o por motivos de moda o presión de amistades o familiares. Debe gustarnos a quienes usamos la casa, la vivimos y la hacemos nuestra. Por eso es recomendable un color claro o neutro, que dará una impresión de calidez y de limpieza, de nuevo, como pueden ser los blancos rotos, los beis, las imitaciones de madera clara como el abedul. Si te gustan los colores fuertes, como un rojo intenso, deberías estar muy seguro, o segura, de tu elección. Estos colores ofrecen, en combinación con paredes claras, una sensación de vida y acción estimulantes que también pueden ser muy atractivos.
Los espejos
Los espejos son otro elemento importante para jugar con la luz y el espacio, pues reflejan la primera y doblan el segundo, aunque sólo sea una ilusión. Por eso pueden ser muy útiles en la entrada de la casa, un lugar en general no demasiado grande, al ser un sitio de paso al resto de habitaciones. La entrada o recibidor o vestíbulo no necesita estar lleno de muebles, repisas, fotos y flores u otros detalles decorativos, ni ser una especie de exposición para los visitantes de lo estupenda que es nuestra casa o nuestra vida.
Todo esto empequeñecerá la estancia y producirá una sensación un tanto agobiante. Impactará más y desde luego no será nada visto mil veces ni rutinario que coloques un espejo que ocupe toda una pared de esa entrada, o un gran espejo con un marco que no sea muy recargado. Evidentemente, una repisa siempre proporcionará la comodidad de un lugar donde depositar al entrar o salir llaves, cartas u otros objetos de uso cotidiano, pero puede ser eso, una repisa sin naa más, o tal vez algún objeto de cristal o cerámica.
Por otro lado, los espejos también pueden brindar una solución para los rincones donde menos alcance la luz del sol, o dar una solución práctica en un dormitorio para vestirse o arreglarse. Puede estar en la pared, o ser un objeto decorativo por sí mismo, montado sobre su propio bastidor de madera o metal.
Los cuadros y láminas
Es habitual decorar las paredes con cuadros y pósteres y láminas. Los cuadros son un gasto importante si colocas obras originales, pero siempre está la posibilidad de colocar una reproducción, de mayor o menor calidad acorde a cada bolsillo. De todas maneras nunca está de más la visita a exposiciones locales ya sea en el barrio o en el pueblo que vivamos, en centros municipales y otros en los que podemos encontrar trabajos de artistas desconocidos que no cuentan con un caché muy alto.
Y también tienes todo tipo de láminas que, enmarcadas con sencillez, destacarán aún más, aparte de que transmitirán claramente tus gustos estéticos. Por otro lado, las fotografías de gran tamaño o imágenes pasadas a vinilo, algo que cada vez se puede encontrar con más facilidad, son opciones de gran impacto estilístico en tu vivienda, para tu disfrute y el de tus visitantes.
Los objetos
Los objetos puramente decorativos son el detalle que definitivamente personalizará tu casa. La clave es no recargar todos los rincones de la casa con todo tipo de cosas. Es mejor buscar artículos que sean luminosos, como los de cristal o cerámica, o de plata o metálicos, pero siempre con tendencia a que lo menos es más.
Luego están las plantas, que dan tranquilidad y traen un recuerdo de naturaleza a una habitación. Hay muchas plantas de interior de distintos tamaños que pueden estar en lugares con más o menos espacio. También las flores frescas son portadoras de alegría y vivacidad, aunque la mayoría tengan una vida corta, por lo que hay que renovarlas con frecuencia.
Las velas igualmente proporcionan un complemento decorativo importante, al dar luz a rincones y superficies, y si son aromáticas, expandir un olor agradable que impregne el aire de forma muy atractiva.