Cómo decorar vintage
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La moda y los estilos viven una auténtica montaña rusa. Al igual que en muchos otros aspectos de la sociedad, volver al pasado parece una obligación. Así surge el estilo vintage, que consiste en recuperar las tendencias de años atrás y volver a utilizarlas. Pasa con la ropa, la música y, en los últimos años, también ocurre con la decoración de las viviendas. Muchas personas también son auténticas enamoradas del siglo XX y ven en la decoración una forma ideal para proyectar su afición por esa época. Que mejor manera que recordarlo con cariño que creando un ambiente que permita recrear tu casa como si se tratara de la época. Artistas como Andy Warhol, Salvador Dalí, Phil Collins o el popular grupo The Beatles pueden estar en numerosas ideas para querer conseguir dicho estilo.
Tipos de estilo vintage
Sin embargo, como recogen numerosas encuestas, no basta solo con volver al pasado y decorar vintage como si se tratara de la casa de nuestra abuela. Muchos optan por combinarlo con otro estilo más moderno, mientras que una parte importante afirma que le gusta utilizarlo suavizado. En resumen, tampoco hay que recargar demasiado los decorados con un estilo de tipo vintage, sino que hay que aprender a utilizarlo en su justa medida. Un poco puede ser un punto determinante que nos diferencie de nuestra competencia, mientras que sobrepasar los límites puede llevarnos a un completo fracaso. Con todo, el estilo vintage nos permite sacar a relucir nuestro lado retro en alguna parte específica como algunos muebles, una papel pintado o incluso una pared completa. Todo lo vintage puede incluirse en diferentes estilos desde el boho hasta lo tradicional, pasando por el romántico, el contemporáneo o el clásico, entre otros. Otros, en cambio, combinan diferentes estilos. Sin ir más lejos, el estilo ecléctico mezcla nuestro toque personal retro con algo de osadía. No se trata del tipo de estilo más sencillo, especialmente para buscar el equilibrio entre todas las piezas formadas por los muebles, accesorios y las diferentes telas. Se pueden aplicar algunas piezas vintage, pero hay que ponerlos en su justa medida, en función del número de muebles que se utilicen para evitar que cobre demasiado protagonismo. El estilo rústico, en cambio, opta por el predominio de las piezas de madera como mesas de carpintero, pupitres o balanzas. Es ideal para decorar las típicas casas en la montaña o en frente del mar, si se quiere asemejar a Hawaii.
El estilo shabby va dirigido a un público más femenino con accesorios como relojes, jarrones y lámparas de techo más vintage. Las colchas, los almohadones y las composiciones enmarcadas vienen acompañadas de encajes, que son realmente apropiadas y fáciles de encontrar. Sin embargo, es un estilo que está al borde de estar recargado y, por ello, algunos prefieren utilizarlo lo justo. Se pueden escoger piezas menos recargadas como cabeceros metálicos y no de madera tallada. Las piezas de forja y de hierro también aportan ligereza y encanto a tu vivienda. El estilo retro es uno de los favoritos de muchos románticos. Combina piezas de los años 50 y 60, con otros accesorios actuales con el objetivo de crear ambientes cómodos y cosmopolitas. Los sofás, los aparadores o las sillas tipo vintage pueden ser las grandes protagonistas. El estilo industrial, por su parte, es una tendencia al que lo vintage le va como anillo al dedo. Está compuesto por madera y hierro con acabados naturales que han sido envejecidos por tiempo, junto a paredes elaboradas con cemento y ladrillos. Las mesas, los muebles, sillas en hierro o madera, decoradas con relojes de fábrica láminas o cuadros de los años 20 o 50 son sus principales atributos.
El estilo romántico está elaborado a partir de flores, textiles, tapizados y papel pintado con una tonalidad cromática verde o rosa acompañado de algún mueble de herencia. El romanticismo puede ser de tipo vintage, pero a su vez, también puede ser actual con nuevos herrajes, pomos y nuevos colores. Las lámparas, apliques y todo lo destinado a dar luz a la casa también sirven para dar un toque más suave. Para los del norte de Europa, también está el estilo nórdico donde la funcionalidad es el epicentro de esta tendencia. Sus espacios blancos, con madera como material más utilizado, son el marco perfecto para mesas vintage sea del año que sean, así como banquetas, sofás o lámparas, entre otros. Finalmente, el estilo coast, con origen en los Estados Unidos, coge las principales características de las ciudades costeras de la costa este como Miami. Mesas de centro creadas con madera reciclada, tumbonas de los años 20 o 30 junto con cuadros con carteles de la época y telas luminosas aportarán un toque más americanizado. Todos los objetos decorativos, por supuesto, están relacionados con el mar.
Beneficios de usar el estilo vintage
Con todo, el estilo vintage proporciona una gran libertad para decorar tu casa. Con un amplio abanico que va desde los años 20 hasta la actualidad, la gran cantidad de opciones es infinita. Aporta numerosos beneficios a los que se atreven a probarlo. La infinidad de opciones es realmente amplia incluyendo todas las partes de la casa desde el salón hasta el dormitorio, pasando por el baño y la cocina. Los más destacados son los siguientes:
- Volver al pasado. Es uno de sus principales puntos fuertes. Mirar atrás gusta a mucha gente y volver a recordar todas las experiencias vividas en el pasado. Una de las mejores opciones para experimentar esta sensación es decorar a tu casa con muebles de hace muchos años.
- Libertad absoluta. El estilo vintage aborda una gran cantidad de tendencias de años muy dispares. Esto permite al propietario contar con infinidad de opciones para llevar a cabo su propuesta, en función de la imagen que quiera proyectar al exterior.
- Precio económico. Pese a que algunas piezas muy exclusivas pueden llegar a costar un ojo de la cara por la gran simbología con la que cuentan, la mayoría de accesorios suelen tener un precio realmente económico, en lo que vale la pena invertir.
- Gran cantidad de combinaciones posibles. Su precio tan barato también permite una enorme versatilidad para los que deciden probarlo. Durante una época puedes optar, por ejemplo, por un estilo romántico y al cabo de unos meses mantener algunas piezas pero cambiarlo radicalmente a un estilo industrial, sin ir más lejos.
El estilo vintage aborda a una gran cantidad de públicos. Todos son amantes de una época diferente y, por tanto, están locos por decorar su casa como si se encontraran en esos años. Muchos, para poner un ejemplo, son auténticos fans del grupo The Beatles. Así, pueden combinar su peinado con el pelo largo con una decoración de los años 60 o 70.
Cómo decorar vintage
Con todo, para darle a tus espacios un toque vintage no hace falta realizar grandes inversiones como se ha comentado anteriormente. De hecho, es posible llevarlo a cabo con simples materiales que pueden convertir un accesorio normal en una verdadera reliquia a ojos de aquellos que no conocen su origen. Si te gusta nuestra propuesta, puedes utilizar tu tiempo libre para recoger dichos materiales y añadirlos como accesorio a tus materiales. Puedes llegar a hacer cosas realmente chulas como por ejemplo pintar de color pastel un mueble común, pero con la particularidad de dejar algunas partes sin pintar para dar ese toque más vintage. También puedes realizar algo realmente romántico como utilizar una foto en negro, darle una forma redondeada y crear un colgante, muy utilizado a lo largo del siglo XX. Para una boda estilo vintage, puedes tomar unos globos y pegarle retazos de encaje. Los tocadores también son muy vintage. Consigue un marco de espejo y utilízalo para colgar joyas. Podrás admirar tu belleza, y pensar qué joyas ponerte para cualquier tipo de evento. En la cocina, también puedes conseguir un toque vintage pintando los envases con tinta para conseguir que parezcan más retros.
Sin embargo, siguen habiendo muchas ideas más para conseguir un estilo vintage prácticamente a toque cero. Con una caja de patatas fritas, también puedes llegar a crear una caja de empaque realmente femenina cambiándole el envoltorio. Incluso, una caja de madera puede llegar a ser utilizada como un mueble, en forma de cajón, para almacenar tus joyas. Los carretes de hilo también pueden convertirse en una verdadera decoración vintage para recubrir las lámparas. En los platos también puedes colocar letras de este estilo para darle un toque diferente a las comidas cuando vengan invitados. Asimismo, también podrás convertir simples tazas en adorables velas, mostrando un estilo vintage más propio del siglo XIX que no de la actualidad. Los amantes de los estilos rústicos e industriales también pueden optar por cajones de madera, que son muy útiles por su capacidad funcional ya que permiten guardar cosas pero a su vez también cumplen funciones decorativas. En la misma línea, se pueden aprovechar también envases de cristal para, con simples retoques con lazos y cuerda, convertirlos en adorables recipientes donde guardar cosas. Las hojas de libros viejos pueden tener la clara destinación de la basura. Sin embargo, nunca te habrías parado a pensar que se pueden acabar utilizando para decorar muebles. Incluso, si tienes un libro estropeado puedes convertirlo en una caja más propia del cine del siglo XX, que de un objeto vintage de ahora.
Con la finalidad de crear un estilo vintage, múltiples muebles bien colocados le darán una personalidad al conjunto y ayudarán a proyectar la correcta forma de ser que quiere el propietario en su vivienda. El papel pintado es otra opción muy popular para dar ese toque retro a tu casa con elementos como viniles, antiguos cuadros o fotografías de los años 60 o 70. No hay objeto que no puedas encontrar en cualquier mercado en línea. Las mismas cajas también pueden ser usadas con otras finalidades como la opción de crear cajones donde guardar zapatos de todo tipo, sin la necesidad de comprar uno de verdad y aprovechar su originalidad. Además de reciclar, las puertas viejas pueden servir para cubrir paredes y rellenarlas de múltiples accesorios, simulando la ventana de la típica casa de madera, más propia de Heidi en los Alpes. Otros prefieren accesorios más místicos como los atrapasueños. Pues solo con cuerda, perlas y llaves es suficiente para crear el propio. De esta forma, si crees en estos mitos, podrás dormir con total tranquilidad y sin el riesgo de tener pesadillas. Para colgar la ropa, por su parte, puedes utilizar simples tablas de madera pintadas con un poco de pintura. Se verán realmente espectaculares. Los amantes de las plantes pueden utilizar latas, simulando algunas obras de arte de Andy Warhol, para que sirvan como maceta. Con todo, la cantidad de posibilidades que ofrece el estilo vintage lo convierte en una tendencia con posibilidades casi infinitas para inventar o emprender cualquier tipo de idea, y haciéndolo realmente flexible y dinámico porque siempre surgen opciones nuevas.